Durante la primera hora de película, el personaje de Bardem se limita a ser el alivio cómico expositivo, y parece una forma simplona de exponer conceptos de los Fremen que Paul (y el espectador) no conoce. Conforme avanza la película se suaviza este aspecto y mejora mucho el personaje, pero en ese comienzo me resultó incluso cargante...
En el primer tramo vemos las reticencias de Paul por ir al sur, debido a sus visiones. Sin embargo su cambio de opinión, aunque sea medio forzada, es muy atropellada, y la resolución con el "agua de vida" anticlimática. Creo que cuando llevas más de 1h insistiendo en esa voluntad del protagonista, tienes que darle algo más de tiempo a un cambio tan radical. Incluso el momento análogo con el "agua de vida" de su madre, me pareció mucho más dramático y decisivo, en comparación con el suyo.
La escena de pesadilla/visión respecto a la muerte de millones y a las calamidades que podrían llegar si "va al sur", me parece muy poco inspirada visual y conceptualmente... Para ser un
tropo repetitivo en esa parte inicial de la película, me pareció una "visión" floja.
La "revelación familiar" que tiene Paul con el "agua de vida", respecto a su sangre Harkonnen... ¿Qué sentido tiene en la película? Paul dice que para vencer entonces "
tendrán que ser Harkonnen"... pero no se ve en qué cambia eso los acontecimientos, o sus decisiones. Realmente no le veo ninguna consecuencia o evolución narrativa a esa "revelación" supuestamente tan trascendental...
El personaje del emperador es un mero mueble; ni tiene personalidad, ni objetivos o intenciones, ni evolución. Además la caracterización de Walken es excesivamente "patética"... es tan pusilánime, tanto narrativa como físicamente, ¡que llega a irritar el simple hecho de verlo!

No sé si "tenían que ponerlo" porque está en la novela, pero que no les interesó el personaje absolutamente nada, está claro.