Ya en los títulos de crédito, el tema principal se abre con un órgano -inusual en el género, a pesar de que parece que los griegos de la Antigüedad ya conocían este instrumento, si bien parece que entonces funcionaba con agua y no con aire (el hydraulus)-:



La oigo y se me humedecen los ojos . En las antípodas de esas fanfarrias al más puro estilo Juegos Olímpicos tan frecuentes en las pelis de romanos.

Y más adelante te encuentras con mandolinas, tiorbas y otros instrumentos inusuales en la música de estas películas (si se mete por aquí Branagh Doyle, lo explica mucho mejor, seguro).

Lluvia creo que no hay, pero sí hay un bosque neblinoso donde tiene lugar la batalla contra Ballomar. Y el suspense está ahí orquestado de manera maravillosa, con los hombres adentrándose poco a poco en el bosque, y la niebla alzándose poco a poco también. En el funeral de Marco Aurelio cae una copiosa nevada (es la única película de romanos en que he visto nevar):





Y los personajes...pues todos son bastante reflexivos y melancólicos, especialmente Marco Aurelio y Lucila, que hablan consigo mismos:







Nótese que Livio no tiene monólogos de éstos: es un personaje más activo, menos de pensar.



El crepúsculo del mundo romano gráficamente expresado:



Me dan ganas de volvérmela a ver ...