Es una iglesia en un pueblo pequeño perdido de la mano de Diós con un sacerdote que ya empieza a ser demasiado viejo y pide al Arzobispo de la zona que le traigan a un nuevo sacerdote joven a que le ayude. Pasa el tiempo y al final llega el ayudante.
Al llegar, el viejo sacerdote le va dando varias ceremonias de las que deberá hacerse cargo y el responde:

- Perdone pero yo aún no se hacer ninguna de esas cosas, pues acabo de salir del seminario y soy muy novato aún...
- Bueno pues entonces se encargará de las confesiones...

Al no saber muy bién lo que debían rezar los confesados para cada pecado se hizo un pequeño esquema en papel que le sirvió durante unos días.
Al cabo de un tiempo llega una chica de unos veinte años a confesarse.

- Perdóname señor, pero he pecado.
- Dime hija, ¿que es lo que has hecho?
- Le he chupado la polla a mi chico y aún no nos hemos casado...

El joven monje busca en su pequeño esquema los rezos que se debe pagar para una mamada y al no encontrarlo grita al monje más viejo:

- ¡Hermano! ¿Cuanto se paga por una mamada?
- ¡¡¡ Tu no se pero yo lo hago por 20€ !!!!