Cierto, Rafalet, ese discurso me parece absolutamente genial y emocionante. Ahi Chaplin se olvida de Hinkel y del barbero, los dos personajes que interpreta en la pelicula, para hablar por si mismo y soltar un esplendido discurso sobre la tolerancia y la convicencia y la lacra que significa cualquier tipo de dictadura o fascismo.