Vaya, por lo que veo, Campanilla ya se ha puesto el disfraz y todo. Mi problema es que me paso todo el año disfrazada de Halloween, y claro, pues al final me pasa como a Dumbo y acabo viendo elefantes diabólicos por el techo.

Pues yo al final no vi nada. Terminé el día en la cama con una de mis habituales indisposiciones. Éso sí, me leí Don Juan Tenorio. También soy fiel a las tradiciones locales.

Nunca he comido éso de los panellets, pero tiene pinta de estar bueno, en especial, el de piñones, que a mí me gustan con locura. En mi casa, como no gusta el mazapán, no se compran huesos de santo, que es lo típico. Y los buñuelos no me hacen demasiado.