Pues sí, queridos amigos, ya terminó todo. Por diversos motivos, muchos supieron de la enfermedad de mi madre, razón principal de mi alejamiento de los foros. Murió ayer y hoy la hemos acompañado al cementerio, para que repose con su marido. No fue ni la mejor ni la peor madre; fue, sencillamente, una madre. Así de fácil y así de grande. Una mujer de una vitalidad impresionante, un sentido del humor que volvía loco a muchos y molestaba a otros tantos. Estuve con ella hasta el final, y sólo supe darle besos y más besos. Supongo que habré dejado cosas por hacer, o algunas no las habré sabido hacer, pero no dejé que se fuera sin decirle cuánto la he querido y la querré. Siempre deseas dar un beso más, pero la despedida es eso, despedida.

He recibido tantos mails y llamadas de vosotros que sería mezquino no escribir este hilo, aunque sea tan triste. Sólo deciros que necesito encontrarme a mí mismo otra vez, intentar llenar de alegrías y gratos recuerdos el enorme vacío que tengo en el alma. Si no contesto, no lo toméis a mal. Sólo sé que este foro está lleno de gente increíble, muy humana, que, por encima de tonterías, sabe valorar ese verdadero sentido de la vida, que no es otro que intentar ser feliz haciendo feliz a los demás. Ah, y gracias, Tzameti, Pepedelataúd, o mejor Victoriano. Gracias por venir a acompañarme en el dolor; es lo único que se ha de valorar. Gracias Juanjo, Alejandro y tantos otros. Me habéis dado fuerzas en los momentos más difíciles.

Espero volver a estar con vosotros cuando tenga algo que aportar. Ahora sólo tengo tristeza.

Hasta siempre, campeones.