Parece que el CGI se hiciera sólo con dar a un botón y eso no es así ni mucho menos y puede ser tan dificultoso como el director quiera (Transformers 4 necesitó 4.000 personas durante 2 años). Hay que modelar, pintar, iluminar y animar igual que se hace con un muñeco artesanal, lo que ocurre es que el resultado final depende mucho de la habilidad del equipo técnico. Hay efectos CGI que cantan mucho, como el rey escorpión que salía en la Momia 2, y otros tan depurados como la última de King Kong o el planeta de los simios.
Ridley Scott también fue muy reticente a meter efectos digitales en sus películas, incluso reconoce que fue un director tardío en ese aspecto, pero al final se ha caído del burro y el resultado se puede ver en Prometheus.
El uso de muñecos animados me parece muy bien cuando quieres que los actores den todo de sí mismos porque, o no son muy buenos o porque tienen dificultades para transmitir sus sensaciones. No me imagino Avatar o la magnífica Starship Troopers a base de animatrónicos.