La única explicación que tiene es que sigue quedando mucha gente que prefiere ver una película como si fuera un debate político, un partido de fútbol o un marujeo: empezado, con cortes, trompicones, hablando, sin necesidad de saber cómo acaba, etc.

Allá ellos. Yo no veo una película por tv desde hace 7 años por lo menos.