La joya de la corona, para mi, es "The child inside", con la voz inconfundible de Martin Gore.
En un escalon por debajo, "Broken" y "Shoote my soul", pero muy buenas canciones.
Detras, el resto, a bastante menos nivel.
En mi opinion, es un disco en la linea de los dos ultimos, pero no llega por asomo a ninguno de la decada 90's, reto que por otra parte era bastante complicado.