Ese es el día a día de internet: gente masacrando en base a sus prejuicios o a lo que en ese momento sea tendencia; subiéndose en el tren que más pasajeros lleva, en vez de crearse una opinión propia y meditada sin repetir como loros las paridas clónicas que suelen leerse por ahí.
No todo el mundo es así, por supuesto, pero es un modelo de ser humano que abunda... sobre todo en Internet.