Hacía más de un año que no veía la película, y tengo que reconocer que por muchas veces que la vea, me sigue impactando una barbaridad a nivel emocional. Obviando toda la componente de ciencia-ficción y épica, me sigue pareciendo una maravilla la forma en la que enfoca la paternidad de Cooper y su relación con Murph. Aunque McConaughey no es un actor que me entusiasme, me parece que el retrato que hace de un padre y su dilema, y cómo se cuestiona su decisión posteriormente, es una maravilla. Supongo que antes de ser yo mismo padre no lo vería del mismo modo, y seguramente no me removería de la misma forma.
Que se quiten los agujeros negros, las maniobras al límite y demás zarandajas... Esta secuencia es la que me toca la patata cada vez que toca visionado:
Y yo no soy ningún entendido musical, pero el denostado y repudiado Zimmer siempre sabe como tocarme la fibra...
Qué gustazo me da poder encontrar -todavía- cineastas y músicos que me emocionen de esta manera...