En ese look setentero tuvo mucho que ver el toque flou tan de la época. Es más, ésta fue una de las películas que lo potenció. Para mí obtuvo resultados muy, muy plásticos. Una de las razones de adorarla.
En mi caso, y a pesar de las observaciones (inevitables, como todo el mundo), jamás condeno una película hasta verla. Y después de verlas, condeno a tan pocas... Otra cosa es que diga que me encanta algo que encuentro sencillamente correcto. Anda que no tengo películas que a priori "sospechaba" iban a ser un truño y me dejaron con la boca abierta. O que creí futuras obras maestras y se quedaron en simpatiquillas y demás (como diría Sr. Karloff). Será que la cinefilia me puede más que la cinefobia.