Yo estoy suscrito. Precisamente, tuve algún problema con eso, escribí, y me los mandaron bastante rápido al correo. Prueba otra vez, suelen ser bastante atentos.
Y aprovecho para dejar dos pinceladas sobre el tema de este post:
* Caimán Cuadernos de Cine: sigue siendo una revista muy interesante que amplía notablemente la información que te llega por medios más prolíficos, o populares. Te da acceso a obras que muchos perderían -o perderíamos- sin conocer su existencia, y aporta puntos de vista interesantes alrededor de ellas. Estés de acuerdo o no, te da otras perspectivas. Si pretendes tener una visión amplia del cine actual, creo que es una revista fundamental en España.
Dicho esto, creo que ha perdido buena parte de su riqueza:
- Ha renunciado a su vertiente didáctica, y ya no abre a sus lectores a textos muy interesantes -actuales o deliciosamente históricos- que servían al lector medio -y no especialista- para aprender sobre cine, su historia, o asumir y/o contrastar diferentes puntos de vista a su alrededor. Incluso la valiosa sección "Resonancias" se perdió por el camino.
- Lo anterior se ha visto acentuado por cierta pérdida de perspectiva histórica, en mi opinión fundamental en un país donde hay tanto que educar, aprender o recuperar en cine.
- Los cambios operados en el índice de la revista hace ya algún tiempo han contribuido a apoyar la información en torno al circuito de festivales, y otros aspectos vinculados, tan importantes para la supervivencia de la publicación; pero esto también ha facilitado minusvalorar la parte que más suele interesar al lector medio. Porque si pretenden sobrevivir, el lector medio no puede ser otro crítico, o personal profesionalmente afín al sector.
- Han aumentado el peso de la ego-latría crítica a nivel profesional, dedicando demasiado tiempo a reflexionar sobre la crítica, quién y cómo, cuando eso -al menos a cierto nivel, o con tanta presencia- debe ser algo más bien interno, que no tiene por qué interesar u ocupar tanto espacio para el público final. A no ser que pretendan que sea una revista regular de algún tipo de sindicato de críticos, y no una revista de cine para para aficionados al cine.
- Han pasado a menospreciar el formato físico, siguiendo las últimas modas mainstream, cuando éste es el último recodo de la cinefilia, y la única manera de acceder a obras que de otro modo ya no está disponibles. Es contradictorio, y contraproducente, porque promueven un tipo de cine que necesita -urgentemente- el mercado físico para sobrevivir, para difundirse.
Además, las reseñas de ediciones DVD/Blu-ray no están trabajadas, se limitan a hablar y/o defender la película, o su pertinencia, sin mencionar las características de la edición que se supone que están "criticando"; llegando tanto a ignorar auténticas maravillas de buen cine distribuidas en España, como a defender -y promocionar- ediciones con graves carencias de imagen sin enterarse. Van a ciegas. Se nota demasiado que el formato físico es un mundo que les resulta ajeno.
Paralelamente, los libros sobre cine tienen tanto o más peso que el formato físico del film, dando más importancia a los libros que algunos de ellos escriben sobre obras cinematográficas, que a las obras cinematográficas en sí que salen hoy al mercado español.
Y todo esto lo digo de manera constructiva, soy un orgulloso suscriptor. Pero eso no implica tener que ignorar algunas derivas que han ido acumulando.
* Fotogramas: la compro desde hace tantos años que ni siquiera recuerdo cuántos años tenía la primera vez. Y, honestamente, dudo si seguir haciéndolo. Y es una duda que ya he tenido demasiadas veces.
- Más allá de su vertiente publicitaria, evidente y asumida, han rebajado varias veces el tono de la revista para acercarla a las nuevas modas, y los supuestos nuevos públicos. Esto los ha llevado a configurar una revista terriblemente infantil, superficial, y tópica, cuando la mayor parte de sus lectores/compradores/suscriptores probablemente no tienen menos de 30 años, ni tienen el perfil del fidedigno seguidor del último Youtuber de moda.
Están haciendo una revista para los seguidores de un cine plano, industrial, superficial, y al cual una película -incluso mainstream- mínimamente adulta le queda incluso un poco arriba. No sería tan negativo si no fuera porque esto, tanto en los contenidos como en la forma, les lleva de facto a despreciar -o no atender- a la otra parte. Lo cual no es óbice para no ignorar que disimulan con algunas pinceladas; pero ese viaje está ahí, se emprendió, y la revista camina hacia un público que no suele comprarla, porque sus preferencias no son ese tipo de medios. Incluso la mera presencia de ciertos (buenos) críticos ha pasado de ser un valor, a algo que no tiene coherencia con todo lo demás.
- En consecuencia, tanto la crítica cinematográfica como la información cinematográfica que proporcionan ha bajado varios peldaños su nivel. Se ha vulgarizado, a veces incluso rebajando el tono profesional de las aportaciones. Todo vale. Para muestra, la crítica de "Adults in the room" cuyo hilo queda aquí enlazado, no por ser importante, sino por significativa y muy ilustrativa de por dónde hoy anda el listón de la revista.
- Y por tanto, Fotogramas ya no es un lugar en el que la gente "conoce" buenas películas, y amplía en cierto contexto sus horizontes. Ahora ya no se va a conocer, sino a reconocer. Como un mero objeto publicitario. Y la publicidad es necesaria, pero no es lo que somos, o lo que una revista así debería ser.
- Como seguidores de modas, evidentemente, la sección de formato físico se ciñe sólo a lo mínimo imprescindible para que las distribuidoras vean que aún pueden seguir pagándoles publicidad. Una serie menor en streaming para post adolescentes tiene para ellos más peso que el lanzamiento de un pack con la obra de Jacques Tati. Lo cual, en el fondo, es tan descorazonador como totalmente coherente con lo que he mencionado.
- Han invertido importantes recursos en la página web, pero se quedan en tierra de nadie. Tienen una fuerte inercia de décadas siendo un referente, y juegan con la ausencia de otros medios de similar peso; pero la solución a largo plazo no satisface ni a unos ni a otros.