Es verdad. En los 90 la fotografía cinematográfica de Gordon Willis se vuelve mucho mas convencional, en comparación con los 80 y sobretodo los 70 (en esta ultima decada se puede afirmar que fue una mala bestia intratable, el rey absoluto). Ya no subexpone ni emplea tanto el revelado forzado, sus señas de identidad, con la consecuente perdida de personalidad y estilo que ello acarreó.
Eso no quiere decir que su obra no siguiese estando a un gran nivel, con mucha clase y elegancia, pero ya alejada de la genialidad del periodo creativo que lo encumbró.