Resurgiendo de sus cenizas cual Fénix...
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21. REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE FRITZ LANG (1890-1976) / PARTE XXII:
YOU AND ME (1938)
Director: Fritz Lang.
Producción y distribución: Paramount Pictures, Inc.
Productor: Fritz Lang.
Guion: Virginia Van Upp, a partir de una historia de Norman Krasna.
Fotografía: Charles Lang, Jr., en blanco y negro (1.37:1).
Dirección artística: Hans Dreier y Ernst Fegté.
Decorados: A. E. Freudeman.
Canciones: Kurt Weill (música) y Sam Coslow (letras).
Montaje: Paul Weatherwax.
Reparto: Sylvia Sidney (Helen), George Raft (Joe Dennis), Barton MacLane (Mickey), Harry Carey (El señor Morris), Roscoe Karns (Cuffy), George E. Stone (Patsy), Warren Hymer (Gimpy) y Robert Cummings (Jim).
Rodaje: 45 días / del 12 de enero al 19 de marzo de 1938.
Duración: 1 h 29 m 51 s.
Estreno: 3 de junio de 1938.
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Canciones:
“Song of the Cash Register” / Kurt Weill / Sam Coslow
“The Right Guy for Me” / Kurt Weill / Sam Coslow
“Knocking Song” / Kurt Weill / Sam Coslow
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YOU AND ME – película inédita en salas comerciales en nuestro país – es una obra de Lang que no había tenido oportunidad de ver hasta ahora, algo que sólo volverá a sucederme cuando revise HOUSE BY THE RIVER (1950), al menos en cuanto a su etapa norteamericana se refiere.
YOU AND ME, que en caso de haber sido estrenada en suelo patrio podría haberse traducido fácilmente por TÚ Y YO si no terciase de por medio la (espléndida) cinta de Leo McCarey de igual título (y de la que el propio director hizo una nueva versión incluso superior…), es seguramente la más atípica de las obras del vienés en suelo estadounidense.
Curiosamente en esto también se parece a su homólogo, el gran Alfred Hitchcock, quien también rodó una (auténtica) comedia musical, VALSES DE VIENA (1933)…
… y que seguramente es la peor película de toda su (inmarcesible) filmografía…
YOU AND ME formaba parte de un contrato por tres películas (a razón de 2.012,78 dólares a la semana) que Lang firmó con la Paramount en 1937.
No obstante, el fracaso de público (y de crítica) que supuso la cinta hizo que el mismo se rompiera de mutuo acuerdo (sic), aunque Lang volvería a trabajar con la compañía en EL MINISTERIO DEL MIEDO (1944), uno de sus filmes antinazis más suculentos.
Lang intentó (y le medio salió) un cuádruple salto mortal al mezclar el cine social, la comedia romántica, el musical y… Frank Capra, en un cóctel a veces indigesto pero otras estimulante y que hace de YOU AND ME una obra ciertamente menor pero disfrutable aunque con reparos.
La importancia de YOU AND ME en la filmografía langiana es el hecho de que fue el primer intento – fallido, todo hay que decirlo - por parte del director (el otro sería la espléndida ENCUBRIDORA (1952)) de construir una historia entorno a una o a varias canciones. O lo que es lo mismo, que fuesen las estrofas de las mismas las que guiasen la narración y no al revés.
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YOU AND ME amalgama personalidades de FURIA y de SÓLO SE VIVE UNA VEZ, con las que conforma una especie de “trilogía” (nótese el uso del entrecomillado), como es la presencia del argumentista Norman Krasna o de los actores Warren Hymer, Barton MacLane o Guinn “Big Boy” Williams, respectivamente.
Sin olvidarnos, lógicamente, de la exquisita (ya lo siento, mad dog earle) Sylvia Sidney, a la que Lang debe mucho puesto que fue ella quien impuso sus galones para que el austríaco dirigiese las dos últimas cintas de la “trilogía”.
Sin embargo y al igual que en FURIA y SÓLO SE VIVE UNA VEZ sus relaciones con sus partenaires masculinos fueron ciertamente mucho más tormentosas.
A pesar de conseguir espléndidas actuaciones de Spencer Tracy, de Henry Fonda y no tanto de George Raft (un actor más limitado por su físico), los tres acabaron odiando a muerte a Lang, al que consideraban un déspota sin escrúpulos.
Algo de razón no les faltaba, todo sea dicho…
Imaginaos lo que pasaría por la cabeza de Fonda al saber que el director de LA VENGANZA DE FRANK JAMES (1940), primer western y primera película en Technicolor de su director, iba a ser Fritz Lang…
Antes he hablado de que YOU AND ME es una mixtura de distintos géneros cinematográficos.
Cine social porque sigue en cierta medida el camino abierto por las dos cintas precedentes en las que el protagonismo recae en los estratos bajos de la sociedad norteamericana de la época (entre el Crac del ‘29, el auge de los fascismos y el inicio de la Segunda Guerra Mundial).
En ese sentido su vinculación con SÓLO SE VIVE UNA VEZ es todavía mayor puesto que de nuevo los personajes principales son ex-presidiarios y que además están en libertad condicional, como el Eddie encarnado (magistralmente) por Henry Fonda.
Lang además, aunque sea de una forma mucho menos incisiva, vuelve a incidir en esa visión ciertamente crítica de las instituciones públicas, como podeos apreciar en la figura del metomentodo encargado de supervisar la libertad condicional de los presos.
Comedia romántica porque en esta ocasión la historia lima buena parte de las asperezas que cubrían la historia de los protagonistas anteriores, incluyendo un final feliz deliciosamente impostado y que además nos recuerda en cierta manera aquella otra magistral comedia firmada por el maestro Ernst Lubitsch, EL BAZAR DE LAS SORPRESAS (1940), siquiera porque la pareja de enamorados trabaja en unos grandes almacenes.
Musical porque como decía Lang intentó (aunque no consiguió) que toda la historia gravitase entorno a las canciones compuestas ex-profeso por el prestigioso Kurt Weill (1900-1950) aunque finalmente ello no fue posible por imposición de la productora y/o por desavenencias entre director y músico, que pasaron del Cielo al Infierno en cuestión de semanas.
Las tres canciones que permanecen tiene la particularidad, como acabo de indicar, de que se compusieron antes de que los segmentos que las contenían fuesen rodados.
De esta forma los números musicales crean una atmósfera con un marcado acento fantástico, especialmente en “The Right Guy for Me” y “Knocking Song”, ambas con música de Weill y letras de Coslow.
En cambio, la que inicia la historia, “Song of the Cash Register”, se parece más a las que por entonces elaboraban la Warner y la MGM.
De hecho, es una canción que se aproxima más a “Money” de Pink Floyd que a “Can’t Buy Me Love” de The Beatles, si extrapolamos su letra a los tiempos (más o menos) actuales.
Y, por supuesto, ese toque a lo Frank Capra que impregna toda la propuesta y que se ve notablemente acentuado en el tramo final con la delirante secuencia de la banda pillada in fraganti por su benefactor, el fordiano Harry Carey y la lección que Helen (Sylvia Sidney) les da de que…
- Recordemos que el citado Carey, el primer héroe de los westerns de John Ford, al mismísimo presidente del senado en la magistral CABALLERO SIN ESPADA (1939), de… Frank Capra… -
En la película hay bellos toques here, there and everywhere, como ese momento en el que el filantrópico señor Morris (Carey) se arrasca la cabeza, al igual que la enorme estatua que está en el exterior de su despacho…
… o ese otro en el que las manos de los protagonistas se acarician suavemente mientras uno baja y la otra sube en el ascensor…
A pesar de que George Raft estaba muy encasillado por sus papeles de gánster lo cierto es que no se defiende nada mal en la comedia aunque como decía su registro interpretativo e incluso su apostura es muy inferior a la de Tracy y no digamos a la de Fonda.
Además hay una muy buena química entre Sidney y Raft, como por otra parte la había entre Sidney y Tracy y entre Sidney y Fonda.
Lang tuvo oportunidad de trabajar con compatriotas igualmente expatriados como los directores artísticos Hans Dreier y Ernst Fegté.
A destacar igualmente la (intuyo, dada la calidad de la copia disponible) excelente fotografía en blanco y negro del gran Charles Lang (1902-1998), con 18 nominaciones a los Oscar… y una única estatuilla…
Lang volvería a trabajar con él en la obra maestra LOS SOBORNADOS (1953), una de las cimas del cine negro.
Mención aparte merece Virginia Van Upp (1902-1970), quien lo mismo ejerció de guionista en esta cinta o en LAS MODELOS (1944) que de productora en GILDA (1946), ambas de Charles Vidor y protagonizadas por una deslumbrante Rita Hayworth.
En resumen, una película muy agradable, aunque menor pero que desde luego yo no colocaría como farolillo rojo cuando lleguemos al final de la presente revisión.
Lang intentó hacer algo distinto. Que la saliera mejor o peor es otra cosa.
Ciertamente el final es totalmente absurdo. Un ejemplo perfecto de cómo se las gastaba el Código de Producción pero que le permitió a Lang cerrar la historia tal y cómo la había abierto, con la imagen de la caja registradora como hilo conductor.
De hecho y como decía, cuando revisemos ENCUBRIDORA, otra de sus mejores películas, nos daremos cuenta de que Lang intentó conseguir lo que no pudo con YOU AND ME.
Como veréis, una reseña exprés. Ayer me vi la película y hoy la he comentado de una sentada. Y además un filete sin apenas guarnición, como podéis observar.
De esta forma en breve tendréis el comentario de LA VENGANZA DE FRANK JAMES, un western que debería tener una mejor consideración por parte de los aficionados y donde podremos ver además el debut de la celestial Gene Tierney… y además en rutilante Technicolor…
Espero vuestros comentarios.
Buenas noches y, buena suerte.
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