El ´premier´ propone una justicia instantánea para las ofensas menores y antisociales
RAFAEL RAMOS - Corresponsal LONDRES
El ´premier´ propone una justicia instantánea para las ofensas menores y antisociales
De las 29 leyes que Blair va a presentar al Parlamento, ocho van de seguridad. Ha decidido jugarse el futuro del Labour a su convicción de que los votantes quieren menos libertades y más mano dura contra el terrorismo y el comportamiento antisocial.
- La agenda legislativa de Tony Blair para sus últimos ocho meses es seguridad, seguridad y más seguridad, aderezada con una pizca de azúcar en forma de cambio climático, transporte y pensiones para que la salsa no resulte demasiado agria. El mensaje del primer ministro británico es que hay que renovar los conceptos mismos de democracia y justicia para adaptarlos a los nuevos desafíos del terrorismo y la globalización.
"Lo que hace Tony Blair es pasar el rodillo del miedo para ocultar sus fracasos, su vacuidad y unas políticas carentes de toda sustancia", criticó con dureza el líder conservador David Cameron, que aspira a arrebatar el poder al Labour dentro de tres años. En palabras de Cameron, "la tragedia de nuestro primer ministro es que prometía tanto y se ha quedado en tan poco. Las leyes que anunció en el día de ayer no están pensadas por el bien del país, sino para mantener en el poder a un gobierno desacreditado".
Pero Blair cree que no ha perdido del todo ese instinto que durante diez años le ha permitido interpretar bastante bien los deseos del electorado británico, sobre todo las clases medias, y está convencido - igual que su canciller del Exchequer y seguro sucesor, Gordon Brown- de que
la gente pide seguridad por encima de libertades individuales, protección contra los terroristas por encima de conceptos legales a su juicio obsoletos como la presunción de inocencia, el hábeas corpus, el derecho a acceder a un abogado y la obligación del Estado de presentar cargos o poner en libertad a los sospechosos (el plazo actual es de 28 días, pero el Gobierno quiere intentar de nuevo su ampliación a tres meses).
Uno de los proyectos de ley más polémicos presentados ayer por Blair es
la adopción de un sistema de justicia instantánea sin necesidad de juicio y con todo el peso de la prueba en contra del acusado, que dará poder a la policía para expulsar de sus propias casas a los vecinos problemáticos, a clausurar las viviendas y establecimientos donde se celebren fiestas en exceso ruidosas o con consumo excesivo de alcohol, y a imponer elevadas sanciones a quienes incurran en reiterado comportamiento antisocial. Otras iniciativas consisten en multar con hasta 150 euros a quienes sean pillados in fraganti arrojando basura o escupiendo en la calle, y sancionar económicamente a los padres de los niños y adolescentes que se porten mal.
"Existe una disfunción - dijo el ministro del Interior, John Reid, hombre duro del Gobierno- entre el concepto de justicia de jueces, abogados y la comunidad académica, y el de la gente común. La auténtica justicia ha de ser severa, efectiva, fulminante y correspondiente a la naturaleza del delito, y no puede ser que los acusados se pasen años apelando y luego salgan a la calle con sentencias livianas". Para el político laborista son innecesarios los mecanismos de contrapeso para intentar impedir que un inocente sea injustamente condenado, o para respetar los derechos humanos de los sospechosos.
En el tradicional discurso de la reina - así llamado porque la monarca lee al Parlamento la agenda legislativa del Gobierno-, Blair anunció veintinueve proyectos de ley, ocho de ellos en materia de seguridad y el resto dirigidos a combatir la crisis de las pensiones, ampliar los peajes en las autopistas, reforzar los controles fronterizos y migratorios, suprimir los juicios por jurado en casos complejos de fraude, y reducir en un sesenta por ciento las emisiones de CO de aquí al año 2050 (el Labour 2 descartó en cambio la idea más ambiciosa de imponer topes anuales).