En mi opinión, ésta hace obra maestra al primer Hellboy, y no es que no me haya entretenido, que al fin y al cabo para eso está hecha (los niños pequeños se partían de risa en diversas secuencias, algo que resulta curioso en una adaptación de un cómic bastante "oscuro" y escasamente "comercial"). Aquí la responsabilidad de esta "puerilización" del personaje está compartida por Del Toro y Mignola, autores del guión. Creo que la barroca puesta en escena, con demasiados elementos digitales y no digitales en el encuadre, no ayuda precisamente a centrarnos en lo que estamos viendo y dispersa demasiado la atención.
Sobre el tema de usar a personajes conocidos de la TV para el doblaje, me parece que son los propios profesionales los que deberían denunciar este intrusismo que generalmente actúa en detrimento de la película. Un argumento más que encuentro a favor de la V.O.S. siempre.
Por lo demás, celebro el protagonismo de Abe Sapiens y que Perlman es el único Hellboy posible, sin duda.
En resumen, un 6.