Toda una experiencia, que no deja indiferente a nadie. A los fans fervorosos de Lynch les parecerá lo máximo, los que no lo sean mejor abstenerse porque se tarta de unos de sus films más extraños.Personalmente me ha atrapado totalmente tras los primeros 20 minutos, tres horas que pasan volando en un film que contiene los defectos y las virtudes de su director, pero que es ante todo como ya dije al inicio una experiencia fascinante.
Me podría extender mucho sobre la propuesta, radical y absorvente como pocas he visto ultimamente, pero solo añadir un par de cosas: la absoluta libertad que tiene para hacer lo que le place sin necesidda de dar explicaciones sobre ello y lo más importante, su genialidad en saber sacar oro hasta de lor recursos más limitados. Lo que en manos de un cualquiera sería sinónimo de cutrez, en manos de Lynch es sofisticado y fascinante. Muy recomendable