La adoro. Por cierto, las infancias de Myrna Loy y Deborah Kerr tienen bastantes similitudes. Ambas crecieron durante sus primeros años en lugares remotos con solo una persona más o menos de su edad alrededor (menores que éllas encima); ambas tiraron de imaginación e inventiva; y ambas, muy tímidas que se abrieron a trvés del arte.
Dentro de poco: Sylvia Sidney. Incomprensiblemente a su llegada a Paramount la consideraban el patito feo; ésta no tenía ansias de ser estrella, otra tímida más pero con mucho genio cuando abría el tarro de las esencias, como élla dice, fue la actriz que más veces estuvo en la cárcel en nombre de sus personajes (una vez incluso en la realidad.... ya os diré, redada policial por algo considerado osceno incluso en el Pre-Code). Prefirió el teatro ante el cine salvo que tuviera que ganar más dinero; para la manutención de su hijo mismamente.




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Currazo con las fotos!
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