Estoy de acuerdo con Jane, los Frankenstein de la Hammer hay que verlos en su conjunto, como un ciclo coherente en sí mismo, y que de Shelley toma solo algunos detalles, sin voluntad de ser una adaptació fiel ni mucho menos. De hecho, el monstruo tiene en la serie una importancia más bien relativa (además de intercambiable), el auténtico protagonista es el doctor, personaje blasfemo, impío y amoral, una creación de Fisher-Cushing espléndia, para mí muy superior al Dracula de Fisher-Lee.