Siempre me gustó mucho la parábola del hijo pródigo, cuando me la contaban en la Iglesia. No fue suficiente para que siguiera yendo, pero eso es otra película. Y que seas políglota no me extraña. Lo contrario sería lo raro.
Por cierto, y como anécdota informativa. Ahora se vuelven a llamar Países Bajos. Porque Holanda (el nombre por el que muchos la conocen) es solo una parte de los Países Bajos.