Es curioso cómo las críticas más comentadas (y los titulares de periódico, casi siempre nocivos) acaban nublando las verdaderas impresiones. Me cuentan personas muy fiables que Sorrentino ha entusiasmado mucho más de lo que se está hablando. A lo mejor, podemos tener sorpresas...

En cuanto a su imperfección no me preocupa en absoluto: La gran belleza era pura imperfección, y ahí radicaba el secreto de su perfección.