Cronenberg construye en ésta película un mundo "idílico" para luego destruirlo con total inpunidad, y tanto los personajes del pueblo (el sheriff, los macarras del instituto, los camareros del bar...), cómo los mafiosos, no son más que la imagen clásica americana de cada uno de ellos, pero
Cronenberg no viene a reinventar géneros,
es un genero en sí mismo, y cual
virus,
se extiende poco a poco a lo largo del film, centrandose en lo que a el le interesa. En definitiva, considero que la parte más "feliz" y estereotipada del film, está ahí a sabiendas, más aún teniendo en cuenta lo que viene despues. Cronenberg busca el contraste, no hay más que ver cómo se nos presenta al personaje de Viggo Mortensen, primero como hombre de familia, luego en el trabajo, y en su vida amorosa, todo perfecto, todo feliz, cómo el mísmo dice, "el hombre con más suerte del mundo", pero luego, nos lo descubre en esas mismas facetas de su vida, de manera totalmente opuesta.