Lo que hace Sharon Tate en la escena del cine no es ser egocéntrico, sino humano. Cualquiera que tuviese sangre en vez de horchata haría lo mismo, sobre todo si estás empezando en el mundillo y tienes la barra de ilusión al cien por cien.

Sin ir más lejos, hoy mismo he recibido un correo electrónico donde se me informaba que un relato que envié hace unas semanas a una editorial va a ser publicado... Es una editorial minúscula, no voy a ver un duro... Y sin embargo, estoy orgulloso.
Imaginad eso mismo pero multiplicado por mil: verte en un cine compartiendo pantalla con Dead Martin, casada con Roman Polanski y viviendo en la mejor zona de Hollywood.
Es como para venirse arriba.