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Coleccionismo en general - El mini-blog
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
Hipercolecciones
colección.
(Del lat. collectĭo, -ōnis).
1. f. Conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunidas por su especial interés o valor.Colección de escritos, de medallas, de mapas.
2. f. Serie de libros, discos, láminas, etc., publicados por una editorial bajo un epígrafe común, generalmente con las mismas características de formato y tipografía.
3. f. Gran cantidad de personas o cosas. Colección de cretinos, de despropósitos.
4. f. Conjunto de las creaciones que presenta un diseñador de moda para una temporada. Colección primavera-verano.
5. f. Acumulación de una sustancia orgánica.
Es con la definición de colección que inicio esta entrada acerca de las hipercolecciones, y lo hago para dejar claro qué es una colección antes de pasar al nivel superior que denominaré hipercolección.
Revisando estructuras, catálogos y sistemas de clasificación se hace patente que es harto difícil estandarizar un método aplicable a toda necesidad. Quien colecciona únicamente una temática puede tener la opción y la suerte de encontrar una solución que encaje perfectamente. Es el caso de las colecciones de libros, películas, etc. Son colecciones fáciles de catalogar por la sencilla razón de ser muy comunes, populares o generales. Si el coleccionista tiene más de un interés, digamos libros y películas, estará en el mismo caso, pero con dos soluciones diferentes. Pero cuando son varios los temas que catalogar puede ser que alguno de ellos no esté contemplado en dichas posibilidades. Hablo de soluciones informáticas, por supuesto.
Primero, estamos ante un coleccionista de colecciones, o multicoleccionista. Y segundo, es un engorro a nivel de gestión, pero eso es tema de otro artículo.
Tenemos pues coleccionistas de un tema y los de varios. ¿Qué sucede cuando nuestro interés no es una disciplina general, como la filatelia, el cine, la pintura, etc?
¿Qué pasa cuando lo que coleccionamos es multidisciplinar?
Pondré mi caso como ejemplo, a riesgo de repetirme, pero creo que servirá para mi objetivo.
Entre otras cosas colecciono Blade Runner. No sólo la película, sino todo lo que está relacionado con la misma. Esto significa coleccionar ediciones de la película, libros, pósters, atrevo, réplicas, ilustraciones, merchandising, figuras, fotografías, bandas sonoras y así un largo etcétera. Como puede verse no es una colección homogénea, sino que abarca varias disciplinas o categorías. Cada una de ellas sería parte de una colección general. Pero lo que me interesa es el tema que funciona como nexo de unión entre sí. Así es como obtenemos una hipercolección. Blade Runner como colección de colecciones.
Hay más ejemplos, por supuesto. Cualquier otra película cumple los requisitos, o un actor, escritor, temas como las guerras mundiales, etc. En cada caso se cumple lo anterior, abarcan múltiples disciplinas.
La dificultad que plantea una hipercolección es evidente. Contempla objetos que no son homogéneos entre sí. Su catalogación se complica un número de veces igual al número de disciplinas (o categorías) que engloba.
¿Cómo gestionar una hipercolección?
Posiblemente una solución práctica sea pensar en un concepto nuevo, el de colección grupal, es decir, un grupo de colecciones menores forman una gran colección, la hipercolección. Y además, algunas de éstas pueden formar parte a su vez de otras hipercolecciones, o de colecciones generales.
Seguimos con el ejemplo anterior. Dentro del universo Blade Runner figura el escritor de la novela original, Philip K Dick. En sí mismo también es una colección, si nos interesa, como es mi caso, toda su obra, ensayos, etc. En este caso hay una colección particular, Philip K Dick, que además forma parte de otra mayor, Blade Runner.
¿Qué ocurre si además coleccionara literatura americana del siglo XX? Pues que los libros de Dick estarían englobados, junto a los de otros autores, en una colección de una disciplina concreta.
Así pues, una novela como ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? pertenece no a una categoría, si no a varias en paralelo. A saber: Blade Runner, Philip K Dick y Autores americanos del siglo XX.
Una solución posible: las etiquetas
En lugar de repetir el registro de la novela en tres categorías, elegimos una sola, la que nos parezca más pertinente, importante o relevante. Por ejemplo, Philip K Dick como conjunto. Y para que figure en la hipercolección Blade Runner y en la colección de Autores americanos del siglo XX, añadimos a cada registro (libro) una etiqueta tal que, BLADE RUNNER y AUTORES AMERICANOS S XX.
De este modo podemos crear diversas jerarquías con los mismos datos. Cuando nos interese ver todos los libros de AUTORES… bastará con utilizar la etiqueta que acabamos de crear para hacer un filtrado de los datos y como resultado obtendremos una lista de libros que cumplan esa condición, al margen de la categoría principal.
Ampliando horizontes puede ser que una etiqueta esté vinculada con otra u otras. Al margen de cómo debe funcionar internamente, la cosa sería poder relacionar diversas etiquetas entre sí y al objeto en cuestión. Esto permite "tirar del hilo" y a partir de un libro llegar a una película, o a un juego, o a una disciplina totalmente diferente que en principio puede parecer no estar relacionada. Existen aplicaciones de entretenimiento que hacen exactamente esto con palabras. Las relacionan unas con otras creándose nuevas ramas que difieren ligeramente con su origen y así se llega a establecer una conexión entre dos palabras distantes por sí mismas, a través de una ruta o camino que evoluciona en cada paso.
La hipercolección es una característica habitual en el coleccionista completista. O lo que es lo mismo, el que colecciona cualquier cosa relacionada con su tema principal de interés. Da lo mismo si se trata de un uniforme, una medalla, una tarjeta postal o un juego. Si tiene alguna relación con el tema principal, el completista la contempla en su rango de interés. En otra ocasión hablaremos de ello.
http://www.joanfuste.com/wp-content/...10-640x398.png
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
La colección como una inversión de futuro
Uno de los aspectos que un coleccionista debe plantearse en algún momento de su vida es el futuro. El futuro de su colección y su propio futuro. En el primer caso, es importante saber o prever qué ocurrirá con dicha colección cuando ya no estemos aquí. Nadie es eterno, así que es de lo más normal pensar en ello. Hablo de colecciones importantes, ya sea por su tamaño, temática o valor. No es lo mismo tener media docena de albums de cromos antiguos que una pinacoteca dedicada al cubismo, pongo por caso. Toda colección tiene sus valores, por supuesto. En ocasiones serán más sentimentales o personales que económicos, sin duda.
El primer paso, pensando en lo anterior, es catalogar la colección (o colecciones). Llevar un registro de cada pieza es interesante por diversos motivos. Primero, nos ayuda a saber qué tenemos, qué no tenemos, qué hemos prestado (si se trata de libros, películas, etc.) y qué es lo que nos falta o nos interesa encontrar. Segundo, el catálogo reúne toda la información sobre la pieza en cuestión. Su origen, su descripción, todos los detalles que sean pertinentes, y un dato a tener en cuenta: su valor económico en el mercado. Podemos registrar tanto el precio de compra como el de venta actualizado. Por una parte nos sirve para saber si nuestra colección tiene un valor constante o se revaloriza con el tiempo (que es lo más normal), y por otro para ser conscientes de lo que hemos invertido hasta el momento y el valor total de mercado.
¿Por qué incido en el valor económico? Por varias razones. A pesar de tener todo catalogado, si no hay quien continúe con nuestra afición (ya sea un pariente cercano, amigo, etc.), ¿cuál será el destino de la colección? En el mejor de los casos, alguien la continuará. En otros, quizás los herederos quieran venderla y para ello nada más útil que disponer de ese catálogo para no vender por debajo del precio que tiene. Otra posibilidad es ceder la colección a un museo o institución que se encargue de conservarla y hacerla pública.
También hay que contemplar que el futuro no es cierto para nadie. Conozco casos de coleccionistas que gracias a sus años de afición y recopilación de piezas de valor, llegado el momento (jubilación, malas épocas económicas, etc.) pueden subsistir vendiendo sus colecciones o parte de ellas. El catálogo nos será una vez más muy util. El tiempo va borrando recuerdos y es probable que no tengamos una idea clara del valor de una pieza determinada. El apoyo del catálogo será importante para decidir y determinar qué piezas vender y que ofertas valorar. Tampoco es extraño vender parte para conseguir otras piezas. Ya sean mejores o más interesantes. Ciertos objetos tienen una utilidad que yo llamo periódica. En un momento pueden sernos útiles para una investigación, una publicación, un estudio, y más tarde no son más que el testigo de ese ensayo y ya no nos interesa conservar el original. Llegados a este punto es más provechoso deshacerse de ellos y refinanciarse.
Entiendo que muchos coleccionistas, por su temática elegida, o por cualquier otro motivo, no vean esta posibilidad como probable en su futuro inmediato. Pero, ¡nunca se sabe!
En relación directa está la correcta conservación de los objetos, para que no pierdan valor. El ambiente donde se guardan o exponen, por ejemplo, debería estar libre de mascotas, humo, humedad, excesiva luz solar, polvo, suciedad, etc. Un poco lo que se practica a diario en los museos, que de esto saben un poco. El deterioro por dejadez es imperdonable. Una buena colección de fotografías antiguas tiene que tener sus cuidados, por ejemplo.
Cualquier aficionado a la filatelia o la numismática entenderá a la perfección lo dicho. Ninguno de ellos, si se toma la colección en serio, amontonará sus ejemplares en una simple caja de cartón. Al contrario, invertirá cierto dinero para organizarlos en álbumes, bien protegidos. Lo mismo debería aplicarse a cualquier colección que se precie. Es la diferencia entre un montón de cachivaches y una serie de piezas que tienen una relación entre sí, bien ordenada y conservada.
¿Cómo crear el catálogo?
Existen muchas posibilidades, como es lógico. Una bien simple es llevar un registro en una libreta, un bloc de notas, etc. Es la más sencilla y económica, pero tiene sus puntos débiles. Es difícil reordenar los registros (a menos de que usemos una libreta con anillas y hojas intercambiables), tampoco facilita compartir los datos con los demás por vía telemática, etc. Creo que el bloc de notas o similar es adecuado como primer registro, el registro en bruto. El paso lógico siguiente es informatizarlo todo.
La informática nos rodea por todas partes, así que no es difícil encontrar soluciones ya hechas que pueden adaptarse a nuestras necesidades. Desde hojas de cálculo personalizadas, hasta sitios Web como Kolectia, pasando por todo tipo de aplicaciones para el ordenador personal, el teléfono móvil, etc. Hay aplicaciones específicas para organizar libros, películas, música, sellos, monedas, etc. Mi ideal sería una base de datos multidisciplinar, con multitud de opciones para poder organizar y catalogar cualquier pieza. Ya sea un abrigo utilizado en el rodaje de una película, un fósil primitivo o una jarra de cerámica. Todo con su registro completo, información detallada y fotografías ilustrativas (o incluso vídeos, cortes de sonido, etc.). Todo lo que de una visión clara de cada objeto, su función o su razón de ser, y por supuesto su valor.
Más de uno quedará sorprendido del valor que tiene en su casa, en sus estantes, en sus cajones, en sus vitrinas, etc. Y puede que entonces tome decisiones basándose en esa información. ¿Vale la pena seguir la colección? ¿Hay que cambiar alguna pieza? ¿Es necesario invertir para protegerla mejor? Surgirán mil preguntas y dudas. Quizás todo esto suene ajeno a quien va acumulando objetos con un fin común: tener una serie o un conjunto y poco más. Para el coleccionista innato, aquel que busca sin cesar nuevas piezas, con el peregrino objetivo de terminar algo, será en extremo útil conocer el estado de la cuestión. Y si el catálogo registra también dónde hemos encontrado la pieza (sea en una tienda de segunda mano, un centro comercial, o una subasta online), nos ayudará para próximas búsquedas y adquisiciones sin tener que volver a partir de cero.
Cualquiera que sea el sistema empleado debe ser ampliable, extensible y sin limitación de espacio o volumen. En la actualidad disponemos de unidades de almacenamiento de capacidades muy grandes que solucionarán este punto a un coste muy razonable. No hay excusas. Y como alternativa está el almacenamiento online, privado o público, que nos permite además acceder a la información desde cualquier punto en el que nos encontremos (como ejemplo la base de datos de placas de cava en xapes.net, mucho más útil que si nos dedicamos a crearla por nosotros mismos en nuestro ordenador y un día se nos estropea).
Colecciones finitas e infinitas
Tras merodear un tiempo por Kolectia y otros sitios similares, se observan dos tipos generales de colecciones: las finitas y las infinitas. Para distinguirlas pondré dos ejemplos claros. Una colección finita es la que consiste en una serie de objetos y no más. Un caso sería cualquier colección de cromos publicada. Tiene tantos ejemplares y ya está. La colección infinita es fácil de reconocer. Es aquella que nunca termina. Por ejemplo, una colección general de películas de cine. Cada día se publican cientos de ellas en el mundo. Por tanto, es infinita.
Cuando se trata de una colección infinita es interesante poder aprovecharse de las bases de datos disponibles en la red. ¿Para qué? Para obtener la información básica del objeto mediante una rápida consulta a la red. Como ejemplo tenemos los libros, codificados con su número de ISBN único, así como películas, música en soporte físico, cómics, revistas, videojuegos, etc. No vale la pena volver a escribir todos los detalles que ya se encuentran en la red. Esta opción está incorporada en las últimas aplicaciones aparecidas para gestionar este tipo de colecciones. Con un simple lector de códigos de barras, o con el propio teléfono inteligente, apuntamos al código y el dispositivo se conecta a la red, lee la información de la base de datos y rellena los campos en nuestros propios registros. ¡Con un solo clic!
Como puede verse, sistemas los hay, muchos y variados. Por decirlo de algún modo, no existe excusa alguna para no ser ordenado y tenerlo todo bien registrado y catalogado.
¡Ahora te toca a tí!
¿Aún no has hecho los deberes? Pues… ¡empieza ya! No esperes a tener mil piezas, comienza con una docena y cada nueva incorporación te llevará unos pocos minutos. ¡Vale la pena! O te pasará como a mí. Ahora enfréntate a todo ésto:
http://www.joanfuste.com/wp-content/...de-640x403.jpg
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
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Iniciado por
jfuste
¿Aún no has hecho los deberes? Pues… ¡empieza ya! No esperes a tener mil piezas, comienza con una docena y cada nueva incorporación te llevará unos pocos minutos. ¡Vale la pena! O te pasará como a mí. Ahora enfréntate a todo ésto:
http://www.joanfuste.com/wp-content/...de-640x403.jpg
Joan, si yo fuera tu intentaría ponerme un rato cada dia para organizarme ese espacio, por poco rato que sea valdría la pena. Ese techo inclinado lo aprovecharía para colgar posters enmarcados de tu película favorita, no hace falta mencionar cual... :p
Eso de...¡Vale la pena!O te pasará como a mí es una forma de aceptar la situación de tu colección, lucha contra ello, no te conformes, espacio tienes...pero la colección no está organizada. Dale duro compañero.
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
Por cierto, un post curioso. Creo que nos va a hacer razonar/opinar sobre nuestras propias colecciones.
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
¡Gracias! Cuando llegas a una edad... tienes que empezar a pensar en ciertas cosas... :D
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
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Steelmaniac
Joan, si yo fuera tu intentaría ponerme un rato cada dia para organizarme ese espacio, por poco rato que sea valdría la pena. Ese techo inclinado lo aprovecharía para colgar posters enmarcados de tu película favorita, no hace falta mencionar cual... :p
Eso de...¡Vale la pena!O te pasará como a mí es una forma de aceptar la situación de tu colección, lucha contra ello, no te conformes, espacio tienes...pero la colección no está organizada. Dale duro compañero.
Quizás me he explicado mal, organizado sí que lo tienes, pero tienes tantos "items" que es una locura :cuniao y una pena no poder exponerlo como se merece, ¿cuantos metros cuadrados tienes en esa habitacion Joan? La de chuches que tiene que haber en esa habitación bufff
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
Jorrrlll! Me salté tu anterior comentario! juas!
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Steelmaniac
Joan, si yo fuera tu intentaría ponerme un rato cada dia para organizarme ese espacio, por poco rato que sea valdría la pena. Ese techo inclinado lo aprovecharía para colgar posters enmarcados de tu película favorita, no hace falta mencionar cual... :p
Eso de...¡Vale la pena!O te pasará como a mí es una forma de aceptar la situación de tu colección, lucha contra ello, no te conformes, espacio tienes...pero la colección no está organizada. Dale duro compañero.
Si... ponerse un rato cuando te vas de casa al curro a las 6:30am y vuelves 12 horas más tarde... la verdad es que cuesta un poco. Y también hay familia... O sea que eso lo hago a "sábados" cuando la parienta me deja :fiu o cuando me harto. El conformismo no es mi lema, te lo aseguro. Soy como la gota Malaya... poco a poco, pero taladro!
El techo no está para posters. Casi tocaría de cabeza con ellos. Tengo un hueco de escalera enorme que quizás me plantee usarlo. El problema que tiene es una ventana por la que entra el sol a saco. Y claro, lo de siempre, colgarlos bien, con sus marcos, etc. y que te los jorobe la luz solar no es divertido. Estoy dándole vueltas a ver cómo lo puedo aprovechar. El "sí" ya lo tengo. :D
Mas que organizar en realidad prefiero terminar de catalogarlo todo. Ahora estoy con un nuevo modelo de esos "neuronales" (tiré el anterior por follonero) y creo que más o menos lo controlo. De ahí a pasarlo a una base de datos hay currele, pero... ¡se hará!
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Iniciado por
Steelmaniac
Quizás me he explicado mal, organizado sí que lo tienes, pero tienes tantos "items" que es una locura :cuniao y una pena no poder exponerlo como se merece, ¿cuantos metros cuadrados tienes en esa habitacion Joan? La de chuches que tiene que haber en esa habitación bufff
Organizado? Ahora está mejor que esa foto, que tiene algunos meses, pero no creas que demasiado más. Tienes razón en que es una locura. Hay miles de cosas ahí. La gran mayoría material impreso (libros, revistas, etc), de ahí que sea un trabajo colosal ponerse a revisarlo todo. Y lo que no se ve... que tengo en cajas de plástico en rincones y armarios.... :cortina
¿Metros? Poquísimos!!! Debería ser el lavadero de la casa, así que imagina. Unos 3,5m de ancho por unos 5 de largo. Poco para lo que tengo y quiero tener! Eso me obliga a una selección cada vez más difícil y más dura. Pero... como dije antes, se hará, vive Dios... Y el resto, a los armarios, o a reciclar!!
A ver si hago fotos nuevas. Que está mucho mejor que estaba.
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Re: Coleccionismo en genral - El mini-blog
Más razón que un santo. Creo que catalogar la colección es algo imprescindible. Quizás mañana me atropelle un camión y me gustaría que mi mujercita pudiese echar p´alante vendiendo cosas de mi colección.
Para catalogar, yo utilizo la web de Nakoko. Lo llevo todo incompleto, pero bueno... a ver si este verano me pongo un poco al día.
Cuando estaba más metido en el mundo de los coches clásicos, habían unas "guias de tasación" orientativas y pseudo oficiales que incluso se publicaban en algunas revistas del género. Ayudaban a que la gente que empezaba, no se gastara un dineral en un modelo de coche que no lo valía. Es raro que eso no exista en esto del coleccionismo, al menos en piezas más conocidas. Por otro lado, esa guía también conseguía el efecto contrario, que cada vez se consiguiesen menos gangas, al saber la gente el valor de lo que quería vender.
Muchas gracias, Joan. Me encantan tus aportaciones. :agradable
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Bien! Otra Web para estudiar! Se parece a Kolectia.com
Mi problema es que tengo hipercolecciones... :D pero siempre es bueno ver lo que hacen los demás. Por ahora estoy haciendo el mapa "hiperespacial" con Blade Runner y Philip K Dick (y se me ha colado Matrix por ahí... miré Vd...). A ver luego qué puedo hacer con los datos que exporta (a XML). Y si no, quedará un dibujito muy mono y tendré que hacerlo "a manita" como siempre (ampliar las fotos para ver algo!):
Nivel 1, la hipercolección
http://www.mybladerunner.com//files/...ain-nivel1.png
Nivel 2, los Props
http://www.mybladerunner.com//files/...vel2-props.png
Nivel 3, Props por Actores
http://www.mybladerunner.com//files/...characters.png
Nivel 3, Props por Clase
http://www.mybladerunner.com//files/...vel3-class.png
Nivel 3, Props por Localización / Escena
http://www.mybladerunner.com//files/...-locations.png
La "ventaja" de esta nueva estructuración es que una pieza puede estar en los tres niveles de Props a la vez... con lo cual puedes tirar del hilo a cualquier rama superior, por actor, escena, tipo, etc.
"Se va a vé un follonggg!!!!" pero... es divertido!!! :D
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Protección y conservación
Cuando una colección empieza a crecer es necesario plantearse varias cosas. Entre ellas cómo conservarla adecuadamente y como protegerla. Todos los inicios de colección empiezan igual. Una pieza, dos, diez, etc. hasta que el número crece hasta un punto en que es necesario hacerse estas preguntas, encontrar espacio dónde colocarlas, etc.
Hay piezas o temáticas que no requieren de mucho esfuerzo y otras en cambio nos obligan a tomar medidas extraordinarias. Vitrinas, luz ambiental, humedad, mascotas, humo, álbumes, cualquiera que sea el tema seguro que nos enfrentamos a algunos de estos aspectos y problemas.
El espacio
¿Coleccionas jarrones chinos? Necesitarás unos buenos estantes o incluso vitrinas para exponerlos adecuadamente. ¿Sellos o monedas? Unos buenos álbumes o bandejas. ¿Minerales y fósiles? Unos departamentos, cajitas, estuches serían lo ideal. ¿Películas? Volvemos a las estanterías.
Cada pieza necesita su espacio. Nadie se lo plantea al principio, a menos que la colección sea algo planificado de antemano, cosa que no es corriente. No conozco a nadie que piense "voy a coleccionar coches a escala, unos 1.000, y necesito una habitación de 10 m2 con dos paredes llenas de vitrinas y estantes de vidrio, iluminados indirectamente". ¿Verdad que no? No, todo surge a posteriori. Y quizás entonces es un verdadero problema. Hasta ese punto se han ido acumulando las piezas en cualquier espacio disponible. Algunos estantes, cajas de cartón, armarios, cualquier rincón. El día que queremos exponer y conservar las piezas surge la cuestión. El espacio es limitado, no hay un lugar preparado, el coste es elevado, etc.
Por eso vale la pena tener en cuenta el espacio cuando la colección ya tiene un cierto carácter. No es lo mismo un centenar de sellos que una decena de miles de veinte países, o una docena de libros o varios miles. Cada artículo requiere una conservación y espacio distintos, obvio.
El espacio debe contar con margen suficiente para poder ir creciendo (al ritmo de cada cual) y es importante evitar agentes contaminantes que pueden deteriorar tanto el mismo espacio como su contenido. La humedad, la excesiva luz natural o artificial, el humo (si somos fumadores), las mascotas (hay muchos coleccionistas que no aceptan una pieza procedente de un hogar donde hay animales), los insectos (si vivimos en el campo es fácil que se cuelen algunos), la excesiva temperatura y otros tantos agentes agresivos pueden estropearlo todo. Conviene un lugar seco, sin exceso de luz de cualquier clase, libre de parásitos y animales, con aire limpio y una temperatura más bien moderada tirando a baja. Los museos saben mucho de ello.
En el apartado de la luz lo ideal sería realmente poco práctico, ya que estaríamos prácticamente a oscuras o en penumbra. Los tejidos, papel, fotografías, etc. no son buenos compañeros de la luz. Así que hay que limitar las horas de exposición a luces potentes. Deben usarse sólo en momentos de exposición (cuando visitamos la colección, con amigos, etc.) y atenuarla lo más posible cuando las piezas están "en reposo" sin nadie presente.
La humedad no hace falta ni mencionar que es altamente nociva, y aparte del estropicio directo que provoca es también un foco para la generación de hongos y moho, altamente destructivo. Hay que evitarla a toda costa.
El humo y las mascotas se consideran más bien un contaminante desagradable por lo que dejan tras de sí. Malos olores, parásitos, etc. Mejor si el ambiente está libre de todo ello. No hablemos de los roedores, enemigos acérrimos de cualquier tipo de materiales.
Los insectos abarcan muchas posibilidades. Muchos de ellos son enemigos directos del papel, destruyéndolo y malbaratándolo. El espacio debe estar libre de tal plaga.
La temperatura puede estropear muchos tipos de objetos. La ideal sería demasiado baja para las personas (alrededor de 15º), no hace falta quizás llegar a tanto. Pero si el espacio destinado a la colección supera los 25º tenemos un problema. El aire acondicionado es una opción, siempre y cuando sea de calidad, sin generar humedad adicional.
Protección
Cuando hablo de protección me refiero a seguridad, a posibilidad de robo. Una colección de joyas es evidente que debe ser protegida. Si el tema elegido tiene un alto valor económico y muy patente, hay que invertir en vitrinas reforzadas, cierres, alarmas, etc. ¡Vaya! Dirá más de uno, pero así es. Colecciones las hay de todo tipo, no sólo de libros, cromos o monedas. Los objetos de más valor tienen que tratarse como tales, como tesoros, como joyas. Una parte de la inversión económica en tales objetos debe destinarse a asegurarlos, a protegerlos, a evitar que desaparezcan de la noche a la mañana, se por robo, incendio o cualquier otra causa.
Se da el caso de que una pieza en sí no tiene valor económico como para plantearse una solución de seguridad, pero el conjunto de la colección completa puede que sí. Como ejemplo, las colecciones de placas de cava. Algunas pueden llegar a valores de 30 o 40.000€. No está mal por unas cuantas placas ¿verdad? Lo mismo ocurre con sellos y monedas. Y con muchas otras piezas.
Tal vez el aspecto de conservación sea más familiar a todos que el de protección y seguridad. Sirva este breve comentario anterior para que se tengan en cuenta todos ellos.
Bibliografía
Hay bien poca documentación al respecto, apenas he encontrado un libro que habla del tema, escrito por un auténtico experto en conservación de museos en colaboración con otra persona nada vinculada a dicho mundo.
Saving Stuff
Don Williams, Louisa Jaggar
Touchstone, 2005)
http://www.amazon.com/Saving-Stuff-C.../dp/0743264169
Existen, eso sí, libros específicos para temas concretos, como conservación de fotografías, antigüedades, etc. Serán objeto de otros posts en el futuro.
http://www.joanfuste.com/wp-content/...-L-365x480.jpg
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Etiquetado de datos
Este artículo está orientado a programadores y analistas informáticos. Trata del eterno problema de la clasificación de datos, y por tanto se aparta un poco del ámbito del coleccionismo, aunque en buena medida es el catalogado de colecciones, la inspiración para el mismo. Se trata, pues, de una serie de pensamientos expresados en voz alta para intentar llegar a una solución final, o al menos lo suficiente buena como para satisfacer las necesidades expresadas.
Objetivo: categorizar de forma múltiple un registro utilizando etiquetas abitrarias.
El uso de etiquetas se contempla en diversos sistemas de jerarquización, clasificación y ordenación de datos, como la folcsonomía o la clasificación facetada (o colonada). En todos ellos existen diversas ventajas y desventajas de su uso.
Las desventajas o mejor dicho, las posibles incidencias que pueden ocurrir con una etiqueta son:
- Sinonimia, es decir, utilizar etiquetas que son sinónimos entre sí. Múltiples etiquetas para el mismo concepto.
- Homonimia. La misma etiqueta puede tener distintos significados.
- Polisemia. La misma etiqueta con múltiples significados relacionados.
¿De quién es la responsabilidad de eliminar o evitar estos posibles conflictos?
Una posible solución es contar con un Editor/Auditor de listas de etiquetas, que además pueden ser diferenciadas por campos o por tipo de atributos. Así, el responsable eliminaría duplicados o etiquetas que lleven a una mala interpretación.
Otra, contar con un Tesauro completo del idioma elegido y tratar de fijar los posibles conflictos. Wikipedia llama a éstos ambigüedades, lo cual es con seguridad lo más acertado. El usuario habitual de Wikipedia conocerá el término, ya que al buscar un concepto demasiado generalista suele aparecer una lista de posibles para evitar la ambigüedad.
La intermedia es que el Editor fabrique el Tesauro específico para cada disciplina y/o atributo a tratar.
¿Quién crea entonces el vocabulario propuesto?
Filosofía Wiki
Volviendo a la folcsonomía, qué duda cabe que lo mejor es que el usuario lo haga todo, y lo haga bien. Pero hay que saber filtrar los conflictos y ambigüedades.
Lo mejor es meterse en harina y trabajar con ejemplos reales, y así se ven las carencias del sistema y sus virtudes.
Uso mis propias colecciones para poner los ejemplos, ya que son los territorios que conozco mejor.
Item 1: Autógrafo de Edward J Olmos firmado en directo durante la Basauri Con 1.0 (Bilbao) (la foto le muestra en su papel de Gaff en Blade Runner).
Categorías posibles: Collectibles > Cine > Actores > Autógrafos
Etiquetas posibles: CINE, ACTOR, AUTOGRAFO, EDWARD J OLMOS, EJO, BASAURI, BILBAO, CON, COA, BLADE RUNNER, GAFF, B/N, 2010, ESPAÑA
Motivo de cada etiqueta:
CINE, el autógrafo pertenece a un actor de cine
ACTOR, el autógrafo pertenece a la profesión actor
EDWARD J OLMOS, el autógrafo está firmado por Edward J Olmos
EJO, es el acrónimo de Edward J Olmos, utilizado de forma común
BASAURI, localidad donde se celebró el evento
BILBAO, provincia donde pertenece Basauri, para mejor referencia
CON, Basauri Con es una Convención, quizás es ambiguo usar "CON"
COA, en inglés, Certify Of Authenticy, indica que es auténtico*
BLADE RUNNER, forma parte del universo o hipercolección Blade Runner
GAFF, es el personaje que aparece en la foto
B/N, la foto está en blanco y negro
2010, año del evento Basauri Con 1.0
ESPAÑA, país donde se celebró el evento
¿Sobra alguna? ¿Falta alguna?
*El uso de acrónimos o abreviaturas es muy frecuente en el idioma inglés (y más en el inglés americano). Puede ser una desventaja para quien no conozca cada una de ellas, pero también una ventaja para el etiquetaje de datos de forma resumida.
Una problemática que me ronda por la cabeza es cómo establecer relaciones entre etiquetas, ya sean jerárquicas -en árbol-, punto a punto, punto a múltiples, o cualquier otra combinación. Es decir, cómo saber qué etiquetas pueden colgar de una en particular, como si una etiqueta cualquiera pudiera tener ascendientes y descendientes, padres e hijos, ancestros, etc. En alguna parte debe existir un diccionario, una relación de etiquetas que nos informen de sus relaciones entre sí, de sus dependencias.
Por ejemplo, siguiendo en el ámbito del cine. Si tenemos una etiqueta llamada ACCION para determinar que el ítem etiquetado pertenece al cine de acción, esta etiqueta tiene una relación directa con la etiqueta CINE, sin duda. Pero, ¿sólo con ella? ACCION es un término general, que puede aplicarse a otras tantas disciplinas. ¿Se os ocurren algunas, aparte de CINE? ¿Qué tal la etiqueta VINTAGE? La podemos usar para referirnos a DISEÑO, CINE, MODA, MOBILIARIO, etc. ¿Cómo relacionamos las anteriores propuestas con VINTAGE de forma directa?
Estoy pensando en un usuario que busca por el término VINTAGE (como etiqueta, no como parte del texto) y quiere llegar a MODA VINTAGE. Lo lógico sería qué, además, seleccionara la etiqueta MODA, ¿no? Una solución es que el motor de búsquedas presente una lista de posibles etiquetas relacionadas con VINTAGE (como la lista anterior) y el usuario marque aquellas que crea convenientes para su búsqueda:
El usuario indica VINTAGE
Aparece una lista tal que: CINE, AUTOMOVILES, DISEÑO, ESTETICA, FOTOGRAFIA, JUEGO, MOBILIARIO, MODA ...
Y aquí el usuario marca una o más de estas etiquetas para acotar la búsqueda.
Seguimos con el mismo camino, y CINE puede tener toda una serie de propuestas en forma de una segunda lista:
ACCION, ANIMACION, COMEDIA, CIENCIA-FICCION, DOCUMENTAL, DRAMA, ENSAYO, MUSICAL, SUSPENSE ...
Y el usuario seguiría marcando criterios.
El mismo proceso puede eternizarse. Por tanto es conveniente limitar a unos cuantos niveles la profundidad a la que se puede llegar por este método.
Observemos que el ejemplo empieza por VINTAGE para llegar quizás a cine dramático. Puede que no sea el mejor camino. Pero el interés primero del usuario es VINTAGE, no CINE. He aquí la potencia y flexibilidad de búsqueda y filtrado de información que puede ofrecer el método de etiquetas con subetiquetas (o ámbitos, espacio de nombres, territorios, disciplinas, cualquier término que se nos ocurra).
Siguiendo con el ejemplo, ¿qué pasa con los sinónimos no ambiguos? Vintage puede entenderse como retro*, de época, raro, selecto, original, maduro, superior, venerable, etc. Cada término tiene su propio matiz, por supuesto. ¿Cuáles aceptaremos como sinónimos indiscutibles de vintage?
*Una definición de vintage nos la ofrece Wikipedia: Vintage es el término empleado para referirse a objetos o accesorios de calidad que presentan cierta edad, los cuales sin embargo no pueden aun catalogarse como antigüedades. En la actualidad, el término se ha generalizado y se utiliza para designar instrumentos musicales, automóviles, libros o fotografías.
Diccionarios y subdiccionarios
Con lo visto tenemos más o menos claro que hay que evitar la ambigüedad y la inexactitud de significados en cada etiqueta (mediante listas de sinónimos o equivalentes que sean intercambiables entre sí a todo nivel). Luego, cada etiqueta puede disponer de una serie de nexos de unión con una lista de otras etiquetas. Sólo con estas dos premisas el sistema se vuelve lo suficientemente flexible como para realizar búsquedas complejas, con filtro paso a paso si se quiere, para ir escarbando en la montaña de arena que son nuestros datos, y encontrar el escarabajo de oro bajo ella.
Redes neuronales
Si somos un espíritu libre, quizás todo lo anterior no nos sirva. Sin límites, diríamos. Pues... hay una alternativa, usar redes neuronales o lo más parecido a ellas. Una aplicación como TheBrain, pensada para organizar ideas, nos permite crear nodos interconectados con niveles jerárquicos (modelo padre-hijo) y niveles en paralelo (enlaces, conexiones), con lo que los límites del árbol se desvanecen. Eso sí, el resultado puede convertirse en un auténtico embrollo, una maraña de conexiones digna de cualquier cerebro (de ahí el nombre del programa seguramente). Para que se vea un poco qué puede suceder si nos dejamos llevar, valga más una imagen que mil palabras. ¿Alguien se atreve a tirar de un hilo cualquiera? Sin embargo, TheBrain posee características muy útiles que facilitarán su uso. La búsqueda, por ejemplo, nos permite encontrar cualquier término sin necesidad de navegar por toda la nube de pensamientos.Cada nodo puede contener información adicional como etiquetas, notas, enlaces a carpetas, a páginas, a imágenes, etc. Por tanto, aparte del esquema en pantalla contamos con datos conectados y físicamente dispuestos en nuestro ordenador como documentos habituales.
Es sólo uno de los muchos programas usados para esquemas mentales. Y luce así:
http://www.joanfuste.com/wp-content/...57-640x277.png
Formación
Sea el sistema o método elegido para implementar en el tratamiento de la información, es necesario que el usuario tenga una cierta formación. Formación orientada a la búsqueda, a saber cómo localizar un dato preciso a partir de palabras clave, términos, listas, etc. No es poca la gente que dice "yo no encuentro nada en Internet" (o en Google, dado que es frecuente la confusión entre Internet y Google como si éste fuera todo Internet). El problema radica en no estar familiarizado con la búsqueda. Para compararlo con el mundo de los átomos, el analógico, el físico, el real, digamos que a cualquiera le pasaría lo mismo si no está familiarizado con el abecedario, y por tanto con el orden alfabético, y tiene que localizar una palabra o cualquier otro concepto en una lista ordenada (diccionario, catálogo, etc.). En el caso de Internet la complejidad es mayor, pero se basa en cuatro conceptos base. Vale la pena entretenerse un poco con la ayuda de Google para conocer las opciones disponibles, y también formarse un cierto criterio para elegir los mejores términos (palabras) y exclusiones o inclusiones. En lugar de obtener 10.000.000 de resultados conseguiremos un centenar o menos, un conjunto de resultados práctico. 10 millones de resultados resultan inútiles.
Es un tópico, pero la formación es básica para muchas cosas, y para el tratamiento de datos, de información, es más que necesaria. Trataré este aspecto en otro artículo.
Bibliografía en la Wiki
Taxonomía de Linneo
Clasificación colonada de Ranganathan
Folcsonomía
Ontología
Búsqueda y operadores simples en Google
Redes neuronales
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Seguiré con atención las futuras entregas ya que lo considero muy interesante.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Cita:
Iniciado por
zethander
Seguiré con atención las futuras entregas ya que lo considero muy interesante.
+ 1, jajajaajajaj
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Valor de una colección
Me gusta empezar con la definición "oficial" de una palabra para luego hablar sobre ella, su concepto, etc. Hoy me encuentro con que la palabra valor tiene una elevada cantidad de significados, tantos que llenaría el artículo con ellos. Así que opto por resumir los que me parecen pertinentes en el mundo del coleccionismo. El resto puede ser consultado en el propio diccionario de la RAE usando el enlace en la propia palabra siguiente:
valor.
(Del lat. valor, -ōris).
1. m. Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite.
2. m. Cualidad de las cosas, en virtud de la cual se da por poseerlas cierta suma de dinero o equivalente.
3. m. Alcance de la significación o importancia de una cosa, acción, palabra o frase.
~ facial.
1. m. En filatelia, valor impreso en el sello a efectos de franqueo, a diferencia del valor de mercado o colección.
Tras esta breve introducción, hablaré hoy del valor de una colección desde los supuestos anteriores. Me quedo con la definición 1 por cuanto tiene de subjetividad. Con la 2 por el evidente sentido económico. Y la 3 porque añade un pequeño matiz a agregar a la subjetividad. El anexo de valor facial en filatelia es puro comentario. Se cita el valor impreso o facil a diferencia del valor de mercado o colección, pero en cambio no existe entrada alguna para esto último, es decir, para el valor de mercado o colección. Curioso.
Así pues este pequeño artículo intentará llenar el hueco del diccionario. Sin pretensiones. Son sólo reflexiones de quien practica el coleccionismo desde hace décadas. Nada más.
Muchas son las ocasiones en que leo, escucho o veo que alguien valora una colección. En sentido positivo o negativo. Se dan tres posibles escenarios, a saber:
- valoración ajustada tanto en sentido económico como cultural, sentimental, etc.
- valoración superlativa y exagerada, sea por la parte económica u otra.
- valoración peyorativa y exagerada, igual que la anterior, siguiendo más los criterios subjetivos que los meramente económicos.
En el primer caso tenemos a un experto en la materia y temática. Cito los tasadores de arte, biliófilos / bibliotecarios, anticuarios y otras tantas profesiones que se relacionan con este aspecto. También incluyo coleccionistas con criterio. Como me parecen, a priori, justas y objetivas, no son el tema a tratar.
En el segundo la exageración se concentra en valorar muy por encima de la realidad una colección determinada. Si es por el factor económico, faltaría saber si es el valor real, el valor de mercado, o bien una valoración especulativa e incierta la que lleva a la exageración. O bien si el interés del calificador (el propio coleccionista, un tasador, marchante, vendedor, etc.) hace que su percepción evaluativa esté completamente fuera de lugar.
El tercer y último caso se da más con las colecciones ajenas que con las propias. Es una forma de diferenciarse de ellas, subestimándolas y despreciándolas. No suele ser el sujeto que inflije este agravio quien pudiera interesarse por ellas, y es por eso que las repudia cual enfermo contagioso. O es pura envidia, quién sabe. La mejor recomendación en este sentido es la ignorancia pura y dura. Es un callejón sin salida.
¿Qué valor le doy yo a mi colección?
Esa es la pregunta del millón. La que vale la pena responder. Y no otra como "¿Qué valor le dan los demás a mi colección?", a menos que entremos en matices.
El coleccionista podría preguntarse: ¿Por qué empecé una colección determinada? Pues porque me gustaba el tema, la estética, estaba de moda, cualquier cosa. Más tarde me entró la pasión por dicho tema y a partir de ahí se convirtió en algo personal e intransferible. Incluso comparada con una colección similar, de otro coleccionista, la mía es la que me interesa más. Siempre. Las otras pueden servir como referencias, quizás para intercambios, para localizar nuevas piezas o conocerlas al menos. Y llegados a este punto somos como padres de una criatura, y la vemos la más guapa del mundo. ¡Eso es así sí o sí! Y no hay más vueltas que darle.
Si recibo elogios por alguna colección, sin duda alguna se agradecen, pero no hay que dejar que nos suba la fama a la cabeza. Si por el contrario recibo exabruptos, no hay mejor solución que pasar del tema. Como las críticas. Igual. ¿Acaso servirá para algo enzarzarse en una discusión estéril? No. El coleccionista sigue su camino, concentrado en lo que a él, y sólo a él, le interesa. El resto es ruido, contaminación, propaganda. Inútil, vamos.
Por tanto, ¿qué valor le doy yo a mi colección? es la pregunta que cada cual debe hacerse, o se hace, al menos una vez. ¿Sentimental? Bien, no hay nada malo en ello. ¿Económica? Tampoco hay nada malo. Y si se dan los dos criterios a la vez, tampoco pasa nada. Diría que es lo más lógico y normal. Los valores suelen ser subjetivos en alguna parte, así que nadie valorará igual una pieza, una serie, o toda una nuestra colección. Tendrá sus propios criterios y evaluará de forma distinta. No hay razón para que coincida con nosotros. Incido en la palabra criterio. Y también en el sentido común. Ambos van de la mano y escasean en muchos ámbitos de la vida, no iba a ser el coleccionismo la excepción.
Por ejemplo, una pieza que ha costado un buen dinero tendrá un valor evidente, monetario. ¿Y no será mayor el de una pieza que nos ha costado años de búsqueda, de espera y de desesperación? Esos hallazgos que se nos resisten por mil motivos, una vez se materializan, tienen muchísimo más valor que otros. Sea una firma de un famoso, una pieza hecha por encargo, una pieza única, etc. No tienen precio. El componente emocional es difícil de cuantificar, y menos económicamente. Coleccionar y especular son cosas diferentes. En todo caso existe una opción perfectamente válida cuando ello es posible: hacerse con más de un ejemplar. Uno para disfrutarlo, otro para invertir.
En el caso de los bibliófilos me he topado con un ejemplo interesante. Aparte de todo lo demás, el individuo en cuestión (puedo buscar el caso en mi bibliografía), se hacía con tres ejemplares de todos sus libros. Uno para disfrutarlo, otro par archivarlo sin mácula alguna (o no degradarlo más de lo que ya pudiera estar), y el tercero para poder prestarlo a los amigos. Un caso un poco extremo, pero ilustra la meta del sujeto en cuestión: disfrutar, aunque eso signifique degradar el ejemplar, archivar y conservar, y no negar a nadie poder disfrutar asimismo de esos hallazgos. Un objetivo global, vamos. Nada de esconder los hallazgos para uno mismo. Compartirlos, pero ¿a qué coste?
Personalmente la tercera opción no la contemplo. No de forma general. Hay ejemplares que no se pueden prestar, ni que haya cinco copias en los estantes. No por el libro u objeto en sí, sino por las (malas) manos en las que caiga. El cuidado que pone el coleccionista en sus cosas no será nunca el mismo que el de un extraño. Es como prestar el coche o la estilográfica. Recuerda la última vez que le mostraste un artbook a alguien. Si dejas que lo manosee, lo manoseará, sin duda. Pocas veces encuentras a alguien que lo trata con delicadeza, apenas rozando las páginas y no digo ya quien te pide que seas tú quien pase las páginas, o te pregunta si tienes guantes blancos de algodón (¿increible? no no, para nada).
Así pues, dejando al margen el "maldito parné", seguimos con la pregunta inicial: ¿qué vale tu colección? ¿Qué sentimientos has dejado enterrados en ella? ¿Cuáles afloran cuando la contemplas o tratas una pieza? ¿Que sientes por dentro al pensar en ella?
Finalmente todo es subjetivo porque no puede ser de otro modo. Si no no seríamos humanos, seres emocionales, sino... ¡replicantes!
http://www.joanfuste.com/wp-content/...-L-640x427.jpg
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Tienes toda la razón con lo de los prestamos a terceros.
Antes presto a la parienta, que alguna de mis queridas "joyas". :cuniao
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Como te lea te casca! Aunque a estas alturas, seguro que lo tiene ya clarísimo.... :P :P :P
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
¡Vaya! Se me había pasado totalmente este hilo.
Esta semana estuve leyendo el de la "La colección como una inversión de futuro" en tu Web y estaba interesante, je. Seguro que poco a poco iré leyendo el resto de los que publicas. Se aprende y se hacen entretenidos, entre otras cosas porque pienso que quien más quien menos se siente indentificado con lo que escribes.
Con tu permiso quizá algún día me anime y escriba uno sobre hojalatas y otras hierbas...
Ánimo y no dejes de hacer lo que te gusta, que gusta a muchos!
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
¡Muchas gracias compañero! Eso anima a escribir más, qué duda cabe. Tengo un par más en la cocina, a fuego lento. Y en la recámara unos cuantos más, sobretodo de conservación y prevención. Estos pequeños artículos estaban pendientes siempre, hasta que me he decidido a usar mi blog personal para publicarlos y dejarme ya de tanto dominio específico.
De paso se publican en Facebook automáticamente, en Kolectia y aquí, por supuesto.
¿Hojalata dices? Ah, pues será bienvenido, claro que sí. Cada cual tiene que hablar de lo que conoce mejor. Por ahora escribo en general, pero ya llegaré a ese punto concreto en algunas de mis colecciones, sin duda. El coleccionismo, en general, da para muchísimo...
Tampoco me importará recibir sugerencias para escribir sobre algún interés determinado. Lo de investigar y resumir información me gusta desde hace años. Era uno de mis cometidos cuando escribía la revista informática HOT Shareware. 51 meses buscando información sobre software y escribiendo dos artículos extensos en cada número me dieron alguna que otra herramienta para hacer este tipo de cosas.... :D
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Catalogación y Clasificación
En artículos anteriores he hablado de la necesidad de catalogar y clasificar nuestras colecciones. Independientemente del sistema utilizado, ya sea una libreta y un lápiz o una compleja aplicación informática, es frecuente encontrarse con no saber qué información registrar en el catálogo. En el mercado existen aplicaciones genéricas, como hojas de cálculo y bases de datos, las cuales son buenas soluciones para cualquier tipo de colección, siempre que se utilicen aquellos campos* que identifiquen claramente cada pieza dentro del conjunto. Por otra parte están las aplicaciones dedicadas, temáticas por así decirlo, orientadas a tipos de colección muy populares o comunes. Suelen ser exhaustivas hasta el punto de contemplar informaciones muy detalladas. En contraposición a las soluciones generales y abiertas, éstas ofrecen una plataforma ya diseñada y pensada para que el trabajo de catalogación se centre en recopilar la información y no a pensar en cuál debe ser la estructura de cada una de las fichas (o registros).
La decisión es personal. Tanto si es una hoja de cálculo como una base de datos abierta, la flexibilidad puede sernos útil para añadir campos muy personalizados, pero por otro lado es posible omitir o no pensar en algunos que quizás son importantes y no se han tenido en cuenta. La aplicación dedicada, por otra parte, obliga a ceñirse a un esquema establecido y puede dar la sensación de que hay mucho más detalle del que se necesita.
¿Cuál es el contenido de una ficha para un tema determinado?
Cuando se tiene experiencia en el tema de la colección, será más fácil saber qué es necesario y qué no. Sea por el volumen de información que representa la colección en sí misma, sea por la maestría en la temática o por el conocimiento adquirido. Al contrario, el coleccionista primerizo debe encontrar algún tipo de referencia que le ayude en su cometido.
Aquí entra en juego mi idea de construir plantillas para cada caso. Lo ideal es que cada experto en una materia diseñe la suya, y todas juntas formen un archivo de plantillas para que cada cual pueda utilizarlas, adaptarlas a sus propias necesidades y conseguir el objetivo primordial: catalogar su colección. Algunos campos son prácticamente imprescindibles y comunes a toda colección. Por ejemplo, Epoca, referido a el siglo, año o incluso una fecha concreta que puede ser el origen de la pieza en cuestión, o País/Origen, también útil para saber de dónde procede la misma. Añadir un identificador, llamado ID, o Código, es muy útil para identificar de forma inequívoca cada pieza. Algunas cosas como libros, películas, etc. tienen, en su mayoría, un código único, el ISSN o ISBN, pero no todas. Los códigos son, pues, una forma de establecer la "matrícula" por así decir de cada objeto. Pero esto puede ser motivo de todo un artículo por separado.
Resumiendo, seguiremos hablando de catálogos con plantillas y también de códigos o claves.
*campo: 15. m. Inform. En un registro, espacio usado para una categoría particular de datos.
Recursos:
Collectorz.com - Aplicaciones dedicadas para la catalogación de libros, películas, música, comics, etc. Disponibles en modo escritorio, online y para móviles. Leen información de libros y otros elementos desde Internet a través del código de barras de forma manual o por medio de un scanner láser de bajo coste.
http://www.joanfuste.com/wp-content/...een-intro1.jpg
MyStuff2 - App para iPhone/iPad consistente en una base de datos de formato abierto. Permite jerarquías de grupos y categorías. Cada ficha puede pesonalizarse a gusto del consumidor. Lee información de libros y otros elementos desde Internet a través del código de barras con la cámara del móvil.
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LEGO Minifigures Collector - App para iPhone/iPad. Si coleccionas minifiguras de Lego, esta es tu aplicación.
http://www.joanfuste.com/wp-content/...320x480-75.jpg
ArteCode: Aplicaciones para coleccionistas de sellos y monedas. En español.
Páginas Web para coleccionistas:
Curicon: Curicon - The Home of the Collector, Geek & Pop-Culture Fanatic - Red social, comparte tu colección online (inglés).
Kolectia: http://www.kolectia.com - Red social, comparte tu colección online (español).
Colnect: http://colnect.com/ - Red social, comparte tu colección online (es multiidioma).
MundoDVD: https://www.mundodvd.com - Foro de cine y de coleccionismo (de cine, merchandising, etc).
Xapes.net: http://www.xapes.net - Base de datos para coleccionistas de placas de cava, champagne y espumosos (catalán, español).
Ilustrum: http://www.ilustrum.com - Colecciona cromos virtuales (multiidioma).
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Es un tema lateral, y recurrente, pero nos afecta aquí por cuanto esto, además de una comunidad dedicada al cine y al coleccionismo del mismo, es, obviamente, un foro:
Trolls
Estaba por escribir un artículo sobre los trolls, esos personajes que se inmiscuyen en cualquier foro de debate para hacer de las suyas, pero buscando información creo que el artículo actual en la Wikipedia es más que completo y deja claro lo qué es y no es un troll.
Os invito a leerlo con atención: Troll (Internet) - Wikipedia, la enciclopedia libre
http://www.joanfuste.com/wp-content/...roll-foros.jpg
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Rescato este texto de un grupo de coleccionismo de Venezuela con el que podremos estar más o menos de acuerdo, pero creo que es interesante.
¿Qué dicen los psicólogos de los coleccionistas?
En su ensayo: historia y coleccionismo, Eduard Fuchs define al coleccionista en un individuo perteneciente a las minorías más excéntricas y complejas de la sociedad.
Al coleccionista le mueve principalmente el deseo de posesión. Con su comportamiento busca objectualizar el legado del pasado y de convertirlo en un valioso tesoro. Una especie de ritual que en casos muy aislados se puede hacer patológica. Vallejo-Nájera llegó a considerar el coleccionismo como una “patología sana”
El coleccionista invierte tiempo y dinero en una afición suavemente obsesiva: acopiar objetos de una misma gama, series de cosas que él considera en sí mismas valiosas.
Visión positiva del Coleccionismo
Esa “sanidad” de la que hablaba Vallejo-Nájera se constata a través de numerosos estudios que demuestran los beneficios que conlleva el coleccionismo:
. Como el desarrollar la capacidad intelectual y la sociabilidad,
. La tendencia por el orden y el ahorro
. Un reposo físico y psíquico
Otras investigaciones han corroborado que el coleccionismo ayuda a servir como un remedio contra las vicisitudes y las prisas de la vida moderna.
Muchos médicos recomiendan a ciertas personas el coleccionismo , principalmente a pacientes que se recuperan de problemas de estrés o cardiacos. Y es que el coleccionismo debe vivirse como una afición flexible, que puede y debe convivir perfectamente con otras aficiones o actividades, pero que conlleva hábitos de conducta “sanos” que se mantienen durante toda la vida, como el carácter voluntarioso, constante, metódico y apasionado por la ocupación del tiempo libre, y que encierra la satisfacción personal por la posesión de algo único e irrepetible.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
¡Concozco esa cita! Será porque Álvaro Armero la usa también en su libro "Por eso coleccionamos", uno de los libros que tengo entre manos estos días.
Vallejo-Nájera me gusta en algunas de sus opiniones y escritos (como Locos Egreguios) pero en este caso concreto no comparto para nada su opinión. Nada de "patalogía". Creo que es algo más que eso, más innato y menos morboso y enfermizo de lo que se puede llegar a presentar.
Una cosa es ser extravagante y otra excéntrico. Y lo mismo opino entre un coleccionista y alguien que padece un transtorno obsesivo compulsivo (y lo manifiesta de mil formas, una de ellas coleccionando de forma desordenada o desaforada).
Me quedo con la parte salubre de esta práctica. Además de que, ¿no era de pequeños que nos inflaban a cromos? Pues... ahora que se queje Rita la Pastora.... :D
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Dentro de la temática del coleccionismo dedicada al cine, y más concretamente a los props (atrezzo), no hay demasiada bibliografía editada, y menos aún en español. De todos modos algún título va apareciendo de vez en cuando. Como éstos dos, en inglés:
STAGE SOURCE BOOK – PROPS
Gill Davies
http://www.joanfuste.com/wp-content/...87-358x480.jpg
CREATE YOUR OWN STAGE PROPS
Jacquie Govier
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Para amantes de los libros, o simples estudiosos de la bibliofilia y otras filias relativas a los libros, me parece interesante la siguiente selección:
TOCAR LOS LIBROS
Jesús Marchamalo
Un pequeño opúsculo (disponibles en formato digital en versiones anteriores), en el que se relata la relación entre el sujeto y el libro, puro amor del primero por el segundo. Breve pero entretenido. Y con curiosas anécdotas que vale la pena conocer.
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ENFERMOS DEL LIBRO
Breviario personal de bibliopatías propias y ajenas
Miguel Albero
Completísimo compendio de filias relacionadas con los libros. Desde la bibliofilia, seguramente no tan bien conocida como se cree, hasta la bibliofagia o la biblioclastia. Las parafilias rlativas al libro van desde el amor por ellos exacerbado hasta el odio más visceral por los mismos. En ocasiones algo denso, pero informativo. Sorprendente en algunos de los casos expuestos.
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MODERN BOOK COLLECTING
Robert A. Wilson
Un clásico, que a pesar de su edad (más de 30 años de la primera edición) sigue siendo interesantísimo para todo aquel que quiera dedicarse a coleccionar libros con un cierto método. Cómo coleccionar, qué coleccionar, dónde encontrar y buscar los ejemplares deseados, y un sinfín de consejos prácticos para no perderse en la espesura de un bosque interminable. El título se refiere a coleccionar libros “modernos”, es decir, aquellos que se publicaron a partir de la Segunda Guerra Mundial, pero el autor insiste en que su método y consejos son aplicables a cualquier época, temática o preferencia del coleccionista.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Un gran hilo, sí señor. Tanto como a veces os dije una cosa, os digo ahora la otra. Muy interesante para nosotros.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
La Netiqueta y el Coleccionismo
http://www.joanfuste.com/wp-content/.../netiqueta.jpg
Hoy abordaré el tema de la “netiqueta”, es decir, las normas de convivencia no escritas que se aplican o deben aplicar en la red. Y lo haré relacionado con la comunidad de coleccionistas. Las normas generales se aplican, como no, a toda comunidad, foro, grupo, etc. Y siguiendo las definiciones que pueden encontrarse en Wikipedia, haré una adaptación al tema que nos ocupa, es decir, el coleccionista.
Ahorrando el texto completo, puede decirse que la netiqueta es el conjunto de reglas que regulan el comportamiento de un usuario (aquí coleccionista), dentro de un grupo o comunidad, así como en el uso del correo electrónico. Básicamente se trata de un sistema de “honor”, sin que el infractor reciba ningún castigo por infringirlo.
Lo podemos ver como un protocolo de forma de actuar cuando nos amparamos en el anonimato, o en el escudo que ofrece una identidad virtual. Sin embargo esto no siempre es así, y hay quien no duda en transgredir sus preceptos a cara descubierta.
¿Cuál es el ámbito de la netiqueta?
Como he dicho, estas normas sociales se aplican de forma amplia, pero para abreviar, citaré las que me parecen más oportunas:
- Correo electrónico: cómo dirigirnos a los demás, qué contenidos tiene el mensaje (publicidad, spam, etc), los archivos adjuntos, el uso de mayúsculas, etc.
- Foros: nivel del lenguaje utilizado, formato del mensaje, distinción de ambiente (es decir, saber en qué contexto se produce un debate), etc.
- Blogs: comentarios formales o informales, pertinencia del comentario al tema tratado, respeto a otras opiniones, etc.
- Chat: conciencia de las limitaciones del servidor (evitando el flooding, limitando el tamaño de los ficheros), respeto a la temática de la sala, uso moderado de iconos, etc.
Identificando problemas
Con el incremento constante del número de usuarios y la expansión de la red, llegan también aquellas personas que perjudican a la comunidad. Aparecen insultos, alegatos kilométricos y en suma, mensajes que no aportan nada, excepto dañar y molestar al sistema.
La urbanidad se impone como necesaria, exigiendo el respeto mutuo para evitar que la red se convierta en un sistema lesivo para el usuario. Aparecen figuras como los moderadores (un nivel inferior al de los administradores o propietarios de una comunidad concreta). Personas que velan por el cumplimiento de la normativa, más o menos relajada, más o menos rigurosa.
Las reglas que adopta un moderador suelen ser:
- No hay que olvidar jamás que quien lee el mensaje es un ser humano con sentimientos susceptibles de ser lastimados.
- Comportarse en la red igual que lo haríamos en la vida real.
- Evitar escribir todo el texto en mayúsculas, ya que se considera igual que gritar, dificulta la lectura y en definitiva, es molesto.
- Mientras estés en línea, muestra tu cara amable.
- Respetar el tiempo y ancha de banda de los demás.
- Las comunidades existen para compartir conocimiento, no trifulcas.
- Ayuda a mantener un ambiente sano y educativo.
- Respetar, ante todo, la privacidad de los demás. Agruparse para ir en contra de una persona es cuando menos reprobable.
- Nunca abusar de poder (moderadores, administradores, etc.)
- Ser objetivo con temas cuyo bien primordial no afecte al general.
El coleccionista como usuario
Aquí es donde quiero llegar con la netiqueta. Los puntos anteriores son totalmente aplicables, por supuesto. Y algunos de ellos cabe desarrollarlos sutilmente o ampliamente en el ambiente del coleccionismo.
Los sentimientos son una parte importante en toda colección. Es una actividad con alta carga emocional. Y es mucho mejor ignorar o dejar pasar un tema, porque no nos agrada o no coincide con nuestros gustos, que atacar y menospreciar la afición de un colega (porque todos los coleccionistas debemos considerarnos colegas, no enemigos ni competencia).
Compartir conocimiento se hace a veces difícil. Me refiero a información que puede facilitar las cosas a un compañero, como una oportunidad interesante, una oferta única, etc. En ocasiones el individuo prefiere guardarse dicha información, aunque ni siquiera le beneficie directamente. Sólo por no compartirla con otros esa información se convierte en “secreto de estado”. ¿Qué utilidad tiene actuar así? Ninguna.
En contraposición, y ligando con el punto anterior, no se trata de que la red sea un camino de rosas, pero es más fácil mantener un ambiente relajado cuando se producen agradecimientos y elogios, que cuando, al contrario, los mensajes consisten en críticas destructivas e insultos. Ello conlleva un ingente número de réplicas que van subiendo de tono y desembocan en un estallido innecesario de exabruptos absolutamente estériles. Por ello se recomienda que en el caso de que un usuario tenga algún conflicto con nosotros, tratemos las diferencias en privado, y no en público.
La privacidad también tiene sus connotaciones en esta afición. Preguntar abiertamente por el coste de una pieza es de mal gusto. Si quien ha adquirido un artículo no asequible para todo el mundo quiere dar esa información, ya lo hará. No es necesario preguntar. Como haríamos en la vida real. Es verdad que hay personas con tendencia a preguntar siempre por el valor de las cosas. En la red es tan molesto como fuera de ella.
La cooperación entre coleccionistas es fundamental para el crecimiento de la comunidad y de las pertinentes colecciones. Nunca se sabe por dónde llegará una pista que nos dirija correctamente en el buen camino. Por tanto, ¿no es mejor tener buenas relaciones con todos? No hay que argumentar aquí que esto puede verse como hipocresía para beneficio propio. Hay que verlo como las amistades de la vida real. Quien las tenga por interés no puede ser considerado amigo como tal. En la red es lo mismo, pero no por eso dejamos de encontrar personas de muy alto nivel moral que se convierten en verdaderos amigos con el paso del tiempo. Una buena red de amigos hace que la red de redes sea lo que pretende: una herramienta de comunicación global y omnipresente en lugar de un catalizador para nuestra sobrecarga de adrenalina. Para eso existen otros métodos más recomendables, como el deporte, el trabajo duro, o la terapia.
El coleccionista es una persona con una determinada sensibilidad por los objetos, excéntrico, extravagante, sí, y también cuidadoso, metódico, constante. Tener en cuenta ese talante, esa idiosincrasia, esa subjetividad, es fundamental para no malinterpretar un comentario y encender la llama de la discordia.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Está muy claro tu punto de vista valdemag.
Pero entenderás que este post abierto por jfuste, sirve para obtener por parte de los foreros distintos enfoques a la hora de tratar nuestras colecciones.
Lógicamente cada cual sacará las conclusiones que considere oportunas e interesantes en cada uno de los artículos que publique.
Por tanto no es necesario que en cada aportación tengas OBLIGATORIAMENTE que hacer un comentario sobre ellas.
Son explicaciones para ampliar nuestros conceptos de Colección y de Coleccionismo.
Si tu único aporte a este post va ser el de "pues sí... pues no..." creo que tienes otros post por ahí donde opinar y dejar este para que fjuste nos asesore y no que tenga que justificar sus escritos constantemente. Gracias.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Este hilo está abierto a todo comentario, faltaría más, no pretende ser ningún tratado erudito sobre coleccionismo. Sólo refleja lo que voy encontrando por el camino, la bibliografía que intento recopilar (que tampoco hay tanta) y de paso ofrecer algunas cápsulas de saber o conocimiento para quién quiera aprovecharlas. También para quien quiera debatirlas, por supuesto.
Estoy de acuerdo con LEMOR en que un "me gusta / no me gusta" no es el objetivo. Tal vez cuestionar tal o cual tema, o tal o cual afirmación, con su argumentación y demás, sea lo más adecuado. O lo más interesante, digámoslo así. El debate enriquece, como la crítica constructiva. Lo demás es sólo ruido. Y lo digo en general.
La idiosincrasia del coleccionista, por más libros y artículos que leo, siempre va a parar hacia lo nefasto en el aspecto social: extravagancia (no ser vago muchas veces, eso no! :D ), excentricidad (raritos si que somos), sociopatía (muchos están en su cueva y no salen de ella), y todo un conjunto de calificativos que a mí no me corresponde negar o afirmar. Pero no los comparto!!! Ni me considero extravagante, ni excéntrico (un poco rarote quizás) ni mucho menos sociópata. Celoso? Pues un poquito. Celo por lo que quiero conservar, no envidia por lo que no tengo. Y ese es el camino que quiero seguir con estos pequeños aportes. Encontrar una verdadera personalidad tras el coleccionista.
Aparte de aspectos prácticos, por supuesto, como los orientados al orden, la conservación, etc.
Todo lo demás, la subjetividad, la dejo para el plano particular y personal de cada uno. En este foro, así como en mi blog principal y allí donde comparta mis ideas, lo que busco es la comunicación y la intercomunicación. Para bien, claro está.
Y repito, generalizo. No pienso aludir a nada ni a nadie, ni aquí ni allá. Quien se sienta aludido, pues nada, ya sabe lo que tiene que hacer. Comentar, argumentar, debatir, o enviarme un privado. ¿No es ésto acaso un foro? Pues eso.
No he visto ningún comentario sobre cómo organizáis vosotros vuestros registros de colección, ni cómo los limpiáis, reparáis o cuidáis. Tampoco cómo habéis empezado o seguido, por qué motivos, qué os sigue impulsando a ello, por qué elegir un tema y no otro. Qué espacio tenéis disponible, o qué espacio pensáis tener. Si dedicáis una habitación o sala al hobby, o lo tenéis expuesto todo por la casa entera... Es sólo un ejemplo de lo que intento arrancaros con sencillas palabras en lugar de atizaros con un soplete y unos alicates uno a uno :apaleao... (Tarantino ha hecho mucho daño, sí...).
:sofa
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Tanto divagar sobre trolls y netiqueta, y hoy me he topado con este impresionante resumen proverbial:
"Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie.
Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta."
(proverbio chino)
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Cita:
Iniciado por
LEMOR
Está muy claro tu punto de vista valdemag.
Pero entenderás que este post abierto por jfuste, sirve para obtener por parte de los foreros distintos enfoques a la hora de tratar nuestras colecciones.
Lógicamente cada cual sacará las conclusiones que considere oportunas e interesantes en cada uno de los artículos que publique.
Por tanto no es necesario que en cada aportación tengas OBLIGATORIAMENTE que hacer un comentario sobre ellas.
Son explicaciones para ampliar nuestros conceptos de Colección y de Coleccionismo.
Si tu único aporte a este post va ser el de "pues sí... pues no..." creo que tienes otros post por ahí donde opinar y dejar este para que fjuste nos asesore y no que tenga que justificar sus escritos constantemente. Gracias.
O.K. no había visto esto. Tienes razón. En fín, la vida es así. Procedo a eliminar el penúltimo post q puse. Me voy.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
"El coleccionista es una persona con una determinada sensibilidad por los objetos, excéntrico, extravagante, sí, y también cuidadoso, metódico, constante. Tener en cuenta ese talante, esa idiosincrasia, esa subjetividad, es fundamental para no malinterpretar un comentario y encender la llama de la discordia."
No puedo estar más de acuerdo con esta frase.
Y añado más, todavía no he conocido un/a coleccionista que sea mala persona. Aunque esa sensibilidad que comentas se dirija hacia los objetos y no hacia las personas, son pocos los que no combinan las dos.
Tan triste es no coleccionar como tener una colección que te llene pero que no puedas compartir con nadie.
Para mi coleccionar es compartir. Compartir experiencias, historias, detalles, fotografías, intereses... sin esto no tengo nada.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Y yo con tus palabras! Si no, seríamos como el avaro, que todo lo guarda para sí, sufre por no perder lo atesorado y se convierte en un eremita despreciable!
Disfruto compartiendo y admirando las colecciones de los demás. Si no, poco sentido tendría esta afición.
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Encontrar la pieza
Encontrar la pieza
http://www.joanfuste.com/wp-content/...06/looking.jpg
Antes de Internet existían las bibliotecas, los investigadores privados, las universidades, los clubs de amigos, los gremios, los colegios profesionales y tantas otras comunidades y lugares de investigación para encontrar información.
¿Sabes qué? Siguen existiendo.
Internet nos ha hecho un poco más ineptos en algunos aspectos, como las relaciones humanas y el intercambio de ideas entre personas. Personas físicas. Sí que es cierto que a través del correo electrónico, el chat, los foros y las redes sociales nos relacionamos con mucha más gente que antes, y mucho más rápido. Pero la cuestión radica en la calidad de esas relaciones. Tener dos mil amigos en Facebook no equivale a tener dos mil amistades consolidadas, de toda la vida, desde la infancia, ni nada parecido. La mayoría serán conocidos o saludados, pero no amigos. Internet también nos ha acostumbrado a hojear decenas de veces por minuto en lugar de leer una página en algunos minutos. Todo esto afecta a nuestra capacidad para encontrar una pieza. Hemos perdido concentración y percepción en profundidad. Dicho de otro modo, nuestra capacidad de atención es inversamente proporcional a la cantidad de inputs de información que nos llegan por segundo.
Hablo de pieza como quien habla de caza. Sí, es eso exactamente, salir de cacería. Acechar, tender la red y conseguir el trofeo para nuestra colección. No hace falta seguir con el símil, pero si incidir en que nuestras capacidades cinegéticas en la red puede que no sean todo lo buenas que debieran. A lo mejor antes de Internet sabíamos a quién acudir, a dónde ir para encontrar una información apropiada para nuestros objetivos. Antes de Internet paseábamos por mercados de segunda mano, librerías de lance, anticuarios, buhoneros y traperos, tiendas de segunda mano y tantos otros lugares que, ahora, gracias a Internet hemos abandonado. O casi.
¿Siguen existiendo todos esos lugares? Claro que si. Y nos podemos comunicar con ellos a través de la red. ¿Qué si no? Internet es sólo un camino más, hecho de bits, para llegar a la materia física, a los átomos.
Las reglas del juego, de todos modos, son distintas. Y hay que aprenderlas y entrenarse para dominar las herramientas que nos harán maestros de la búsqueda y captura digital.
La búsqueda empieza aquí
Google se ha convertido en sinónimo de Internet, cuando en realidad es sólo una pequeña parte, un servicio de búsqueda de páginas y algunos otros más. Se identifica tanto con la red porque la mayoría de la gente usa Google como página inicial en sus navegadores. Es lo primero que ve al entrar en Internet. Y así se confunden ambas cosas. Nada más lejos de la realidad. Google es un buscador de información, nada más. Forma parte de la Web, la gran maraña mundial de páginas de información hiperenlazadas entre sí. Google nos facilita la tarea de encontrar la aguja en un pajar tan grande como el Sol, por así decirlo. Pero no es Internet. No por ahora.
Google es una excelente herramienta de búsqueda. Por el momento sólo en el ámbito de las páginas Web, bancos de imágenes y de documentos. Todavía falta mucho para que sea capaz de reconocer figuras o patrones en las imágenes y videos, en registros de sonido, o en las enormes bases de datos ocultas en el Web profundo(1), un lugar sólo accesible por páginas concretas que utilizan dichas bases de datos para uso particular y privado.
Estos antecedentes son para que sepas que Google no es Dios en Internet ni nada parecido. Mucha investigación es posible sin la ayuda de Google, ¿puedes creerlo?
La información se encuentra aquí
Si no usamos Google, ¿qué otras opciones tenemos?
Siempre pongo como ejemplo Amazon, una enorme tienda de libros, discos, películas, artículos de jardinería, electrónicos, informática, etc. Seguro que te suena. Pues bien, también es una herramienta de búsqueda. Es posible encontrar información sobre un producto que no se encuentra en otros lugares. Las descripciones del mismo, los comentarios de quienes han adquirido ese producto(2), la relación de tiendas asociadas donde encontrarlo (el Marketplace, antes Z-Shop), etc. ofrecen mucha ayuda adicional, y a veces la única, que añadir a nuestra investigación.
Cada temática tiene sus nichos de búsqueda, por supuesto. Los libros, aparte de Amazon.* cuentan con sitios Web como abc.nl para localizar libros americanos, muchos descatalogados ya, o bien Abebooks.com (Iberlibro.com), The Book Depository, etc. Cada tema tiene sus lugares casi de culto. No dejaré de lado las páginas españolas. Un par de opciones disponibles en general son la Casa del Libro y FNAC.
Un buscador inusual es ebay.* ya que cualquiera de sus variantes contiene cientos de miles de resultados para una cadena determinada. Su objetivo es localizar subastas y artículos en venta de nuestro interés. Su buscador es más limitado que el de Google, y encima disponen de páginas distintas para varios países de Europa, EEUU, Asia, etc. Ebay puede utilizarse además como un tasador virtual. Cada puja terminada nos indicará el precio máximo pagado por tal libro u objeto. Eso nos dará una idea del valor “aparente” del mismo, según los precios pagados en los últimos tiempos. No es la forma más fiable de valorar pero sirve como guía. En España, aparte de ebay.es, contamos con Todocoleccion.net, que poco a poco se va consolidando como una opción interesante para localizar collectibles, libros antiguos, etc.
Como patrón general, diría que cualquier comercio online de grandes proporciones nos puede servir como buscador de información. Tiendas de electrónica, informática, fotografía, etc. pueden llevarnos a conocer un detalle que es posible pase desapercibido en otros sitios. Las fichas técnicas esconden información valiosa para contrastar y saber más sobre una pieza.
El consejo general sería buscar desde los más general, como Google, hasta lo más concreto, como páginas dedicadas a un tema muy particular (relojes clásicos, placas de cava, sellos de la República, etc.). Si nuestro objetivo es más bien raro o difícil, quizás es mejor empezar por lo más concreto e ir abriendo posibilidades. Es decir, aplicar el máximo de filtros a nuestra búsqueda e ir despejando características para obtener más resultados.
Y cuando hablo de páginas dedicadas a un tema, hablo tanto de aquellas que ha creado un coleccionista particular, un grupo de coleccionismo o mejor aún, un foro. En los foros, además de respuestas, encontramos personas que saben dónde hallar las respuestas. Un conocimiento mucho más valioso que el dato en sí mismo.
Notas
(1) Ver “The Invisible Web“, de Price y Sherman.
(2) Los comentarios, si son bienintencionados, nos darán muchas pistas sobre la calidad del producto.
12 trucos para Google
Termino con una selección de trucos o técnicas para buscar en Google. Algunas de ellas, con variaciones, son válidas para otros sitios de búsqueda. Cada cual tendrá que averiguar las combinaciones exactas. No es difícil, sólo hay que consultar las ayudas en cada caso.
Frases explícitas
Imagina que quieres encontrar libros de historia, pero más concretamente, libros de historia naval. En lugar de escribir sencillamente libros de historia naval en el diálogo de búsqueda de Google, lo harás mejor si indicas una frase explícita. Para hacerlo, basta con encerrar el texto entre comillas dobles:
Ejemplo: “libros de historia naval”
Excluir palabras
Seguimos con el ejemplo de la historial naval, pero quieres eliminar cualquier resultado que tenga que ver con el término vikingos. Para hacerlo, utilizar el signo “-” al inicio de la palabra que quieras excluir:
Ejemplo: “libros de historia naval” -vikingos
Búsqueda en un sitio específico
A menudo querrás buscar en una página o sitio web específico. Incluso si dicho sitio no soporta búsquedas por si mismo, puedes utilizar Google para buscar en dicho sitio. Utiliza el modificador “site:nombredelsitio.com”Ejemplo: “libros de historia naval” site:amazon.es
Palabras similares y sinónimos
Dentro de tu búsqueda quieres incluir una palabra, pero además quieres que en los resultados aparezcan palabras similares o sinónimos de la misma. Para hacerlo utiliza la tilde “~” al inicio de la palabra.Ejemplo: “libros de historia” ~naval
(en este caso en los resultados aparecerán frases con palabras como náutica, armada, etc.
Tipos específicos de documento
Si necesitas encontrar resultados de un tipo específico, añade el modificador “filetype:”. Por ejemplo, quieres encontrar presentaciones PowerPoint relativas a la historia naval.Ejemplo: “historia naval” filetype:ppt
Esto O aquello
Por defecto, cuando haces una búsqueda, Google incluirá todos los términos especificados en la consulta. Si quieres encontrar uno entre varios términos entonces tendrás que usar el operador OR (y fíjate que debe ser indicado en mayúsculas):Ejemplo: historia naval OR militar
Listín telefónico
No muy aplicable a nuestro entorno temático, pero quién sabe. Si alguien te llama al móvil y no sabes quién es, puedes intentar averiguarlo buscando en Google gracias a su función de agenda telefónica:Ejemplo: phonebook:nnn-nnn-nnnn
(sustituir por un número de teléfono válido, y muy probablemente los mejores resultados seran para USA)
Búsqueda de código postal o de área
El mismo caso, pero para el prefijo de un teléfono. Escribiendo las tres cifras Google se encargará del resto (válido para USA).Ejemplo: 617
Rangos numéricos
Se usa raramente, pero puede se muy útil. Si quieres encontrar resultados que contengan un rango determinado de números. Puedes hacerlo con el modificador X..Y (es decir, dos valores separados por dos puntos seguidos). Esta búsqueda es útil para años, precios o cualquier otra serie de números.Ejemplo: “cine español” 1910..1930
Acciones (símbolo de bolsa)
¿Búscas valores bursátiles? Curioso para un coleccionista, pero ¡quién sabe! Sólo tienes que introducir el acrónimo válido en Google:Ejemplo: GOOG
Calculadora
Si necesitas hacer un cálculo rápido, en lugar de buscar una aplicación, etc. escribe sencillamente la expresión en Google:Ejemplo: 48512*1.02
Definición de palabras
Si quieres darle un vistazo rápido a la definición de una palabra o frase utiliza el comando “define:”:Ejemplo: define:colección
Original en Joan Fusté - Encontrar la pieza
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Otro clinic del colecionismo, más razón que un santo.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Muy buena aportación esta última jfuste.
Me ha resultado muy familiar el caso de Amazon como buscador, ya que es éste el medio que utilizo para escuchar los "resúmenes" de las BSO, jeje.
Para la próxima te tienes que animar con los blogs y sobre todo con las redes sociales. Yo hace muy poquito que me hice una cuenta únicamente con "fines coleccionistas" (además de la personal) y la verdad es que de no echar un vistazo a las mismas... nos perdemos muchísima información. Aunque me cuesta asegurar la calidad de la misma si tendremos la certeza de que se trata de una información para nada obsoleta.
En cuanto a los "trucos" de Google, conocía algunos, otros me han sorprendido :agradable
Os dejo uno que sirve para que Google te devuelva únicamente documentos (.doc, .pdf, power point...).
En mi caso me sirve mucho para localizar trabajos, estudios, artículos, presentaciones, etc... sobre temas concretos de trabajo y también de ocio.
Pongo un ejemplo para poder conseguir resultados sobre Blade Runner en documentos PDF (meter en Google tal cual).
blade runner filetype:pdf
Para conseguir documentos Word sería así:
blade runner filetype:doc
También para presentaciones Power Point:
blade runner filetype:ppt
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Slimer! Jaja! El truquito del filetype está en la lista! :-)
En redes sociales estoy tanto en Facebook a nivel personal como con un montón de páginas, una de ellas es el Club de Fans de Blade Runner.... Y en Twitter tengo la cuenta personal y por ahora poco más, pero sigo a un montón de "autoridades" que me aportan mucho.
Ahora bien, las redes sirven para encontrar contactos, o dicho de otro modo, encontrar a quien sabe dónde está qué. Por si mismas no aportan demasiado.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
¡Es verdad! jajaja, bueno, al menos he dejado algunos ejemplos para los PDF y los doc, jejeje.
En cuanto a las redes sociales y su vinculación con el coleccionismo para mi han sido todo un descubrimiento, ya que me permite intercambiar opiniones y conocer noticias de manos de particulares "casi" a tiempo real. También es verdad es que salvo el diecast (exactamente en sudamérica) no manejo muchos más grupos.
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Re: Coleccionismo en general - El mini-blog
Sin problema, el aporte es el aporte! :D
Como bien dices, las redes pueden ser útiles si se usan bien. Estoy "apuntado" a cuatro o cinco grupos de coleccionismo en general y la verdad es que poquiiiiiito me aportan, pero bueno, tampoco es cuestión de si me aportan mucho, también puedo aportar yo, y si alguien lo aprovecha, bravo.
Otra cosa son los grupos o páginas específicos de un tema, entonces sí, ahí tienes terreno abonado.