¿Qué deciros? Pues tantas cosas que no tengo ahora palabras y eso tiene gracia en mí. Os he leído a todos y todos me habéis emocionado. Son los lances de esta vida que regala y te quita las cosas. Todavía tengo la herida muy abierta, y mientras siga con papeleos engorrosos y trámites post-morten creo que seguirá así. Puede que para siempre. Pero bueno, la vida sigue, y en ello estoy. La verdad es que ando muy atareado con tres libros que tenía un tanto aplazados por mis tareas familiares. Ahora, por desgracia, tengo más tiempo que antes, y el trabajo es tal que duermo una media de cuatro horas. Por cierto, en Navidad saldrá El malvado Zaroff editado por Vellavisión, con audiocomentarios míos (esta vez en soledad), y también sacan el corto Lágrimas de papel acompañando al filme de William Castle, House on Haunted Hill. Trabajo y más trabajo, pero todo hecho con el cariño de siempre. El mismo cariño con el que os leo, campeones. Ya me gustaría daros un fuerte abrazo a cada uno de los muchos que habéis escrito aquí, y a los otros muchos que me habéis mandado correos y llamadas telefónicas de apoyo. He llegado a preguntarme en este tiempo: ¿Qué he hecho yo para recibir tanto afecto? No me veo merecedor, pero me agrada sobremanera. Y yo que me reía hace años de las "amistades virtuales". No son tan virtuales, no...