Y Francia tampoco es que haya jugado nada de nada en todo el Mundial, porque pasó el grupo por los pelos, eliminó a un equipo incapaz de tirar a puerta, ganó a una Brasil que ha dado pena todo el campeonato en una falta no defendida (no recuerdo otra oportunidad de Francia en ese partido), ganó a una Portugal como un flan de penalty (no recuerdo otra oportunidad de Francia en ese partido) y en esta final sólo recuerdo el cabezazo de Zidane (el que dio al balón, no el otro) como oportunidad (y fue un tiro al medio). Vamos, impresionante campeonato también.
Francia se cargó a España (una de las favoritas después de una fantástica primera fase), se cargó a Brasil (favorita indiscutible del torneo digan lo que digan algunos ahora) y se cargó a un equipo complicadísimo como Portugal, jugando mejor o peor, pero esos rivales no tienen comparación con los de Italia: Australia (a los que ganaron de penalty inexistente en el último minuto en un partido en que los italianos no hicieron nada), a la pésima Ucrania y a la voluntariosa Alemania en la prórroga (el único rato en que los italianos han jugado bien en todo el munidal).

No digo que los franceses hayan practicado un buen fútbol ni mucho menos, solo digo que en cómputo global del torneo los franceses han merecido más.