En Croacia el Mundial de Fútbol ocupa tanto a los hombres que las mujeres hicieron crecer la venta de vibradores personales
No es ninguna novedad que la Copa del Mundo acapara la atención de millones de personas y en especial de los hombres que vuelcan casi toda su pasión por el fútbol y dejan de lado otras alternativas también pasionales.
Todos los sentidos a disposición de las selecciones de cada país y en pocos casos el sentido común de los hombres, no existe a la hora de acordarse de que tienen una pareja.
En Croacia un sondeo del diario "Vecernji List" destaca que el 65 por ciento de los varones de ese país tiene previsto seguir todos los partidos del Mundial, mientras que más del 50 por ciento de las mujeres no tiene la intención de ver un solo partido.
Esta gran diferencia hace suponer que existirán dos mundos paralelos, donde los hombres tendrán en su mente los estadios alemanes, los partidos con todas sus emociones y los goles que esperan gritar en una circunstancial soltería.
El otro mundo no tendrá para las mujeres la presencia majestuosa de pelota y deberán encontrar los reemplazos para pasar su tiempo "desapasionadas del mundial".
Como alternativa el mismo periódico, agrega que los sex-shops de la capital, Zagreb, experimentaron un auge de ventas de vibradores.
“Se vendió mucho, sobre todo del modelo de silicona, de color piel y tamaño medio”, dice la información, concluyendo en la suposición de que “parece que nuestras mujeres decidieron encarar solas su vida sexual este mes”.
La información que hasta el momento solo se circunscribe a un lugar en le mundo, hace suponer que la globalización extenderá la situación a muchos países influenciados notablemente por Alemania 2006.
Será entonces que si bien a la hora del partido los hombres son los dueños del televisor, las mujeres buscaran otro tipo de distracción que puede derivar, tal vez, en una disputa por las pilas del control remoto.
Además si los varones viven el fútbol con tanto fervor al punto de transformarse, tanto directores técnicos como en grandes comentaristas, las mujeres podrán sentir también la modificación mundialista y se dejaran llevar por "otra vibración".
La realidad es que se podrán unir ambos en el misma pasión, cuando la pelota ingrese en el arco y las gargantas descarguen las energías contenidas y en escenarios diferentes, siga vigente el sublime encanto de la vuelta olímpica.
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