Yes Minister y Yes Prime Minister (hay que verlas en ese orden) son una obra maestra, cuenta la historia de un político mediocre, que sólo piensa en los votos, ascendido a ministro y a Primer Ministro, respectivamente. La mayoría son críticas políticas e irónicas a los problemas de los años 80 (la Thatcher, los rusos), pero los guiones son divertidos y los diálogos, interesantísimos. Te quedas alucinado cuando la ves, porque te das cuenta de que quien gobierna el país son los funcionarios, los políticos sólo hacen lo que ellos quieren...