Es muy loable que dentro de Días de cine haya una sección fija dedicada al DVD. Sin embargo, creo que últimamente están cayendo en dos costumbres bastante perniciosas, que deberían eliminar.
El destripe
Aunque a los cinéfilos nos parezca increíble, hay gente que no ha visto todavía Atrapado por su pasado. Y, aunque se vea venir, tampoco hay por qué dejar tan claro que al final de la película <span style="color:white;">se cargan a Pacino</span>. O en Insomnio, que te cuenten que Robin Williams <span style="color:white;">es el malo</span> y que Pacino <span style="color:white;">mata a su compañero</span> (aunque la propia distribuidora tampoco ayuda precisamente, la verdad).
La complacencia
Escasa mención se hace de la inferior calidad o extras desaparecidos en algunas ediciones. El caso más sangrante es el de Insomnio, con formato de imagen mutilado, y que es reseñada alegremente y sin mayores quejas, acompañada de una secuencia de vídeo en formato 1.77:1. Habría sido una ocasión excepcional para ir a la videoteca y recuperar esas mismas secuencias en el reportaje emitido con motivo del estreno.
Los redactores de Días de cine no tienen pelos en la lengua a la hora de hablar de las películas (el ejemplo más reciente es el desuello al que han sometido a Titus). Me choca que no sea igual con los DVD.
Si Gerardo Sánchez lee esto, me gustaría que lo tuviera en cuenta.
Saludos.
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