Me gusta esa elección:
Veamos el castillo de Balsorano...











¡Fenomenal!

Me echa un pelín para atrás: tiempos modernos. Preferiría un relato decimonónico. Pero pudiera funcionar bien si no recurren a horteradas modernistas tipo chicas sofisticadas y secundarios gilipollitas, con atuendos estrambóticos.

Me echa algo más de un pelín para atrás: retornar al tema edulcorado sentimental. Los que lo hicieron antes (con talento) lo hicieron con aires de novedad a su manera (Curtis, Aguirre, Badham, Coppola...). Es ajeno a la novela y pienso que debería retornar al Drácula diablo total, generador de espantos y misterios, de afrentas morales... y no al generador de orgasmos. Ojalá se desvíe y sean notas concretas (como en los anteriores casos) y no toda una declaración de intenciones. Todavía tiemblo al recordar las secuencias de amor/sexo del fantasma de la ópera y las ratas. Y mira que tengo a Argento en mi más profundo reconocimiento. Espero no volver a decir: "¡Ay! Qué lejos me quedan Suspiria, Inferno y Rojo oscuro.