Lorca y Buñuel no fueron los primeros en interesarse por el tema.Otro estilita del siglo V era Daniel, que tenía la columna mucho mejor situada, junto al puerto de uno de los transbordadores que cruzaban el Bósforo, cerca de Constantinopla (¡lo que pagaría de alquiler!). Al ser preguntado acerca de cómo defecaba, contestó que de forma muy seca, como una oveja.