Porque aquí siempre tenemos los tradicionales pícaros -ya convertidos en empresarios mangantes-, que convierten la máxima "mayor beneficio con el mínimo coste" aplicada a la comercialización de un producto con unos requisitos básicos, en un "mayor beneficio con mínimo costo" aplicada a la comercialización de una chapuza impresentable, porque así los beneficios son aún mayores.
Es esta interpretación de la política comercial la que explica declaraciones tan vergonzosas y despectivas como "la calidad que ofrecemos es suficiente para el mercado español".