En cambio yo siento una especial debilidad por Viaje sin destino. Me gusta mucho ese aire entre la parodia y el homenaje a los caserones encantados y el cine de la Universal, siento una gran afinidad por la manera de entender el humor de su guionista, José Santugini, y me resulta irresistible el celuloide rancio que Gil tiene la osadía de insertar en mitad de la historia, con un Alberto Romea desbordante.
de nada. para eso estamos, don venerando