Ayer y dadas las condiciones climatológicas por las que estamos pasando... incluso en el habitualmente más fresquito norte... aproveché para cerrar el piso a cal y canto (aunque debería comprarme un ventilador para hacer todavía más refrescantes las proyecciones) y me vi primero CLASH BY NIGHT y a la noche LA NIEBLA (1980), de John Carpenter.

Por lo mismo y como hoy va a apretar todavía más el calor después de comer me pondré con el comentario de la primera que ya adelanto que me ha supuesto una cierta decepción y que además apenas recordaba de un lejano, lejanísimo pase televisivo.

Mañana, con temperaturas anunciadas de 41º para la capital, me toca pasar el día con mi querida madre y aprovecharemos para ver algún clásico de los que le gustan, especialmente del cine negro, aunque a sus 88 años a veces se pierde con las enrevesadas tramas que las envuelven. Por cierto, el último día vimos EL TERROR DEL HAMPA (1932), de Howard Hawks, uno de los grandes clásicos del género y que si no he comentado en ninguno de los foros es por la sencilla razón de que uno ya no da más de sí.

En fin, valor y al toro... quiero decir, a la sombra...