Para mi INLAND EMPIRE ha supuesto la confirmación a todas mis sospechas sobre Lynch actual: Se ha vuelto un vago.
Vago en la factura visual: La excelencia estética de sus obras anteriores se ha convertido en una lamentable imágen, sobretodo vista en pantalla grande. La falta de nitidez, los blancos tan saturados, las siluetas estropeadas por la falta de definición de su cámara digital... Simplemente una decepción absoluta. Le saldrá más barato y rodará más rápido, pero lo que pierde por el camino es demasiado.
Vago en la propuesta argumental: La misma historia que Muholland Drive, que a su vez ya era un apaño de la historia de Carretera Perdida....pero además intenta romper con todo hilo argumental durante muchos minutos y luego parece que se arrepiente e intenta dar algunos trazos de coherencia al conjunto, pero no es que no sea suficiente, sino que huele a tomadura de pelo. Muchas de las escenas rodadas en Polonia suenan a inserto absurdo de "mis vacaciones en Europa" pero luego intenta darles un sentido.
Vago en las referencias y novedades: Muchas de las referencias y situaciones parecen un remake barato y forzado de muchas cosas de Mullholand Drive y Lost Highway. Que son sus señas de identidad? Si, pero casi siempre las llevaba un paso más alla. Ahora son simples copias.
Vago en el tratamiento del sonido: Algunos diálogos y sonidos suenan DE PENA. Increible que un tipo como Lynch, un genio del sonido y las atmosferas que crea con él, baje tanto el nivel. (Quizás es que la sala del Verdi no suena de maravilla, pero vamos, una decepción).
Lo mejor, dos cosas:
- La escena de los créditos finales, pura comedia y parodia.
- El personaje de Harry Dean Stanton. Ese si que es la personificación de Lynch en INLAND, y no Jeremy Irons. Cuando suelta aquel discurso absurdo de hombre acabado que pide dinero a todo el que pasa sin esconder su cara de cemento armado, Lynch nos revela el verdadero sentido de su última obra.