Ya indiqué en mi comentario que me parece mucho más contundente la denuncia del fascismo (del que el nazismo no es más que una variante) que se hace en esta película (final aparte) que el mucho más comentado de su etapa final alemana, EL DOCTOR MABUSE y M incluidos.
A ver si antes del fin de semana me pongo con SÓLO SE VIVE UNA VEZ (1937), segunda de las tres colaboraciones de la diminuta (y magnífica) Sylvia Sidney con el director vienés.
Por cierto, uno de los títulos más bellos de toda la filmografía langiana. Ojo, el título, no hablo de la película, que también lo es, sin lugar a dudas y de la que además recientemente Divisa lanzó una edición en BD.
Una película muy importante en la carrera de Lang puesto que fue entonces cuando conoció a Walter Wanger, uno de los productores independientes más importantes de la época (David O. Selznick y Samuel Goldwyn aparte) y con quien fundaría su propia compañía en los años '40.
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