Ultimamente la palabra remasterizar está de moda, tanto que cualquier CD o DVD que contenga una obra antigua, se vuelve a vender como "remasterizado".
Vamos a dejar a un lado el caso del video y centrémonos en el audio, o mejor dicho, en los CD's. Como yo no me dedico a esto, pues supongo que meteré la pata bien metida, pero seguro que alguien sabrá como enderezar lo que yo vaya a decir.
El caso es que de un tiempo a esta parte, las discográficas tienen una guerra entre ellas llamada "Loudness War" la cual consiste en publicar canciones lo más altas de volumen posible. Como el CD tiene unos límites, de lo que se trata es de comprimir ese sonido de tal manera que siga estando presente escuchándose lo más alto posible.
Veamos una canción de ABBA sin remasterizar de 1981:
Y ahora veamos la misma canción de ABBA publicada y remasterizada en el 2005:
Vale, vemos que la de 2005 es más tocha y más grande, pero ¿que pasa con los elementos que se salen de la gráfica? Nada, los comprimimos, nos cargamos el rango dinámico y nos quedamos tan anchos.
Dicho esto opino que lo que verdaderamente vale la pena es comprarte un CD original de los años 80 ó 90 y tu mismo aumentar el volumen y equalizarlo. Y vale mucho más la pena que comprar un CD original nuevo remasterizado, ya que este nuevo CD se habrá cargado el rango dinámico sólo para sonar "más alto".
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