Bueno, no me he explicado bien: son 2, una doble y una sencilla, y aún no las tengo llenas, aunque poco me falta ya (y más al ritmo al que iba).
Niño, ese es el gran dilemón (y dortadelo) que he tenido desde mi recaída comiquera en julio y la inmersión estatuil de agosto. Si solo me hubiera dedicado a los comics, está claro que la habitación estaría llena de Billys —en efecto, las Bestas son tan profundas que hasta tienen eco, si bien coloco los libros en el extremo exterior para minimizar esa sensación—, pero la llegada de las estatuas me rompió los esquemas. No todas las figuras entran en las Billys, así que me estuve debatiendo entre mi renacido amor por los comics —Billys— y mi recién descubierta y carísima pasión por las estatuas —Bestas por huevos—.
Si bien aún tengo sitio para duplicar en esa pared el número de estanterías que tengo ahora —podría optar por unas Billys complementarias—, adoro el aspecto de mis Bestas ahora mismo, con esa mezcla de tomos abajo y estatuas en la parte superior.
Tengo un Excel con todos los números originales —siempre todo USA— que incluye cada uno de los tomos, con fecha de publicación incluida, así que... ....sí, sé perfectamente todo lo que tengo.
Ehm... Ostras, me llaman por la otra línea, ahora no puedo atenderte.
Que volví en julio, hombre. ¡¿Tú sabes la de números que lleva cada Omnibus?!
Hombre, yo lo haría, pero creía que este era un foro familiar.
Tlanquilo, que no me ha sonado lalo. Domino el mandalín.
A esa estatua —no esa unidad, sino esa misma maqueta, digo— le hice unas cuantas fotos el año pasado. Las colgaría, pero dije que eran para uso personal, así que no lo haré. La figura es chula e imponente, pero algo tenía que no me acababa de...