Que el vídeo no existe y que el mismo y toda la historia de "me lo dio un cura y lo vi con Fernando y su hermano" es una mentira para seguir viviendo del tema de la que nunca supo salir. El mismo padre de la niña, que es más conspiranoico que nadie, lo desmiente.
Y lo raro no es que muera poco después de encontrarse las falanges, lo raro es que siguiera vivo con el cáncer que llevaba encima hacía años.