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Tema: Fritz Lang: revisando sus películas

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  1. #11
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    Predeterminado Re: Fritz Lang: revisando sus películas

    "¡Más madera!"...

    Entrega n.º 43:

    37. HUMAN DESIRE (1954, DESEOS HUMANOS)



    Director: Fritz Lang.

    Productor: Lewis J. Rachmil.

    Productor ejecutivo: Jerry Wald (no acreditado).

    Producción y distribución: Columbia Pictures Corporation.

    Guion: Alfred Hayes, basado en la novela “La Bête humaine”, de Émile Zola (París, 1890).

    Fotografía: Burnett Guffey, en blanco y negro y formato panorámico (1.85:1).

    Dirección artística: Robert Peterson.

    Decorados: William Kiernan.

    Música: Daniele Amfitheatrof.

    Montaje: Aaron Stell.

    Reparto: Glenn Ford (Jeff Warren), Gloria Grahame (Vicki Buckley), Broderick Crawford (Carl Buckley), Edgar Buchanan (Alec Simmons), Kathleen Case (Ellen Simmons), Peggy Maley (Jean), Diane DeLaire (Vera Simmons) y Grandon Rhodes (John Owens).

    Rodaje: 35 días / del 14 de diciembre de 1953 al 25 de enero de 1954.

    Duración: 1:30:46.

    Estreno: 6 de agosto de 1954.











    Rodaje: El Reno (Oklahoma)



    Segunda (y última) colaboración entre el director austríaco y la Columbia y antes de volver a los dominios de la Metro-Goldwyn-Mayer donde empezó su etapa norteamericana, DESEOS HUMANOS fue un intento (fallido, dicho sea de paso, al menos desde el punto de vista económico) por parte de esta de volver a repetir el éxito de LOS SOBORNADOS usando para ello no sólo a la pareja protagonista sino también a buena parte del equipo técnico de la misma.

    Por problemas de logística no he tenido tiempo de ver la versión de Jean Renoir de 1938 y por ello mi comentario estará libre de polvo y paja y se basará, por tanto, exclusivamente en los valores cinematográficos que la cinta atesora.

    Aunque en los títulos de crédito de la película únicamente se menciona que el guion se basa en la famosa novela de Émile Zola (1840-1902)...



    ... me gustaría recordar que tampoco en PERVERSIDAD (1945) se hacía mención alguna a la versión previa del director francés (léase LA GOLFA (1931)).

    Y digo esto porque por lo poco que he podido leer sobra la gestación del proyecto DESEOS HUMANOS tendría mucho más que ver con la cinta de Renoir que con la novela de Zola.

    De hecho, la misma forma parte de un conjunto de 20 denominado “Los Rougon-Macquart” (1871-1893) y del que, al menos, la primera de ellas es de fácil acceso…



    … algo que es completamente ignorado en la versión norteamericana.

    El título original del proyecto era el de la propia novela, “La bestia humana” y el guionista/productor/director Maxwell Shane (1905-1983) ya había escrito un primer borrador a finales de 1952, antes de que Lang fuese contratado por la Columbia.

    - Si tenéis curiosidad la (tristemente) fenecida colección Bang Bang Movies editó una de sus películas como director, THE GLASS WALL (1953) [BB 1013], protagonizada por ¿Vittorio Gassman?… y... Gloria Grahame… -

    Tan pronto como el director vienés se subió al barco exigió profundos cambios en el libreto.

    Y no sólo eso sino que para él el actor ideal para encarnar al protagonista, Jeff Warren, debía ser… Peter Lorre…

    … al que el director había llevado a la cumbre por su papel del psicópata asesino de niñas Hans Beckert en M, EL VAMPIRO DE DÜSSELDORF (1931)…



    A pesar de lo chocante que podría parecernos semejante elección – aunque no tanto si tenemos en cuenta el citado ciclo de novelas de Zola - lo cierto es que la Columbia no puso en principio reparos en la contratación del actor austrohúngaro.

    Compromisos previos de Lorre hicieron que la idea se aparcase al menos momentáneamente mientras Lang se dedicaba a dar los toques finales a LOS SOBORNADOS.

    El director contaría con los servicios del guionista Alfred Hayes (1911-1985) – con quien ya había colaborado en CLASH BY NIGHT (1952) – para elaborar un nuevo libreto partiendo de cero.

    El productor Jerry Wald quiso recuperar el espíritu de esta última, privilegiando el rodaje en exteriores y alentó a Lang y a Hayes a que viajaran por el país en busca de las mejores localizaciones.

    El deseo de la productora de volver a poner al frente de reparto a la “pareja” protagonista de LOS SOBORNADOS dio finalmente al traste con la idea inicial de Lang de contar con los servicios de Peter Lorre, un actor seguramente mucho más cercano al personaje que describía Zola en su novela, pero muy alejado del star system de la época.



    Antes de seguir adelante me gustaría comentar un aspecto de la película que ha sido escasamente tratado incluso por aquellos que han estudiado a fondo la obra del director vienés.

    Y me refiero a que DESEOS HUMANOS fue la primera película de Lang rodada en formato panorámico.

    En concreto, en 1.85:1, que fue el AR que la Columbia eligió para sus estrenos.

    - Recordemos que el mismo podía ir desde el 1.66:1 (Paramount) hasta el 2.00:1 (Universal-International). -

    A partir de 1954 todas las películas en suelo norteamericano del director se rodaron y/o exhibieron (cuando hablemos de MIENTRAS NUEVA YORK DUERME y MÁS ALLÁ DE LA DUDA tendremos que hacer una - breve - acotación al respecto) en formato panorámico o Scope (LOS CONTRABANDISTAS DE MOONFLEET en CinemaScope y las dos cintas anteriores en SuperScope [ver nota anterior]).

    Es importante tenerlo en cuenta porque Lang y el excelente director de fotografía Burnett Guffey (1905-1983) [2 Oscar: DE AQUÍ A LA ETERNIDAD (1953), de Fred Zinnemann y BONNY Y CLYDE (1967), de Arthur Penn] elaboraron sus composiciones sabiendo que la película se exhibiría mayoritariamente en pantallas anchas y como muestra no uno ni dos sino hasta tres botones…







    Como podemos observar la posición de los actores en el encuadre hace imposible el uso de marcos, como sería el caso de la vuelta al formato tradicional 1.37:1 o incluso el 1.66:1 puesto que o bien haríamos desaparecer de la pantalla a los protagonistas o estos verían seriamente afectada su integridad física…

    Retomemos el hilo de la película.

    Lamentablemente y al contrario que en LOS SOBORNADOS, las desavenencias entre el presidente de la compañía, Harry Cohn y su vicepresidente (y jefe de producción) Jerry Wald, provocaron serias injerencias en el trabajo del director, antes, durante y después del rodaje.

    Al parecer Cohn era más partidario de mantenerse fiel a la novela de Zola mientras que Wald lo era de cargar las tintas en el personaje femenino, que para él era la auténtica “bestia humana” a la que hacía referencia el título de la misma, algo de lo que discrepaban rotundamente Lang y Hayes.



    Este tira y afloja provocó, curiosamente, que la película tenga una lectura francamente ambigua puesto que en DESEOS HUMANOS, al contrario que en LA BESTIA HUMANA – al menos por lo que he leído a los compañeros que la comentaron en el rincón dedicado al director francés -, el personaje (maravillosamente) encarnado por Gloria Grahame (y allí por la felina Simone Simon), Vicky Buckley, es mucho más poliédrico que el de una simple femme fatale al uso.



    De hecho y al contrario que en LOS SOBORNADOS la auténtica protagonista de la película es Vicky y no su amante, Jeff (un, de nuevo, excelente Glenn Ford) y menos todavía su marido, Carl (un demasiado ensombrecido Broderick Crawford).

    Si Gloria Grahame había conseguido su primer (y único) Oscar durante el rodaje de LOS SOBORNADOS, el fortachón Broderick Crawford lo había hecho en 1950 y como actor principal por su papel de político corrupto en EL POLÍTICO (1949), del primero delator y luego arrepentido Robert Rossen.



    Lo que en principio podría parecer una dialéctica entre el guion y la puesta en escena debido a ese cambio un tanto brusco que se da al final de la película al intentar cargar todas las culpas en el personaje de la esposa paradójicamente, al menos para mí, me supone un plus en su visionado, algo además acentuado por la espléndida labor interpretativa de la actriz quien logra eclipsar a sus dos compañeros de reparto.



    Y por supuesto tenían toda la razón el guionista y el director cuando intentaron convencer al productor de que esa “bestia humana” a la que hacía referencia Zola (y Renoir en su versión de 1938) podía aplicarse a cualquiera de los tres protagonistas de la historia.

    De hecho, el calificativo es mucho más adecuado para cualquiera de los dos varones que para ella.

    Uno de los (graves) problemas que tiene la versión de Lang es que el personaje de Carl, el marido de Vicky, prácticamente desaparece en la segunda mitad de la película.



    A partir de entonces se limita a vagar como alma en pena (o como un perro apaleado) una vez su esposa le ha dejado claro que ya no quiere saber nada más de él, especialmente en el terreno sexual, una de las debilidades del brutal Carl.

    También es poco creíble que Carl sea al parecer el único que desconoce el hecho de que su mujer se acueste con otro hombre a pesar de ser la comidilla del barrio.

    Conviene recordar, no obstante, que Carl será el asesino tanto de su esposa como de su (presunto) ex-amante, John Owens (Grandon Rhodes) y ambas muertes acaecerán en un tren.



    Curiosamente, si durante el asesinato de Owens Jeff viaja de pasajero, en el de Vicky, lo hace de maquinista.

    Otro de los problemas (o defectos) de la película es que el personaje de Jeff, un veterano de la recién terminada Guerra de Corea (1950-1953), es demasiado epidérmico y, desde luego, está a años luz del interpretado por el actor en la excepcional LOS SOBORNADOS.



    Aunque se vea incapaz de matar a Carl, como sugiere Vicky...



    ... lo cierto es que su comportamiento tampoco es un dechado de virtudes, puesto que no tiene ningún reparo en acostarse con la esposa de un compañero de trabajo...



    Vicky parece contradecir aquella máxima chapliniana de la magistral MONSIEUR VERDOUX (1947) de que “los números santifican”, en el sentido de que para ella no supone ninguna diferencia el hecho de matar enemigos en una guerra o a un marido que se interpone en su búsqueda de la felicidad.



    El final, eso sí, es profundamente pesimista (algo que se verá acentuado a los siguientes filmes del director, incluida la aventurera LOS CONTRABANDISTAS DE MOONFLEET (1955)) pero también paradójicamente abierto.

    Pese a todo y pese a todos (especialmente un Jerry Wald que hasta entonces siempre había apoyado al director) DESEOS HUMANOS es una cinta francamente atractiva precisamente por ese tira y afloja entre el productor y el director (y el guionista) a la hora de repartir las culpas entre el trío protagonista.



    Y es que por mucho que Wald se empeñara en remarcar (hasta el exceso) las (supuestas) metáforas sexuales que para él eran los (largos) trenes entrando en los (obscuros) túneles y que, por cierto, no sólo pasaron desapercibidas para el pública de la época sino incluso para el actual o en convertir a la esposa en una, como decía, femme fatale al uso, los resultados fueron más que aceptables, aunque bien es cierto el hecho de que la película distó mucho de ser un éxito económico en taquilla, como sucedió en el caso de la mucho más equilibrada (y mucho mejor, todo sea dicho) LOS SOBORNADOS.

    Aunque DESEOS HUMANOS no pueda incluirse en el grupo de las grandes películas de su director también es cierto que el nihilismo que la impregna la convierte en una obra ciertamente atractiva y en un ejemplo perfecto de cómo la puesta en escena de Lang...



    ... fue capaz de sublimar una historia y unos personajes desequilibrados debido a la injerencia del que antes había sido su principal valedor.

    Buenas tardes/noches y, buena suerte.



    Y la semana que viene, una de las mejores cintas de aventuras de la prodigiosa década de los 50’ y que no fue estrenada en nuestro país hasta… 1987…

    ¡Ay, qué años aquellos donde un jovenzuelo como su seguro servidor pudo asistir al ¡estreno! de títulos míticos como el arriba mencionado, LA NOCHE DEL CAZADOR (1955), de Charles Laughton o SENDEROS DE GLORIA (1957), de Stanley Kubrick!



    Última edición por Alcaudón; 07/09/2022 a las 20:30

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