Cuando uno se ofende o indigna por lo que una persona desconocida ofrece en un portal de compra-venta, le parezca bien o mal el precio o las condiciones, el problema lo tiene uno mismo, y no el vendedor. Si no te parece aceptable lo que piden por lo que ofrecen, dale para abajo al dedo en el móvil y a otra cosa... digo yo.
Lo que a mí me hace bastante gracia es cuando tienes a la venta una película por 10€, por ejemplo, y alguien te abre un chat para decir, sin saludar ni nada más: "8". Entiendo que pretende una rebaja de dos euros, pero no puedo dejar de sorprenderme por las formas de la gente. Obviamente contesto de forma automática: "12", y ahí se acaba la "conversación".