De pequeña se me antojó la idea de ser princesa
Y vivir rodeada de lujos como una marquesa.
Pero al comprobar lo que podría ser,
de pronto descubrí que tan bueno no podría ser
Tener un suegro cazador de elefantes no es grato
Para alguien que ama los animales y tiene 2 gatos,
Lo mismo un cuñado que roba dinero
Y todos los españoles lo envían al agujero
Porque esto de ser princesa y tener familia real
No está exento de peligrosidad
Por suerte desperté y un sueño debió ser
Mis seres queridos me dan todo su querer
Con humildad y respeto, no más quiero poseer.
He aquí la moraleja de cuan mala es la ambición
Que quererlo todo lleva a la perdición.