Tema: Federico Fellini: revisando sus películas

He visto una peli de Fellini!! Tocaba.....






A finales de los 70 la obra de Fellini entra en un bache,se le tilda de redundante en sus obsesiones y rodar con un manierismo delirante sin el encanto de antaño.
En esta situación filma una de las desconocidas pelis de su carrera... vista hoy en día, con suficiente perspectiva, un ejemplo más del personal estilo creativo del maestro italiano.

Una orquesta se reúne en una capilla medieval. La llegada de los músicos y la opinión de cada uno acerca de la importancia para algunos unida a lo personal.. de sus respectivos instrumentos son grabadas por la televisión. Después de un primer ensayo, el director de la orquesta hace parón para descansar. Entonces, los músicos más jóvenes se rebelan..algo que no secundan los mayores. Todo se descontrola mientras que el director, que no entiende los nuevos tiempos, añora tiempos pasados.La peli empieza como un falso documental avanzando hacia una alegoría de la política y sociedad italiana.La revuelta de los músicos es tan caótica como las sucesivas idas y venidas de los diferentes gobiernos.

Llega un momento en el que el teórico orden se vuelve del revés (incluso con víctimas de por medio) a pesar de la resistencia del director, y de las opiniones del veterano conserje. Está claro que ambos pertenecen al viejo régimen, el mismo que intenta volver a poner "las cosas en su sitio",impagable desenlace a lo parrafada nazi del de la batuta.

Me ha gustado más de lo que esperaba...por encima de todo ese acercamiento al populacho de Fellini y cómo a través de un ensayo de orquesta se puede poner sobre la mesa tanto a debatir.A destacar cómo no la musica de Rota,última colaboración del maravilloso compositor con el de Rímini.

7/10

Aquí estoy empezando a escribir sobre el film de Fellini mientras acabo de ver la vomitiva "Princesa por sorpresa", visionado destinado exclusivamente a la práctica y escucha del alemán; no estoy bromeando, quizá es el calor también, pero entre lo mal que suena el alemán, encima doblado, y lo repugnante que es el film, me está matando por Dios.... lo que tiene que hacer uno para integrarse a una sociedad.....que contraste eh! Fellini y Princesa por sorpresa

Entro muy frío en el film de Fellini, debido principalmente a mala calidad del archivo que tengo, apenas 600MB, eso si, subtítulos en castellano, menos mal, pero se ve como el culo. Quizá es también por la repetición de la fórmula, que en si me agrada, pero esta vez me ha costado más conectar y empatizar con el desfile de personajes que tanto me agradó en Ginger y Fred; que curioso que lo que menos me gustó de dicho film, fue la pareja protagonista y si todo lo que le envuelve, aquí en Entrevista es todo lo contrario, la aparición de Marcelo y seguidamente me enchufa al film; bueno realmente no creo que sean los protagonistas del film, igual que en Roma por ejemplo es difícil nombrar a los protagonistas del film, quizá Marcelo y Anita sean la imagen del film más que los protas. También he notado mucha más distancia y frialdad que sus anteriores films de mismo género, y como he dicho, la cosa cambian cuando aparecen la bella y la bestia (para mi Marcelo sería la bella dentro de lo mal, pero Anita tiene cara de monstruo en el film), no se Fellini, dichas apariciones, creo recordar a la mitad del film, las dota de más sensibilidad o soy yo quien me autoinyecto toneladas de dosis de emoción en el momento de sus apariciones, llegando al clímax evidente en la proyección de la mítica escena ya comentada de la Dolce Vita, film que ya adelanto que estará en el top3, en este mi segundo visionado disfruté como nunca de la Dolce Vita, eso sí Roma por delante. No soy yo de emoción fácil, e incluso con los rostros (que no los cuerpos) terroríficos de los actores y la mala calidad visual, me he emocionado como nunca en un film de Fellini, cosa no fácil, porque de lagrimilla fácil Fellini no era.



En cuanto a la escena ya en su final del ataque indio, yo he tenido la sensación de estar viendo un sketch de los Phyton, en su momento no me fijé pero al leeros que usan antenas como lanzas, pues como que me agrada la idea, aunque haya un tufillo de cutrez inevitable, pero no me importa.

Lo dicho, film a redescubrir por mi parte con una mejor calidad visual para su mejor disfrute, y ahora la última, buena la penútlima, me falta la ciudad de las mujeres que debido a problemas de logística amazoniana, no pude comentarla cuando tocaba (Ya me llegó), rompiendo el (mi) orden como gregario habitual, no me agrada comentarlas a destiempo tal y como se programó; pues eso, la última con Benigni me da bastante pereza por la alergia que le tengo al actor/director, aunque en el film de Jarmusch me sirvió como antihistamínico, aunque recuerdo algunos de sus odiosos tics, espero que Fellini controlase eso.

Ahhh sobre las carteles de Fellini, lo quería comentar en la anterior película, pero pensé en hacer un anexo al final del ciclo, ya que los carteles cinematográficos de los films de Fellini, son ARTE puro, y es difícil destacar a uno entre tantos, por desconocimiento no se muy bien quien ilustraba dichos cárteles, el último gracias a Mad a quedado claro que fue el autor de El click erótico, el único cómic erótico que me compré de joven y que no usé para nada indecente.

Otro collage maravilloso:

Iniciado por Alex Fletcher

Otro collage maravilloso:

Al parecer Fellini pidió a Manara que dibujara el cartel, con todos los personajes de la película, teniendo presente el Juego de la Oca. El próximo cartel, de La voce della luna, que cierra el ciclo, también es obra de Manara.

La voz de la luna (La voce della luna, 1990)



Ahora sí, llegamos al final. Y lo hacemos con una película peculiar, en cierto modo algo extraña dentro de la obra de Fellini. Para empezar, es su única adaptación de una novela contemporánea, “Il poema dei lunatici” (1987), de Ermanno Cavazzoni (nacido en la región de la Emilia-Rogmana, como Fellini). Aunque contó con el propio autor para la adaptación, el tratamiento final (del que al parecer Cavazzoni se distanció, no demasiado satisfecho con la apropiación felliniana) incluye muchos elementos credos por el propio Fellini, que firma el guion junto a su veterano colaborador Tullio Pinelli. No he leído el texto de Cavazzoni, pero atendiendo a la sinopsis disponible en la Wikipedia, ni el personaje de Aldina ni la fiesta de la Gnoccata ni la caza de la luna aparecen en la obra literaria. La relación de Fellini con la literatura siempre fue bastante indirecta en sus películas, más que adaptar obras (cosa que hizo en muy pocas ocasiones) se apropió de ellas para convertirlas en expresiones personales. Recordemos que, si no me equivoco, solo se sirvió de textos muy antiguos, y siempre de manera muy libre: la novela latina de Petronio, del siglo I d.C; las memorias del siglos XVIII de Casanova; y un brevísimo relato de E.A.Poe, de la primera mitad del XIX.

Decía que es un film peculiar, al menos para mí, y después de este visionado (quizá el cuarto), me lo sigue resultando. Se trata de una obra en la cual todavía no he conseguido entrar, me pierdo en su confusa trama y no consigo sentirme fascinado por los personajes ni por las situaciones. No fue una película afortunada: fracasó tanto en la recepción crítica como en la afluencia de público, y tuvo muchos problemas de distribución. En España tardó años en estrenarse en salas de cine (si es que se hizo: en imdb se da la fecha de 1995, pero no me consta que se estrenara en salas en Barcelona, aunque se vio previamente en Sitges en 1990). Yo tengo anotado haberla visto por primera vez el año 2000, y si no recuerdo mal fue en la Filmoteca. Igualmente, no ha tenido mejor suerte en formato doméstico. No me consta ninguna edición hispana en DVD ni en BD. He recurrido a un DVD editado en Italia, en versión original con subtítulos en italiano.

También, por lo que a la producción se refiere, Fellini tuvo los mismos problemas de siempre, continuando su deambular de un productor a otro, recurriendo en esta ocasión por primera vez a Mario y Vittorio Cecchi Gori, padre e hijo, en una coproducción franco-italiana, con financiación parcial nuevamente de la RAI. Incluso tuvo problemas para filmar en Cinecittà, parece que en muy mal estado como para poder albergar un film de estas características, teniendo que utilizar las instalaciones de Dinocittà.

La película gira alrededor del personaje de un infeliz, salido del manicomio, Ivo Salvini, interpretado con su expresión alelada y sus tics habituales por Roberto Benigni. La elección del hoy en día famoso actor italiano implica todo un salto generacional, quien sabe si para incorporar nuevos espectadores a sus films. Aunque todavía no había participado en El hijo de la pantera rosa ni dirigido La vida es bella, Benigni resultaba familiar para nuevos cinéfilos que lo habíamos descubierto en un film de Jim Jarmusch: Down by Law. Salvini oye voces, que surgen en especial de dentro de los pozos (precisamente un pozo centra el dibujo de Manara para el póster de la película). El inicio del film tiene cierto aire mágico, en una noche dominada por la luz de la luna, en medio de un campo en donde aparecen figuras extrañas. Un grupo de hombres se dirige a una granja para ver la “gnocca” (o sea, el coño) que les ofrece a través de la ventana, en un patético striptease, una vieja campesina, tía de uno de los hombres. De allí Salvini, en un ir de un sitio para otro sin mucho sentido, como si estuviera dentro de un sueño, algo que lo caracterizará a lo largo del film, se desplazará hasta un cementerio cercano, donde un oboísta vive en un nicho. El oboísta, siguiendo una estructura que se repetirá varias veces, de historias narradas dentro de la narración principal, cuenta que descubrió un intervalo de notas diabólicas (el tritono, “diábolus in música”), capaz de hacer mover objetos o convocar extraños personajes, como por ejemplo un voraz individuo que se lo come todo.



Hay un momento para el regreso de Salvini-Fellini a su infancia, una vez más al lado de su abuela, con la que comparte una cama enorme. Esa “nonna” nos remite sin duda al universo que ya conocemos de Otto e mezzo. Más tarde, Salvini consigue entrar en el dormitorio de Aldina, la joven “que es como la luna”, de la que está enamorado, pero de la que solo consigue recibir un zapatazo. Aldina parece un personaje añadido por Fellini a la que, curiosamente, da el mismo nombre que a la niña de Amarcord de la que se enamoraba Ciccio, el gordinflón.

Cuando llevamos aproximadamente un cuarto de película aparece el otro personaje que completa la pareja quijotesca: el prefecto Gonnella (Paolo Villaggio), pero todavía tardará una media hora a cruzarse en el camino de Salvini. Esta dispersión de la narración, con diversos personajes que, como es el caso de Gonnella, no acaban de cuajar, a mi modo de ver no favorece en nada el ritmo ni la coherencia narrativa, ayudan a generar una sensación de “ruido” poco armónico. Hay mucha verborrea en el film, a veces con cierta aire poético, pero que al menos a mí no me llega.

Otro personaje episódico es Nestore, amigo de Salvini, casado con una ninfómana, Marisa, que da pie a Fellini para una de sus típicas caracterizaciones de mujeres devoradoras de hombres, aquí convertida en una locomotora que arrastra el marido al sexo desbocado.

Cuando la película ha alcanzado su ecuador, Fellini organiza una de sus típicas secuencias de multitudes, que parece extraída de Ginger e Fred, la Gnoccata, una fiesta popular (que existe en la realidad), que gira alrededor del consumo de los gnocchi (es obvia la similitud entre “gnocca”, “gnocchi” y Gnoccata, uniendo así fiesta, sexo y comida, como si se reprodujera de forma popular la orgía de Trimalcione). En el marco de la Gnoccata, se elige a Miss Farina 1989, premio que recae en Aldina, ante la mirada pasiva y voyerista de Salvini, atrapado bajo la tarima donde se desarrolla la elección.

Salvini acabará estampando un plato de gnocchi sobre la cabeza de uno de los organizadores, que baila lujuriosamente con Aldina. Después, huye de la fiesta para reencontrarse con Gonnella, que, cual Don Quijote, lo nombra lugarteniente, su brazo derecho, para que lo ayude a desfacer entuertos. Y uno de los entuertos, como si de los molinos de viento que Don Quijote creía gigantes se tratara, será una enorme discoteca, donde los jóvenes bailan al ritmo de Michael Jackson (de su “The Way You Make Me Feel”). Toda esta secuencia me parece una de las peores de la obra de Fellini, no solo porque la acusación dirigida por Gonnella a los jóvenes me parece casposa y retrógrada, de alguien alejado del mundo (aunque quizá esa fuera justamente la intención de Fellini, reconocerse a sí mismo, por medio de Gonnella, como un fósil viviente), sino porque además me parece filmada de una manera torpe. Ni la búsqueda por parte de Salvini, en medio de la pista, de la muchacha en quien encaje el zapato de Aldina, cámara en mano, para concluir que “siete tutte l’Aldina”,



ni aún menos el momento en que Gonnella consigue que pare la música y baila un vals con su amante (a la que ha presentado como… la duquesa de Alba!!!), mientras los jóvenes, en corro, los contemplan, están al nivel del director italiano. Además recurre al vals tópico por excelencia (aquí no hay duda de que Fellini no se esfuerza para nada en la elección musical), el “Danubio azul”, consiguiendo que toda la puesta en escena de ese momento, que quizá en otros films hubiera tenido algo de mágico, aquí resulta simplemente patética.



Pero todavía hay tiempo para otro momento “televisivo”, más acentuado si cabe que el de la Gnoccata: los hermanos Micheluzzi han conseguido atrapar a la luna fácilmente, “porque es femenina” (comentario que me genera cierta vergüenza ajena). La tienen guardada en un enorme almacén, mientras que en la plaza del pueblo se reúnen la fuerzas vivas políticas y religiosas, nacionales y locales, se supone que para sacar algún partido del hecho, que ha de enorgullecer a los italianos (aquí parece resonar algo del gusto por el patriotismo desmesurado del fascismo). Todo ello en formato de retransmisión televisiva, y con la presencia del fundador de una televisión local, encarnado por un enano. El espectáculo, que mueve a la superstición y a la reivindicación grosera, acaba en tumulto. La conclusión para Fellini es que la gente no pierde ocasión de mostrar su inmadurez, que es un pueblo de stronzi. Nos habla el Fellini malhumorado, sarcástico, que lanza sus aceradas pullas contra su presente, al que ya hemos oído en Prova d’orchestra, La città delle donne o Ginger e Fred.

Con todo ello, la película pierde esa magia con la que se inicia para devenir un film en la línea de la última parte de la obra felliniana, esa que pretende volar a ras de suelo, algo en lo que creo que hemos coincidido que no destaca, más bien lo contrario. Por si el mensaje no ha quedado claro, Salvini mantiene una conversación con la luna, que ha recuperado su puesto en el cielo nocturno, ahora con el rostro de Aldina, conversación que la luna interrumpe para dar paso a la cosa más importante: la “Pubblicità” (innecesaria e inoportuna pulla contra la televisión).

Un Salvini desorientado, vuelve a donde empezaba el film, junto al pozo, para recitarnos el que probablemente pretende ser el mensaje final: “credo che se ci fosse un po’ piu di silenzio, se tutti facessimo un po’ di silenzio, forse qualcosa potremmo capire”.



Pero la pregunta es: ¿ayuda a conseguir ese “po’ di silenzio” un film como La voce della luna? ¿No añade la película, más bien, “un po’ piu di rumore”? ¿Nos queda la posibilidad de comprender alguna cosa? Sea como sea, esta vez Fellini calló definitivamente, tras invocar el silencio. Tres años más tarde moría después de un largo y penoso período de hospitalización.

Cuando acabéis vuestros comentarios y pasemos a “jugar” un poco con el cuestionario Fletcher (quien quiera rellenarlo), podemos dedicar algunos posts a sacar conclusiones de esta revisión. Avanzo que, en general, no me ha deparado nada nuevo, pero eso no quiere decir nada malo, sino más buen lo contrario, que al menos para mí Fellini sigue plenamente vigente, y aunque algunos detalles de sus películas, los más pegados a la actualidad social y política, parecen tener fecha de caducidad, pueden haber envejecido algo mal (aunque yo creo que ya eran algo deficientes en su origen), la obra felliniana en su conjunto sigue siendo una de las más destacables y fascinantes de la historia del cine.

....Y ciclo terminado y van..... no se. Ya de entrada y de manera más pasional que objetiva, me ha dado una pereza extrema el visionado del film por culpa de Benigni naturalmente, yo no lo soporto, y ya me costó lo suyo aceptarlo en el ciclo Jarmusch, aquí ya sea por cansancio de la fórmula, o como bien dice Mad lo confuso que es seguir el hilo del film, quizá estamos ante su peor film? vamos el ver los cuestionarios, le sumas un archivo también de baja calidad visual, y yo he tenido la suerte de encontrar unos subtítulos en castellano por ahí , aunque desacompasados, iban 2-3 segundos atrasados, a todo ello le sumas a Benigni como abanderado, y a mi no me salen las cuestas del disfrute, incluso rascando mucho cuesta encontrar cosas destacables; la vi hace un par de días, y suerte de la sinopsis de Mad, ya que muchas cosas ya se me habían olvidado.

Como bien dice Mad y comparto al 100%, esta vez los personajes Fellinianos no se dejan querer, cuesta mucho conectar y disfrutar con algunos de ellos cuando reina la confusión narrativa y el no saber muy bien lo que estas viendo. Si hay cosas que me dejan una leve sonrisa, como el polvo huracanado que se comenta arriba, o el concurso de miss no se que, sacando a la palestra, otra vez, la cutrería italiana por bandera, como ya vimos en los oscares italianos en Toby Dammit. O incluso la discoteca móvil y su respectiva fiesta con sermón incluido sonando el funky de Michael Jackson.....mierda me ha hecho pensar en una obra de Fellini rajando de la música de ahora al estilo mis tiempos fueron mejores. ya que desde un puesto intermedio, Michael Jackson no me parece un insulto a la música o un ejemplo de vulgaridad para realce de su música, otras cosas son los vicios del negroblanco en paz descanse; pero eso si, una comparativa con la música de ahora, si se puede llamar así, los reggetones y bazofias hermanas, ahí si que vería fundamentos reales para soltar tal rajada.

En fin, no se muy bien si es film fallidos, pero no me ha gustado mucho salvo 4 cosas made in Fellini, y lo malo que habiendo muchas cosas más del universo Fellini, porque Felliniana lo es un rato, a pesar de ser una adaptación, la confusión es casi intolerable, me costó menos seguir Carretera perdida

Por cierto el compañero Rohmerin, que desde que empezó todo el merder del COVID no ha vuelto a aparecer, espero que esté bien, en su FA, le pone un 2/10.

Y la semana que viene, como ya comenté, hago la que me falta, que por los motivos también ya comentados, no pude ver. Y después de eso cuestionario Fletcher, voy a agregar un par de cosillas más a dicho cuestionario, y a otra cosa.....bueno hacemos un descanso de un par de semanas para empezar con Kazan, no?......o tres . Al no poder viajar al país, bueno si que puedo, pero las condiciones suizas si vienes de España son muy duras, siendo una especie de "poder puede ir, pero yo de usted no iría", y no poder ir al olimpo del cine de T-79, lo tendré que pedir por Amazonia.

¡Qué insaciable! Ya pensando en Kazan cuando aún tenemos a Fellini caliente.
Sí, seguimos con Elia, pero yo lo dejaría para la segunda quincena de septiembre como muy pronto. Ahora mismo, entre Hitchcock y Fellini, estoy un poco saturado.
Por cierto, aún te falta "La città delle donne", a ver cuál será al final tu farolillo rojo.

Me alegra que Kazan sea el próximo, vi A tree grows in Brooklyn hace relativamente poco y me gustó mucho. Eso si, tengo que verme (estoy pasando por una mala época y no me hago ganas de ver nada ) las últimas dos de Fellini, Intervista y La voca della luna. No llegué a comentar las anteriores... E la nave va me pareció una absoluta pasada. Siempre en su salsa, la de la majadería, es ambiciosa en su exposición y absurdamente estilosa en su producción. Me parece muy bonita la escena del cielo partido en dos colores, o la chica que parece un fantasma... O tantas otras. Qué plácida en su planteamiento, con sus típicos personajes (En Ginger e Fred no noto la gracia de sus personajes habituales) y qué inesperado como cambia de tono para hablar de otro tema. Todo siempre de forma juguetona, rematando con ese chiste. Soberbia.

Creo que Fellini era un absoluto visionario, me gusta como guarda ideas con tantas pelis teatrales deconstruidas, esas que enseñan escenarios y maquetas, que se mueve entre esos espacios. Como puede ser La flauta mágica de Bergman o Enrique V de Olivier entre otras miles. Pero ese final, cuadra con su estilo documental. Una pequeña comparación en otro sentido es como Amarcord parece mas personal que E la nave, pero estas dos son las que me parecen las mas completas del director. Pero por la amplitud de los temas que toca. No sé, me parece sorprendente como no se habla tanto de E la nave va. Ginger e Fred no me gustó mucho... Es sincera, y garrula pero torpe, a mi por lo menos me parece un Fellini mas cascado. Y creo que se nota tabmién por sus composiciones, fotográficas y escénicas, apenas llaman la atención. No sabría que decir sobre ella, me parece muy flojita.

Igual me da tiempo a comentar la última si Abuelo o hanna estan por aquí y deciden comentarla...

Iniciado por mad dog earle

¡Qué insaciable! Ya pensando en Kazan cuando aún tenemos a Fellini caliente.
Sí, seguimos con Elia, pero yo lo dejaría para la segunda quincena de septiembre como muy pronto. Ahora mismo, entre Hitchcock y Fellini, estoy un poco saturado.
Por cierto, aún te falta "La città delle donne", a ver cuál será al final tu farolillo rojo.

Con lo que me ha costado conseguir "La città delle donne" la voy a poner aunque sea por 0,00001 por delante de esta última.

Ningún problema con lo de Kazan,sólo que avísame con dos semanas de antelación - tres mejor- cuando quieras empezarlo.

Iniciado por muchogris

Me alegra que Kazan sea el próximo, vi A tree grows in Brooklyn hace relativamente poco y me gustó mucho. Eso si, tengo que verme (estoy pasando por una mala época y no me hago ganas de ver nada ) las últimas dos de Fellini, Intervista y La voca della luna. No llegué a comentar las anteriores... E la nave va me pareció una absoluta pasada. Siempre en su salsa, la de la majadería, es ambiciosa en su exposición y absurdamente estilosa en su producción. Me parece muy bonita la escena del cielo partido en dos colores, o la chica que parece un fantasma... O tantas otras. Qué plácida en su planteamiento, con sus típicos personajes (En Ginger e Fred no noto la gracia de sus personajes habituales) y qué inesperado como cambia de tono para hablar de otro tema. Todo siempre de forma juguetona, rematando con ese chiste. Soberbia.

Creo que Fellini era un absoluto visionario, me gusta como guarda ideas con tantas pelis teatrales deconstruidas, esas que enseñan escenarios y maquetas, que se mueve entre esos espacios. Como puede ser La flauta mágica de Bergman o Enrique V de Olivier entre otras miles. Pero ese final, cuadra con su estilo documental. Una pequeña comparación en otro sentido es como Amarcord parece mas personal que E la nave, pero estas dos son las que me parecen las mas completas del director. Pero por la amplitud de los temas que toca. No sé, me parece sorprendente como no se habla tanto de E la nave va. Ginger e Fred no me gustó mucho... Es sincera, y garrula pero torpe, a mi por lo menos me parece un Fellini mas cascado. Y creo que se nota tabmién por sus composiciones, fotográficas y escénicas, apenas llaman la atención. No sabría que decir sobre ella, me parece muy flojita.

Igual me da tiempo a comentar la última si Abuelo o hanna estan por aquí y deciden comentarla...

Yo cada vez que recuerdo E la nave va me gusta más, voy a ver si hay alguna edición en BD, ya que como dije en mi comentario la edición de criterion, en cuanto a calidad de imagen, me dejó algo frío.

La que si que creo que me adjudicaré es la que muestro a continuación, creo que es un precio asequible, primero por la calidad del films, y segundo por quien edita. También he visto una versión algo más barata, una edición italiana, pero no se consigue ver si hay subtítulos en ingles, hay algún subtítulo, pero no se sabe cual.

https://www.amazon.es/Clowns-Masters-Cinema-Format-Blu-ray/dp/B00MUVK2BO/ref=sr_1_6?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3 %91&dchild=1&keywords=I+clowns&qid=1597421612&quar tzVehicle=77-976&replacementKeywords=clowns&sr=8-6

https://www.amazon.es/Clowns-Italia-Blu-ray-Nino-Rota/dp/B00PZVY1W2/ref=sr_1_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3 %91&dchild=1&keywords=I+clowns&qid=1597421642&quar tzVehicle=77-976&replacementKeywords=clowns&sr=8-1

Me interesa mucho conseguir la gran mayoría de sus films en BD, aunque esta vez me tendré que rascar el bolsillo, cosa poco habitual en mi manera de comprar, bueno si se queja mi mujer diré que la culpa es de Mad.

Me quedan por leer vuestros últimos comentarios pero me gustaría acabar con el post de Hitchcock antes de ponerme con el de Elia Kazan, del que además no recuerdo si tengo toda su (breve) filmografía.

De todas formas, ¿no hablábamos de Fritz Lang o David Lean?

Iniciado por Alcaudón

Me quedan por leer vuestros últimos comentarios pero me gustaría acabar con el post de Hitchcock antes de ponerme con el de Elia Kazan, del que además no recuerdo si tengo toda su (breve) filmografía.

De todas formas, ¿no hablábamos de Fritz Lang o David Lean?

Si, como substituto al ciclo de Hitchcock, el de Kazan es el substituto de Fellini

Quien mucho abarca...

Yo, desde luego, me veo incapaz de hacer aportaciones (jugosas y) regulares a ambos foros salvo que contrate a algún negro...

Iniciado por Alcaudón

Quien mucho abarca...

Yo, desde luego, me veo incapaz de hacer aportaciones (jugosas y) regulares a ambos foros salvo que contrate a algún negro...

Es que una aportación Alcaudoniana es otra historia, yo amo el cine....pero no tanto

Iniciado por Alcaudón

Quien mucho abarca...

Yo, desde luego, me veo incapaz de hacer aportaciones (jugosas y) regulares a ambos foros salvo que contrate a algún negro...

Sirk, Sternberg, De Mille, Fisher/Hammer, Capra..

Alex, tengo esa edición británica de I clowns. Lo más curioso es que me gusta más la versión en DVD que en BD.

Muchogris, como ya comenté, E la nave va es uno de mis Fellinis más queridos, aunque probablemente sea uno de los menos personales.

Luce mejor el DVD que el Blu ray? Ostras, veo que no habéis comentado la nueva edición de Criterion, Essential Fellini. Alex, mira:


https://www.criterion.com/boxsets/36...ential-fellini
A mi el diseño no me gusta pero me parece curioso. Los bordes a lo tipo juego/circo/juanolas queda bien... pero el interior lo veo un poco extraño y feo. Hay tanto negro... Parece una enciclopedia de gusanos muertos. Eso si, el video que usan para promocionar la edición está muy chulo:

https://vimeo.com/446869168

Que os parece la edición?

Iniciado por mad dog earle

Sirk, Sternberg, De Mille, Fisher/Hammer, Capra..

Pero en estos casos las hago a mi ritmo, sin prisa pero sin pausa.

Por cierto, tenía lista hace tiempo la siguiente reseña del ciclo Sirk pero la perdí por el camino, es decir, creía que la había guardado y no fue así y como no me apetecía volver a rehacerla opté por saltármela.

El parón momentáneo en todos los foros es debido a problemas coyunturales como son la presencia continua de familiares lo que me impide disfrutar de visionados en completo silencio.

Iniciado por muchogris

Luce mejor el DVD que el Blu ray? Ostras, veo que no habéis comentado la nueva edición de Criterion, Essential Fellini. Alex, mira:


https://www.criterion.com/boxsets/36...ential-fellini
A mi el diseño no me gusta pero me parece curioso. Los bordes a lo tipo juego/circo/juanolas queda bien... pero el interior lo veo un poco extraño y feo. Hay tanto negro... Parece una enciclopedia de gusanos muertos. Eso si, el video que usan para promocionar la edición está muy chulo:

https://vimeo.com/446869168

Que os parece la edición?

Yo si lo había leído en el foro de Criterion pero imaginé que alguien (¿mad dog earle? ) se encargaría de reseñar una noticia tan destacable...

... para los que aman el cine de Fellini.

No sigo las novedades en BD al día y menos las de Criterion, porque suelen estar limitadas a la zona A, ¿no? Lo cierto es que cada vez compro menos DVD o BD, aunque de Fellini me gustaría tenerlo todo en BD. En todo caso el diseño de esa edición de la que informa muchogris no me gusta.
Entre lo último que he comprado está el pack de los cuentos de las estaciones de Rohmer, otro director que me gustaria revisar a fondo.

Mi historial de visionados de la última obra de Fellini, “La voz de la Luna”, no fue bueno. En pantalla grande la vi dos veces, en sendos ciclos filmotequeros, el de 2007 y el de 2020, ambas veces coincidiendo con situaciones familiares bastante penosas, lo cual puede haber contribuido a estados de agotamiento que me llevaron a perder el hilo de la historia por sueño en ambas ocasiones. La primera vez en vídeo doméstico, al tener que ponerme a traducir en voz alta los subtítulos italianos del DVD, pues al ser el único que dominaba la lengua no había otro modo de ver la película con más gente, casi tuve mi atención más en encontrar la palabra justa que en seguir el argumento. Con lo cual este último revisionado casi ha sido el único en el que me he enterado del todo bien, si es que uno puede enterarse del todo bien aquí, claro.

He de decir que, aunque sigue siendo un Fellini de su última etapa un poco decadente, “La voce della Luna” me parece un film más interesante que “Ginger y Fred” e “Intervista”, y bastante más arriesgado (considerando que “Intervista” jugaba bastante sobre seguro), lo cual hace de él para mí, al margen de su mayor o menor calidad, un buen cierre para la carrera de Federico, que queda como un creador inquieto e innovador hasta el último momento. Es una película llena de ideas, muy a menudo superiores a su plasmación en pantalla, en la cual Fellini, ya lejos de su rol de demiurgo todopoderoso de su época de esplendor, asume humildemente, porque no le queda otra, un papel de “outsider”, de artista al margen de las corrientes principales, siguiendo su camino errático en un mundo percibido como hostil.



Así, tanto el personaje de Benigni como el de Villaggio son seres que no encajan, y suponen un curioso desdoblamiento: Ivo sería el artista maldito, idealista, iluminado, oyendo voces que no sabe de dónde vienen, mientras que Gonnella sería el cascarrabias en desacuerdo con todo, casi el prototipo de ese personaje con quien tanto me cruzo en la vida, ya más que maduro, resentido por verse desplazado por las nuevas generaciones y viendo conspiraciones y signos apocalípticos por doquier. He de decir que esta me parece una de las apariciones más satisfactorias de Benigni, actor hacia quien no tengo esa antipatía que muchos le tomaron a raíz del éxito de “La vida es bella” (e intérprete de una de las películas favoritas de mi madre, “Soy el pequeño diablo”, con Walter Matthau, que a día de hoy no he tenido el gusto de ver). Creo que su apariencia casa bien con esa figura iluminada, triste y extraña (¿son imaginaciones mías, o lleva los labios pintados?), y me llega bastante esa melancolía que francamente prefiero a su otro lado hiperactivo (que, faltaría más, también vemos aquí) y que es el complemento perfecto a lo fantasmagórico de muchas escenas (porque sí, aquí sí hay escenas de descampados con niebla, tan fellinianas, que faltaban en las tres películas precedentes). Su faceta de enamorado idealista (de una tal Aldina, nombre que ya apareció en “Amarcord” también como objeto de deseo inalcanzable, del niño gordito) da pie a una revisitación del mito de Cenicienta que no supone uno de los puntos más altos de originalidad del film.

Villaggio, que, me consta por comentarios de conocidos que viven en Italia, era allí un ídolo popular de la comedia, mientras que en España ni nos suena, podría verse como la otra mitad de Fellini, el tipo veterano y amargado que busca cabezas de turco para su caída del Olimpo (en el caso de Federico, por ejemplo, la televisión, su bestia negra particular que sin embargo cofinanció un par de sus últimos proyectos). La idea de que Benigni y Villaggio podrían venir a representar facetas contrapuestas de Fellini se podría argumentar iconográficamente porque ambos portan elementos de vestuario característicos del director de Rimini: Ivo Salvini lleva una bufanda roja, mientras que Gonnella lleva sombrero. En todo caso, también es significativo que este último personaje, salvando sus momentos iniciales en los que se rebela contra la “epidemia de la vejez” que se le quiere contagiar, no raye a gran altura en el guión: sus invectivas sobre la falsedad de la vida actual suenan bastante huecas, y su “gran momento” en la discoteca, en la cual ve como paradigma de la destrucción de la música nada menos que a Michael Jackson, oponiéndole, en lo que, como bien dice Mad Dog, no es precisamente un alarde de originalidad, “El Danubio Azul” de Strauss hijo, lo muestra más como una persona que ha perdido la sintonía con los tiempos que como un incisivo observador de la actualidad. ¿Autocrítica de Fellini o complacencia consigo mismo?

Me intrigan también bastante las apariciones de la esposa de Gonnella, que vemos en el lugar donde él vive (que podría ser una especie de residencia de la tercera edad de donde él se escapa) en forma de cuadro, lo que indica que podría haber muerto, y que sus interacciones con el personaje son, o sobrenaturales, o solo ocurren en su cabeza, incluyendo el ya mentado vals en la discoteca. Que ella sea presentada como “la duquesa de Alba” es bastante “WTF” (una de las cosas buenas para mí de esta película es que hay un momento desconcertante tras otro, aquí Federico no se durmió en los laureles), pero, si atendemos a esta teoría sobre que los protagonistas representan al propio Fellini, tendríamos una curiosa visión de su matrimonio, a la vez muy cercano y muy lejano, y ese apelativo un tanto bufo podría tratarse de una especie de broma privada que vendría a sustituir, afortunadamente, al vitriolo sobre la vida en pareja que vimos en “La ciudad de las mujeres”.

Por lo demás, estamos ante un mosaico abigarrado marca de la casa, aunque con la factura más modesta habitual de esta época del cine italiano en la que parece que los grandes técnicos y responsables de ambientación estaban jubilados o muertos. Es todo un poco irregular, mezclando lo interesante (ese oboísta que convoca espíritus en su casa porque en su partitura, al ensayar, aparece el intervalo prohibido por la iglesia, el “diabolus in música”, sin el cual, dicho sea de paso como curiosidad, gran parte del heavy metal no podría ni existir) con lo no tan interesante (esa escena inicial de voyeurismo que suena a cosas ya vistas pero a un nivel más vulgar, o cuando Benigni, subido a un tejado, es tomado por un suicida, momento que me trae a la mente una película española de la que no tengo muy buen recuerdo y que casualmente se titula “El poderoso influjo de la luna”) y con un peculiar término medio de “ideas malas con buena plasmación” o “ideas buenas que dejo simplemente apuntadas pero no quiero o puedo desarrollar”. El momento en que Nestore habla del apasionamiento sexual de su ex esposa comparándola a un tren no supone una metáfora muy brillante, pero la manera de rodar y montar la escena la hace muy divertida, mientras que el mero concepto del infierno radicado en una tubería que atraviesa el pueblo y a la que los operarios tienen acceso es brillante imaginativamente, pero plasmarla en imagen quizá hubiese requerido un presupuesto con el que Fellini entonces no contaba (ya no estamos en los tiempos de “Casanova”, en los que Federico se gastaba una millonada en mosaicos, canales subterráneos y calentar el agua para que a las figurantes que nadaban no les diese hipotermia, y todo para la escena en la que Giacomo coquetea con un príncipe negro, que luego ni sale en el montaje final). Incluso la secuencia de la discoteca, de la que no hemos hablado muy bien por aquí, tiene un comienzo, con esas extrañas compuertas de espejo descorriéndose en mitad del campo para dejar ver el enorme espacio, muy surreal y sorprendente.

Merece la pena detenerse un poco en ese segmento final, con la luna atrapada en una especie de granero, que supone otro ejemplo de tener más ideas de las que se necesitan. Inmediatamente posterior a la visita de Salvini a su hermana, que es justo donde me dormí en ambos pases de cine, el concepto es tan curioso, está tan lleno de posibilidades (el astro como esperanza de los habitantes del pueblo, que le piden favores como si de la Madonna de “Las noches de Cabiria” se tratara) que casi habría dado para una película entera, pudiendo haber sido un buen marco para todo el conjunto de “sketches”. Es hasta gracioso que la luna atrapada sea un globo luminoso de solo unos cuantos metros de diámetro, en consecuencia con el desprecio a la verosimilitud de los trucajes fellinianos, que en esta película añade un río obviamente falso a los mares obviamente falsos de “Amarcord”, “Casanova” o “Y la nave va”. Pero sorprende que lo que debería haber sido un punto culminante, anunciado en el guión casi desde el inicio, se resuelva de una manera tan apresurada, aunque con su cierta poesía: la luna vuelve al cielo porque un lugareño dispara a la pantalla donde se ve su imagen. Las personas no se alimentan de realidades sino de imágenes vistas en pantalla grande, y si matas la pantalla grande matas en gran medida sus ilusiones. Es el testimonio final de Fellini sobre la muerte del cine, que prefiero como declaración final de su obra a esa frase lapidaria (“si todos se callasen, tal vez podríamos entender algo”) que no parece casar muy bien con la idiosincrasia de un cineasta casi siempre bullicioso y poco preocupado por ofrecer significados claros.

Iniciado por Abuelo Igor

Incluso la secuencia de la discoteca, de la que no hemos hablado muy bien por aquí, tiene un comienzo, con esas extrañas compuertas de espejo descorriéndose en mitad del campo para dejar ver el enorme espacio, muy surreal y sorprendente.

Ciertamente, ese inicio de la secuencia de la discoteca, visualmente impactante, promete mucho, pero lamentablemente luego la escena se desvanece en un conjunto de tópicos mal resueltos (el vals, el zapato de Cenicienta...). Me parece mucho más inquietante la imagen externa y lejana de la discoteca de Ginger e Fred. Por otra parte, el personaje de Gonnella nunca alcanza a tener entidad propia, una lástima porque Villaggio (en el que, recordemos, Fellini había pensado para su "Il viaggio de G. Mastorna", en uno de los diversos intentos de volver al proyecto maldito, tal como acabó reflejando Manara en su cómic) parece un actor interesante, que podía haber dado mucho juego, una suerte de Fellini envejecido y malhumorado. En cuanto a Benigni, a mí me convence cuando encarna al Salvini alelado, perdido en esos recorridos nocturnos bellos y poéticos (lo mejor del film), pero me carga notablemente en su relación con los hermanos Micheluzzi o su papel en la Gnoccata. Una película extraña, con muchos apuntes interesantes, pero una realización un tanto torpe, insatisfactoria, aunque ciertamente mucho más arriesgada que Intervista, que en cierto modo era un claro "run for cover".

Mañana hago review de LA CITTÀ DELLE DONNE.No sé qué necesidad tenía el Fede de hacer esa coña marinera a lo Mariano Ozores.

El gran Marcello Mastroianni (lo único a destacar de esta peli) persigue por el campo a una mujer que se ha bajado del tren donde ambos viajaban.Enigmática se pierde por un bosque y Marcello llega a una ciudad donde sólo viven mujeres.

La peli se adentra en una reivindicación feminista radical. Las mujeres ignoran a Snàporaz...se suceden toda clase de estampas exageradas frente al hombre en la vida. Precisamente, el representante masculino que vive en la ciudad es un macho caricaturizado total.

Digamos que ese es el tope al que llega Fellini... a partir de aquí la trama va transformándose hasta los recuerdos de Marcello. Así, el protagonista recuerda a las mujeres de su vida.. su madre, la criada, sus amantes.Es decir, a medida que avanza el metraje, el mensaje inicial se diluye en favor de lo personal Felliniano.Secuencias y escenas calcadas de previos proyectos... no falta el circo ni las atracciones de feria; ni los decorados tan evidentes como ese mar de plástico ...OCHO Y MEDIO es la referencia que se lleva la palma,pero las ganas...

Lo mejor es la montaña rusa de la última parte, en la que Marcello recorre su vida, subiendo y bajando por la atracción de feria,metáfora de los altibajos del protagonista.Fellini parece que se enmendó con su siguiente peli,desde luego más floja que ésta no la puedo imaginar.
Larga,trasnochada BLA BLA BLAAAA por Marcello le doy el aprobado.OST acertada también.

5/10

Tengo que ponerme la próxima,perdón por ir con retraso
Habéis pensado en repasar otra filmo de cine italiano?¿