Aunque las películas de esta saga nunca me han parecido demasiada gran cosa debo reconocer que al menos con El Código Da Vinci se nos presentaba un buen Thriller que mezclaba temas religiosos con una buena intriga, además contaba con secundarios de lujo como Ian McKellen, Alfred Molina y Jean Reno que nos ofrecieron unas actuaciones mas que decentes en una historia que no debaja indiferente a nadie gustara mas o menos.

Con Angeles y Demonios, tampoco es que fuera un peliculón, pero si que volvía a mezclar el tema religioso en un Thriller que nuevamente enganchaba de principio a fin y con un ritmo trepidante que lograba atrapar al espectador y despertar el interés por todo lo que ocurría en pantalla, además de contar con buenos giros de guión y una buena actuación de Ewan McGregor en un personaje de lo mas misterioso e inquietante.

Pues bien, todo eso esta carente Inferno, lo que nos proponen en esta tercera entrega es una película totalmente vacua en su contenido y carente totalmente de emoción o interes alguna para el espectador. Una historia mil veces vista y que se repite hasta la extenuación presentandonos al Robert Langdon mas descafeinado de las tres películas interpretado por un desganado Tom Hanks que da la impresión de que sabiendo el producto en el que esta participando esta vez no se esfuerza en ofrecernos algo a la altura del buen actor que es o del personaje, algo que si estaba presente en las dos anteriores películas

En cuanto a Felicity Jones no puedo creerme que esta misma mujer lograda emocionarme y cautivarme hace solo siete días con su actuación en Un Monstruo Viene a Verme, aquí esta, dejemoslo en eso, esta y ya esta. Y por no mencionar a Omar Sy totalmente desaprovechado y que pasa sin pena ni gloria por la película.

Incluso Hans Zimmer que repite en la BSO nos ofrece aquí una composición que parece sacada mas de una discoteca dónde se pinchan temas bacalaeros que otra cosa, ofreciendo su trabajo mas flojo que pueda recordar. Lo mejor para que os hagáis una idea son los créditos finales dónde rescata el tema que se podía escuchar al final de El Código da Vinci en esa escena en el Louvre.

Y por no hablar del final de la película dónde no se arriesga en absoluto por ofrecer algo novedoso o distinto en la resolución de la historia, a tirar de lo de siempre y listo. Decepción absoluta.

Si algo bueno tiene la película es que disfruta de una esplendida fotografía y que transmite una sensación de viaje continuo de principio a fin.

En definitiva, una gran decepción en comparación con las dos películas anteriores, un trabajo desaprovechado y con unos actores que así lo saben y actuan en consecuencia.

Mi nota de un 3.5 sobre 10. Una de las mayores decepciones del año.