Los cinéfilos de verdad deberían sentir al menos un poco que uno de los estudios que fundaron Hollywood pierda su independencia. Incluso sin ese prisma nostálgico, objetivamente es malo que haya menos competencia. Ahora la decisión sobre qué proyectos se aprueban, quién está en ellos, cómo se lleva la producción, las fechas de estreno, etc. estará en manos de una compañía que tiene otros estudios de cine, y que va a tomar esas decisiones basándose en su interés global.

Quien celebre esto por una chorrada como juntar a los X-Men al MCU (que me parece ahora mismo el tema menos importante de esto) tiene una visión muy corta de los hechos, en mi opinión.