Yo no domino ningún idioma que no sea el mío, o sea, el español, y no me privo de ver películas en su idioma original, sea el que sea. Para eso están los subtítulos en español. Lo que no hago es, como algunos, ver una película en afgano sin subtítulos... Eso, a mi juicio, es ir de guay y postureta. Snobismo el justo, por favor.
Eso no quiere decir que no vea películas dobladas, ya que no sólo no demonizo el doblaje, sino que lo respeto y aprecio (el nuestro). El primer visionado me gusta hacerlo así, con doblaje, para empaparme bien de la historia y los detalles. Luego, cuando conozco la película, entonces la reviso en VOSE.
Y después están las películas de mi infancia. En esos casos me cuesta más disfrutar de la experiencia prescindiendo del doblaje, ya que he crecido con él y, para mí, forma parte de la película. Esa enfermedad llamada nostalgia, ya sabéis.
Con todo, de vez en cuando veo una de esas películas en VOSE, especialmente las que ya he visto muchas veces. Ver en su idioma original una película quemadísima posee un aliciente: es casi como verla por primera vez.