David Lean

SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS (In which we serve, 1942)

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A principios de los años 40, el actor y escritor Noel Coward se puso al frente de un film de propaganda que engrandecía los esfuerzos navales del ejército durante la guerra, con la intención de dirigirlo, guionizarlo y protagonizarlo. Para realizar el encargo a tiempo, fichó a un fesconocido novato que no había dirigido nunca de forma oficial; a las pocas semanas, ese novato había demostrado que se manejaba como pez en el agua y Coward le puso a cargo del grueso de la filmación (siempre que apareciesen ambos como directores). Ese novato, claro, se llamaba David Lean, y esta Sangre, sudor y lágrimas fue su debut.

La película en sí es una reivindicación de la vida del soldado naval, su valentía, sus sacrificios y su honor, pero tratado todo ello (salvo en momentos aislados como el epílogo) de forma realista y poco edulcorada. Destaca, por ejemplo, el brindis de la mujer de uno de los tripulantes, en el que aprovecha para definir lo que es la vida de las esposas que se quedan en las casas durante la guerra... un monólogo muy poco sentimentaloide cargado de cinismo. Para ser un debut, el trabajo de dirección es realmente destacable: las escenas bélicas tienen buen ritmo y fisicidad, las conversaciones suelen huir de la teatralidad más rancia y hay bastantes destellos de lo que nos daría Lean después. Casi me quedo con el prólogo, una breve secuencia que recorre la fabricación del barco, desde el primer remache hasta que sale de puerto. En el convincente reparto, liderado (claro) por Noel Coward, encontramos a un jovencísimo Richard Attenborough y habituales de Lean como John Mills (trabajaron juntos en cinco películas) o Celia Johnson (la protagonista de Breve encuentro y La vida manda).

Un film bastante interesante, no sólo como lograda peli bélica, sino como producto de propaganda sin reñirse con la ficción y notable debut del inglesito.

CADENAS ROTAS (Great expectations, 1946)


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Excelente adaptación de Dickens en la que Lean ya muestra un gran domino tanto de narrativa, síntesis y ritmo (no hay tiempos muertos, algo loable en una película de casi dos horas) como de puesta en escena, con una atmósfera decadente y un estupendo trabajo de dirección que huye de lo teatral (habitual en compañeros británicos de Lean), ayudado por la notable fotografía en B/N de Guy Green (ganó un Oscar por este trabajo) y un logrado y convincente diseño de producción.

La historia habla de Pip, un huérfano que de crío ayudó a un convicto recién fugado y fue compañero de juegos de la hija adoptiva de una ricachona; años más tarde se convierte en caballero de sociedad gracias a la ayuda de un misterioso benefactor anónimo. El tratamiento aquí de la historia y personajes es puro Dickens, hicieron falta cinco guionistas para rematar un libreto que se mantiene de sobra en su combinación nada forzada de comedia, drama, romance y momentos de puro cine de suspense. Para encarnar a Pip, Lean contó con uno de sus actores fetiche, John Mills (cinco colaboraciones juntos, la más destacable su papelón en La hija de Ryan). Aunque no cuela como veinteañero (casi 40 años tenía entonces) está bastante contenido y empático. Cadenas rotas supone también el debut de uno de los mejores aliados de Lean, el gran Alec Guinness, aquí bien sin más en el simpático papel del señor Pocket. Como curiosidad, al interés amoroso de Pip le pone cara, en su etapa infantil, una jovencita Jean Simmons sin nada que envidiar actoralmente que su contrapartida adulta.

Una de las mejores obras de la etapa inglesa de Lean, superada tan sólo por la maravillosa Breve encuentro. Dos años después Lean volvió a adaptar a Dickens con idéntico buen resultado en Oliver Twist

EL ESPÍRITU BURLÓN (Blithe spirit, 1945):

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Simpática comedia sobrenatural en la que Lean adapta una de las obras teatrales de su amigo y colaborador Noel Coward (quien no quedó nada satisfecho con el resultado), en la que un novelista ve peligrar su actual matrimonio cuando el fantasma de su primera mujer decide apalancarse en su casa. Todo ello en un contexto de triángulo romántico y guerra de sexos, con los protaonistas tirándose los trastos matrimoniales a la cabeza, diáloos de enredo y réplicas a tres bandas y cierto tono de ironía crítica hacia una clase media-alta estirada. Y quién mejor para un estirado escritor que un Rex Harrison aún treintañero y muy convincente en su papel, aunque quien roba la película es esa Margeret Rutherford como una versión pasada de rosca de la espiritista de Poltergeist.

Lean estaba aquí en su tercera película, todavía bajo la tutela espiritual de Coward, y como se veía en su etapa inglesa sigue huyendo de la teatralidad que podrían provocar los orígenes de estas películas; usa una puesta en escena sencilla pero sin dejar dormida la cámara y creó con el director de fotografía unos efectos especiales eficientes basados totalmente en maquillaje, vestuario y manipulaciones de luz in situ de la propia fotografía. Divertida, con ritmo, agradable de ver y con un final cínico y poco complaciente al tono light que podría esperarse.

EL DÉSPOTA (Hobson's choice, 1954):


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Una sátira social basada en la obra de teatro del mismo nombre, adaptada al cine unas cuantas veces. El protagonista es Henry Hobson, una joya de tipo: tirano, borrachuzo y amargado, que somete a sus tres hijas con la mentalidad más machista; papelazo para un fantástico Charles Laughton en plan Falstaff medio bobo, haciendo casi entrañable un personaje tan odioso. Junto a él está John Mills, fetiche de Lean y actor intachable.

La película es básicamente el choque generacional a finales del siglo XIX: entre bambalinas, las mujeres empiezan a tomar sus propias decisiones sobre sus maridos, sus negocios y su futuro; son el poder en la sombra, con los hombres con puros títeres: hay una escena sobre una noche de bodas que, si somos malos, es escalofriante.

Por su parte Lean está decidido a que no parezca teatro filmado y no deja la cámara quita, haciéndola atravesar paredes o metiendo algunos gags visuales (el de la bota que abre la película, el del cartel que ve Mills). La verdad es que lo que más llama de su filmo es el cine espectáculo de los 60, pero en la etapa inglesa este tipo no tiene mala tampoco.

Cita:

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Iniciado por Branagh/Doyle

EL ESPÍRITU BURLÓN (Blithe spirit, 1945):

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Simpática comedia sobrenatural en la que Lean adapta una de las obras teatrales de su amigo y colaborador Noel Coward (quien no quedó nada satisfecho con el resultado), en la que un novelista ve peligrar su actual matrimonio cuando el fantasma de su primera mujer decide apalancarse en su casa. Todo ello en un contexto de triángulo romántico y guerra de sexos, con los protaonistas tirándose los trastos matrimoniales a la cabeza, diáloos de enredo y réplicas a tres bandas y cierto tono de ironía crítica hacia una clase media-alta estirada. Y quién mejor para un estirado escritor que un Rex Harrison aún treintañero y muy convincente en su papel, aunque quien roba la película es esa Margeret Rutherford como una versión pasada de rosca de la espiritista de Poltergeist.

Lean estaba aquí en su tercera película, todavía bajo la tutela espiritual de Coward, y como se veía en su etapa inglesa sigue huyendo de la teatralidad que podrían provocar los orígenes de estas películas; usa una puesta en escena sencilla pero sin dejar dormida la cámara y creó con el director de fotografía unos efectos especiales eficientes basados totalmente en maquillaje, vestuario y manipulaciones de luz in situ de la propia fotografía. Divertida, con ritmo, agradable de ver y con un final cínico y poco complaciente al tono light que podría esperarse.

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Una pequeña puntualización: según yo he oído decir, el efecto del fantasma lo hicieron simplemente iluminando a la actriz con un foco verde.

Mucho fantasma, espiritismo, ambientación gótica y elemento sobrenatural en el cine británico de la época (años 30 y 40), por cierto. Incluso en películas que no son de miedo (recuerdo ahora, por ejemplo, las escenas nocturnas en los alrededores del pueblo en El espía negro).

Cita:

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Iniciado por Branagh/Doyle

CADENAS ROTAS (Great expectations, 1946)


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Excelente adaptación de Dickens en la que Lean ya muestra un gran domino tanto de narrativa, síntesis y ritmo (no hay tiempos muertos, algo loable en una película de casi dos horas) como de puesta en escena, con una atmósfera decadente y un estupendo trabajo de dirección que huye de lo teatral (habitual en compañeros británicos de Lean), ayudado por la notable fotografía en B/N de Guy Green (ganó un Oscar por este trabajo) y un logrado y convincente diseño de producción.

La historia habla de Pip, un huérfano que de crío ayudó a un convicto recién fugado y fue compañero de juegos de la hija adoptiva de una ricachona; años más tarde se convierte en caballero de sociedad gracias a la ayuda de un misterioso benefactor anónimo. El tratamiento aquí de la historia y personajes es puro Dickens, hicieron falta cinco guionistas para rematar un libreto que se mantiene de sobra en su combinación nada forzada de comedia, drama, romance y momentos de puro cine de suspense. Para encarnar a Pip, Lean contó con uno de sus actores fetiche, John Mills (cinco colaboraciones juntos, la más destacable su papelón en La hija de Ryan). Aunque no cuela como veinteañero (casi 40 años tenía entonces) está bastante contenido y empático. Cadenas rotas supone también el debut de uno de los mejores aliados de Lean, el gran Alec Guinness, aquí bien sin más en el simpático papel del señor Pocket. Como curiosidad, al interés amoroso de Pip le pone cara, en su etapa infantil, una jovencita Jean Simmons sin nada que envidiar actoralmente que su contrapartida adulta.

Una de las mejores obras de la etapa inglesa de Lean, superada tan sólo por la maravillosa Breve encuentro. Dos años después Lean volvió a adaptar a Dickens con idéntico buen resultado en Oliver Twist

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Has mencionado a John Mills, a Alec Guiness y a Jean Simmons, pero es que todo el reparto de la película es buenísimo. Tenemos a Finlay Currie, uno de esos grandes actores de carácter habituales en producciones de género histórico (desde Quo Vadis a La caída del Imperio Romano, pasando por Ivanhoe y Ben Hur) como el inolvidable Magwitch. A Martita Hunt, otra de esas actrices británicas que lo mismo valían para un roto que para un descosido (Beckett, Anastasia, Las novias de Drácula), pero que parecían encajar como en un guante en películas de época como la desasosegante Miss Havisham. A Francis L. Sullivan , otro de esos grandes secundarios (César y Cleopatra, Oliver Twist, El judío Süss) como Mr. Jaggers. Y a la guapa Valerie Hobson (La novia de Frankenstein, El lobo humano, Espías en el mar), otra actriz que me gusta mucho como la Estella adulta.

Cita:

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Iniciado por MIK

En mi caso, tengo que recuperar varias de las películas de su primera etapa que o bien no he visto (El Déspota, La Barrera del Sonido) o tengo muy olvidadas (El Espíritu Burlón)

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Yo, salvo la última, las otras tampoco las he visto todavía :cortina

Cita:

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Campanilla, te recomiendo Locuras de Verano y La Vida Manda

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Pues creo que has dado en el clavo porque justamente creo que no las he visto tampoco :cortina

Cita:

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Locuras de Verano retoma el espíritu de Breve Encuentro, aunque el pletórico uso del color y el hecho de estar ambientada en Venecia hacen que su tono sea más vital y relajado que en esta.

http://2.bp.blogspot.com/-0i4nd4alTS...1600/cover.jpg

http://www.critique-film.fr/wp-conte...mM-600x440.png

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¡Qué buena pinta tiene! :encanto Si es que viendo las fotos ya me he enamorado :rubor

Me la voy a dejar para verla especialmente una noche de verano :ceja Así me meteré todavía más en la película :D

Cita:

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Y de La Vida Manda, con contarte que la primera vez que la ví (en el mítico programa de la 2, ¡Que grande es el cine!) no tenía muchas ganas (empezaba cerca de las 23:00h y su duración de más de dos horas no prometía mantenerme despierto), sin embargo la película me dejó flotando, ya que durante la trama vas conociendo la vida de una família humilde de Londres durante el periodo entre las dos primeras guerras mundiales, y es tal la forma en que se narra la historia, que cuando ha acabado (y tras derramar alguna que otra lagrima), sientes como si esa familia fuera la tuya.

:encanto

Y todo ello sin apenas salir de la casa familiar, lo que le da un aspecto muy entrañable y cotidiano.

Aquí se nota el buen hacer del director, ya que por su trama, otras manos menos hábiles cargarían en exceso las tintas sobre los aspectos más folletinescos, dejándola en un mero culebrón (como no pocos de los dramas realizados entre los años 50 y 60 por directores lejos del talento de todo un Douglas Sirk, por ejemplo).

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Con esta me pasa algo curioso porque me suena de que la tengo en DVD :rubor pero ni idea de dónde :rubor A ver si la encuentro :cortina

Cita:

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Iniciado por Jane Olsen

Es una maravilla :ansia. Por cierto, la chica que interpreta a Stella de jovencilla es una jovencísima Jean Simmons (cómo me gusta ésa mujer)

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+ 1 :encanto

Cita:

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La escena de Pip en el cementerio, corriendo bajo los ahorcados, es casi de peli de miedo (como las de la casa de Miss Havisham). A mí me evocó a El hombre que ríe (cuando Gwynplaine de niño va huyendo por la nieve). Incluso el convicto se me hace un poco parecido al Frankenstein de Kenneth Branagh. Es todo muy gótico y muy inquietante

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Son geniales. Recuerdo quedarme pasmada la primera vez que la vi. No puedo evitar que el principio sea lo que más me gusta por eso mismo. La imagen del niño entre las lápidas es maravillosa :encanto

Cita:

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Porque es Alec Guiness, y ya de joven tenía cara de viejo :cuniao. Además tú piensa que ahí (especialmente Pip) son dos paletos que acaban de llegar a la ciudad del campo, y no saben ni cómo vestirse ni cómo comportarse. Fíjate cómo luego el personaje va evolucionando a lo largo de la película. Y cómo ponen el acento sobre ésto en la escena en que su amigo el herrero va luego a verle a la ciudad y es Pip quien se avergüenza por los poco pulidos modales e indumentaria incómodamente llevada del mismo. Y en la reacción posterior

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Lo sé, pero uff... en su día supuso un bajón tremendo para mí :fiu Suerte que luego la cosa mejora :cuniao Era todo tan perfecto que aquéllo me descolocó :blink

Cita:

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Iniciado por Branagh/Doyle

CADENAS ROTAS (Great expectations, 1946)

Una de las mejores obras de la etapa inglesa de Lean, superada tan sólo por la maravillosa Breve encuentro. Dos años después Lean volvió a adaptar a Dickens con idéntico buen resultado en Oliver Twist

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Pues mira, algo tengo yo con el tema Dickens, eh :ceja Porque es que con las adaptacines de "Oliver Twist" me pasa lo mismo, que me gustan todas :rubor :rubor :rubor

Cita:

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Iniciado por Branagh/Doyle

EL ESPÍRITU BURLÓN (Blithe spirit, 1945):

Lean estaba aquí en su tercera película, todavía bajo la tutela espiritual de Coward, y como se veía en su etapa inglesa sigue huyendo de la teatralidad que podrían provocar los orígenes de estas películas; usa una puesta en escena sencilla pero sin dejar dormida la cámara y creó con el director de fotografía unos efectos especiales eficientes basados totalmente en maquillaje, vestuario y manipulaciones de luz in situ de la propia fotografía. Divertida, con ritmo, agradable de ver y con un final cínico y poco complaciente al tono light que podría esperarse.

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Ésta me resultó muy simpática, sí :cuniao Evidentemente, no es de las mejores de Lean, pero sí tiene todos los ingredientes para pasar una tarde/noche agradabilísima :)