La canción es inolvidable.
Hay un texto de Miguel Marías precioso que habla sobre que Erice, en realidad, estaba destinado a convertirse un director popular, al estilo de los grandes del Hollywood clásico, pero que la propia industria le empujó hacia el mundo "underground", donde terminó haciendo cortos más experimentales. Y tiene toda la razón, a Erice le encuadro más con ese cine maravilloso de Hollywood, del que es un profundo admirador, más que en la cuerda de Manoel de Oliveira, Pedro Costa o Godard. Y cerrar los ojos es una muestra de ello.
No me extrañaría que Erice se haya tirado horas y horas examinando la iluminación y el encuadre de cada pintura (el personaje de Ana Torrent trabaja en el Prado. ¿un guiño?). Su mirada rebosa el clasicismo de Lang, Hawks, Ford, etc. y esta gente estudiaban al milímetro a los grandes cuadros de Rembrandt, Caravaggio, Vermeer y a todos estos pintores maravillosos.
De hecho, el montaje de Cerrar los ojos puede parecer muy elemental y algo academicista porque siempre sigue un orden (salvo en algún momento); va pasando gradualmente del plano general hasta el primerísimo primer plano a medida que las conversaciones se tornan más y más profundas. Pero, en realidad, para hacer algo así hay que tener el pulso de un cirujano. Como dije antes, es alucinante cómo consigue graduar la emoción para que no chirríe nada y no quede impostado. Deja que todo fluya de manera natural.
La película dentro de la película es un claro homenaje a ese proyecto maldito. Como curiosidad, Erice decidió editar su guion en formato libro, lo que pasa es que está descatalogado y cuesta un montón seminuevo: https://www.iberlibro.com/9788401341...8401341582/plp
Totalmente de acuerdo con lo de Moretti. Las dos películas son un grito de auxilio ante una forma de entender y hacer cine que está desapareciendo.




LinkBack URL
About LinkBacks
Citar