Al menos yo aseguraría que no dejan poso, lo que no quivale a que sean malas o flojas, sino que no destacan en su ejecución, inventiva, argumento, etc. Como películas artesanales están bien hechas, que no es poco, pero no sobresalen ante la saturación lógica del medio o del género, en este caso el western. O sea, que no quiero que se interprete que no es que no valgan la pena.